Saboc: cuestión de temperatura

¿Sois de los que pedís dos primeros? Alegría: el Saboc propone una carta de cocina creativa ordenada por grados de cocción

Publicidad
Para ser moderno sólo se necesita una buena idea, la hija del sentido común más elusiva; y la idea que han tenido en el novísimo Saboc lo es: rompen la división entre entrantes, primeros y segundos y dividen la carta por temperatura de cocción. Sin ceder a las convenciones del orden, podemos sentarnos y pedir platos a 20º (crudo), 80º (baja temperatura), 100º (fogones) y 200º (plancha).

1. Regazo de tenera

Las buenas ideas necesitan una buena ejecución. La de Iker Erauzkin lo es: el regazo de ternera a 70º con crujientes de banana y moniato (7,50 euros) es una delicia hecha con tiralíneas. Cocida al horno doce horas, envasada al vacío y enriqueciéndose con zumo del asado de los huesos, es pura mantequilla que se puede comer con tenedor, como una tortilla. “Es un producto sencillo, pero nuestra filosofía es potenciarle el sabor y tratarlo con una delicadeza maravillosa”, dice el chef.

2. Arroz de pollo

“Hacer una carta así no era sencillo –explica Erauzkin–. Tenía que encontrar unos platos que pudieran combinar en casi cualquier orden”. Se resiste a la idea de la tapa, más bien habla de pequeñas raciones. La verdad es que si se aumentaran las raciones de los platillos y se reordenaran estaríamos ante una carta de cocina creativa de clase mediana-alta. “Detrás de cada plato hay un trabajo creativo importante, aunque sea en pequeño formato”. No me importaría que la cazuelita de arroz de pollo ahumado fuera toda una cazuela: “Es un plato de los que crea adicción”, corrobora el cocinero. El recuerdo del sabor crece en la mente del cliente.

Publicidad

3. Pulpo con pimienta roja

Se asocia el acabado en la mesa con la cocina clásica y los festines monumentales, pero su delicioso pulpo se acaba de ahumar en la mesa. Y se come en tres mordiscos llenos de placer: “podríamos aumentar las raciones, pero esto nos obligaría a aumentarle el precio”. Ante la propiedad de la casa la batalla fue “ofrecer la mejor cocina posible al precio más razonable para el público”. Ejemplo: un huevo a 61º con espuma de patata y crujiente de jamón (6,50 euros), afinadísimo, que no hace pasarse de presupuesto al tan frecuente prestidigitador corto de bolsillo y sobrado de ego. O una hamburguesa 'jivarizada' con una maduración de 80 días, que si fuera de tamaño normal sería más cara que un filete. Y quien todavía no se sienta preparado para romper las cadenas de Pàvlov, dispone de un recorrido de seis platillos a 26 euros que ¡es para cantar La Traviata!

Más información

  • Cocina creativa
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Saboc
Saboc
Los alimentos cambian radicalmente su sabor y textura según la temperatura y el tipo de cocción. Partiendo de esta premisa, en Saboc agrupan los platos de la carta, no por primeros o segundos, sinó por grados de cocción: crudos, a baja temperatura, los fogones y la plancha. Y aunque todos los platos sean en pequeño formato, la intención es de alta cocina. Ejemplos: un huevo a baja temperatura delicioso o una tiernísima falda de ternera.

También te gustará

  • Qué hacer
  • Clases y talleres
Cursos de cocina en Barcelona
Cursos de cocina en Barcelona
Escuelas y restaurantes donde os enseñarán a convertiros en los reyes de los fogones ¿Empezáis a estar cansados del plato de pasta con sofrito precocinado? ¿Preparáis siempre el mismo arroz a la cubana cuando tenéis invitados? ¿Vuestra madre sufre porque no os alimentáis bien? Es hora de abrir nuevos horizontes a vuestra cocina, de aprender a preparar algún plato que sorprenda a las visitas, es el momento de dárselas de chef. Os recomendamos diversas escuelas y restaurantes donde ofrecen cursillos de cocina de todo tipo, desde platos tradicionales a cocina japonesa, pasando por los mejores pasteles y los postres más dulces. ¡Poneos el delantal, y a los fogones! Bellart Una de las escuelas enfocadas al mundo profesional con más trayectoria, desde 1977. Encontraréis los tradicionales cursos para llegar a ser chef y pastelero, y también otras propuestas como la de gestión, dirección y emprendimiento, reciclajes para cocineros... E incluso un curso sobre cocina biodietética. Si todavía no lo veis claro, os podéis apuntar a uno de sus monográficos que tocan todos estos temas. Precio diversos en función del curso. Hofmann (Mey Hofmann) Decir que has estudiado en esta escuela te abre puertas por todas partes, ya que es conocida en todo el mundo. O por lo menos hace que te miren con cierta admiración, como si cocinar bien ya no dependiera de ti. La fama es merecida, ya que desde el primer día el estudiante aprende con férrea disciplina las bases de la cocina profesional sin olvidar l
Un restaurante francés cada día
Un restaurante francés cada día
¿Hartos de no encontrar el bistró francés bueno, rápido y barato? Pasaos por Le Bistrot d'Amélie Quizá los franceses son la segunda colonia más numerosa en Barcelona, pero esto no se refleja en la aparición de restaurantes franceses de uso diario (léase bistró). Nuevísima excepción a la regla: Le Bistrot d'Amélie. Y aviso: lo único que tira para atrás aquí es su nombre. El resto es una bocanada de aire fresco del norte. El padre del invento es el joven (31 años) Marc Antoine Lemaistre -pronunciad ¡le maître!-, un joven que lleva el oficio en el apellido y la pasión por la cocina popular en la médula. La educación de Lemaistre pasó entre Inglaterra, España y Francia. Su socio, el cocinero Jaume Morera -franco-catalán hijo de republicanos exiliados, harto de cruzar la frontera y de los gelificantes del Michelin donde trabajaba- comparte el mismo objetivo: "Aplicar la bistronomía francesa, el rigor del restaurante gastronómico a los productos sencillos y asequibles", explica. Lemaistre refunfuña contra el restaurante franco-barcelonés genérico: "O son demasiado caros o son brasseries con carta larguísima y plato del día. No hay bistrós". Ellos proponen una carta corta, corta, y buena, buena: "Ningún plato pasa de los quince euros. El lujo es trabajar el buen producto fresco y ecológico, en la medida de lo posible". Cuatro primeros y cuatro segundos, con intenciones de arqueología popular (crema de tupinambo o tuétano) y segundos de nobleza popular como el magret de pato con sals
Publicidad
El Bar: del bareto al barazo
El Bar: del bareto al barazo
Hay que tenerlo en cuenta, El Bar pertenece a una generación de barras que hacen cocina en mayúsculas "El Bar", ellos lo escriben entre comillas para realzar, pertenece a la nueva generación de posbares que han barrido a los clientes de mirada turbia y con los codos romos por tanto apoyarse y fumigado las acrobacias de las moscas, algunas kamikazes, sobre las fuentes de callos. El diccionario es corto para definir esos espacios: los limita a abrevaderos, a lugares donde despachan bebidas. Bares que son más que bares, nacidos en el 2013, como El Bar, Bardeni, Mont Bar, Pan&Oli, El Pràctic, que ha cambiado de ubicación, ahora en Sants. ¿En común? La buena, o muy buena, comida, que trasciende el platillo de almendras revenidas y las albóndigas recalentadas. ¿La disonancia? Barrios distintos, precios distintos (unos, altos; otros, adecuados, con menús de mediodía), escenarios con decorador profesional o apaños caseros. El negocio de Sergi Giménez, sector bar primoroso, ocupa un antiguo Marcelino, cadena que durante años tuvo más sucursales que los bancos. Que un Marcelino sea relevado por un establecimiento de tapeo fino como El Bar habla más del cambio de Barcelona que la demolición del tambor de Glòries. Sergi es un sumiller experto y la carta de vinos, una oferta vigorosa. En las dos visitas comencé con un Bloody Mary, como si fuera Richard Burton, y seguí con tintos de Borgoña, Clotilde Davenne 2011, y de Conca de Barberà, Carles Andreu Trepat 2012. Sergi ha recuperado para l
Restaurantes de cocina creativa
Restaurantes de cocina creativa
Descubre dónde se elaboran los platos más originales de la ciudad ¿Crees que falta algún restaurante importante de cocina creativa? Dínoslo en los comentarios de abajo. Dos Palillos Albert Raurich –bulliniano de pro– demuestra que existe hermandad entre las tapas asiáticas y españolas, y un nivel de excelencia de producto y creatividad que le ha valido su primera estrella Michelin. Dos Palillos es una perfecta fusión entre bar Manolo y barra asiática de alta cocina, un lugar que no tiene mesas y donde, si no tienen tiempo, no te van sirviendo el vino. Reflexión: parte de la estrella Michelin siempre premia el servicio, y que ellos la tengan todavía pone en más valor sus fenomenales tapas asiáticas. Àbac Jordi Cruz ha recuperado la segunda estrella Michelín del Àbac y lo ha vuelto a convertir en el restaurante imprescindible de alta gatronomía en Barcelona. Ha conquistado este estatus gracias a una cocina llena de maestria y sofisticación, para tocar el cielo. Tickets Los hermanos Adrià han vuelto a triunfar, ahora en Barcelona, con este ambicioso resumen de su filosofía de las tapas. Con cuatro barras diferentes –marisco, plancha, dulce, entretenimientos, inventos varios –el cliente puede disfrutar de la versión bulliniana de las tapas de toda la geografía española. Sepias en su tinta con pasta de almendra o sandía a la parrilla son sólo ejemplos. Y conectado con Tickets, la coctelería 41 ofrece cada noche un menú degustación que es lo más cercano que hay de ElBulli. Gresca L
Recomendado
    También te gustará
    También te gustará
    Publicidad