Celebrad la vida en buena compañía, buscad cualquier excusa o simplemente date el placer de probar las mejores coctelerías de Barcelona. Ya podéis comprar la Time Out Box Còctels 2 x 1, una caja de ofertas de coctelería para descubrir algunos de los locales y 'bartenders' más sorprendentes de la ciudad y sólo pagar la mitad de lo que pidáis. Por un precio de 19,95 euros tendréis diez tarjetas de 2 x 1 en 10 de las mejores coctelerías de Barcelona, una tarjeta por cada establecimiento que participa.
Ya lo veis, el funcionamiento es muy sencillo. Sólo es necesario que os hagáis con la caja de Time Out Box Còctels 2 x 1, vayáis con un acompañante a cada establecimiento y pidáis dos copas. Cuando presentéis la tarjeta en el momento de pedir la cuenta sólo pagaréis un cóctel de los dos que consumáis, el de mayor importe. No hay restricciones de fechas ni de horas. La podéis comprar en timeout.cat/box, recibirla en casa o recogerla en la agencia de viajes de Barcelona Pangea The Travel Store.
NO TE LO PIERDAS: 10 motivos para comprar la Time Out Box Còctels 2x1
El tópico dice que los barmans, además de alcoholizarnos, son masajistas de almas. Este es el caso del Caribbean Club de Juanjo González, magnífico ejemplo de mixólogo de proximidad. Juanjo cogió el Caribbean Club –exfilial del Boadas– y lo convirtió en lo que él querría que fuera un bar: un lugar donde el coctelero te escucha de verdad, te conoce y te prepara el trago más clásico o maltratado –como, por ejemplo, un daiquiri– con el mismo cuidado que otros hacen coctelería molecular.
El espacio pequeño, oscuro, minimalista pero acogedor del Negroni despierta cierta modernidad a pesar de tener un espíritu clásico. No tienen carta, y esto nos lleva a dos opciones: o bien analizan tu perfil y aplican su mejor fórmula para ti, o bien pides el clásico que tienes entre ceja y ceja y te lo sirven en la mejor versión posible. Abierta en 2004, la casa de Daniel Gómez y Javier Cejas marca un estándar y un reinicio en el mundo de la coctelería barcelonesa.
Los cócteles de autor del Negresco Cocktail Bar, con sello de calidad del bar Bobby’s Free, parecen una extensión de la personalidad de la bartender Yanaida Prado: copas coloristas, imaginativas, cálidas. La venezolana ha estado en barras tan insignes como el Dry Martini. Arrebato y técnica. Es una crack. Con el fondo de armario del Bobby’s Free, Yanaida prepara las bebidas de una carta corta –unas cuantas creaciones de autor, más clásicos– que es un estallido de cromatismos y técnica.
Rincón cálido, rodeado de madera noble, clientes con corbata y sofás de terciopelo rojo... Un respeto al entrar en el Ideal: es una catedral del buen beber. Pensad que el abuelo del actual propietario, Josep Maria Gotarda, abrió este local en 1931. Gotarda nieto parece joven pero en realidad es como un médium con casi un siglo de coctelería en Barcelona. En pocas barras como esta os afinarán los clásicos de una manera tan precisa: y el hombre es un alquimista del whisky.
Bajando unas escaleras llegáis a las catacumbas de Casa Camper y, de repente, se materializa ante vosotros una burbuja rectangular de madera llena de butacas retro: Dos Billares es un speakeasy en el que tendréis la impresión que en cualquier momento aparecerá Humphrey Bogart. En realidad verás el afro de Archie Macías, coctelero de altos vuelos que prescinde de carta y es capaz de crear copas tan alucinantes como un Bloody Mary de wasabi que os puede provocar ataques de priapismo etílico.
Dr. Stravinsky ha mantenido la pátina noble del entrañable bar Nus, pero ha cambiado cervezas por crisoles; muchos de los destilados de esta coctelería los fabrican ellos mismos: en la sala de arriba hay un dispositivo de alambiques y matraces: un auténtico laboratorio vintage. La carta es un prodigio de imaginación. El Suculent, a base de tequila y mezcal infusionados con cilantro, jarabe de pimientos y limón, es alucinante. Mejor coctelería de España en 2018: ¡que vivan los inventos de Dr. Stravinsky!
Cuatro bebedores románticos han revivido la legendaria coctelería Gimlet para reivindicar otra forma de beber; una filosofía ajena a los bares de cartón piedra para turistas que inundan la zona. Mantienen la maravillosa barra –así como los clásicos en la carta– pero podéis optar también por tragos de autor que son de otra galaxia. Antológicos, delicados, perfectamente equilibrados, imaginativos y en copa Martini helada. El Sol y Sombra, con albahaca, bergamota, pisco e Italicus, es orfebrería pura.
El Bobby Gin es uno de los grandes responsables de la popularización estratosférica del gin-tonic en Barcelona. Está claro que las creaciones del bartender Alberto Pizarro –mejor coctelero del World Class 2011, que equivale a decir que es el mejor de España– no tienen nada que ver con la macedonia flotando en el gin-tonic. Su especialidad son tragos donde la ginebra –antes que la tónica– se fuma, se infusiona y se macera. Fuera del gin-tonic, tienen un apartado de creación propia que impresiona.
Que el grupo La Confitería –especialistas en infundir vida nueva a bares clásicos– se haya hecho cargo del Bar Mudanzas –reducto local contra la gentrificación en el Born– es una grandiosa noticia: se bebía bien, pero ahora mejor: encontraréis una coctelería de aperitivo a mediodía, y por la tarde os servirán cualquier trago clásico que se os pase por la cabeza. Pero tened en cuenta que reinan las creaciones de Marc Àlvarez, uno de los grandes del cóctel en España y responsable de la carta de la nueva etapa.
Pocos establecimientos encontraréis en Barcelona que equilibren tan bien la vertiente de restaurante y coctelería como el BENZiNA. Por un lado, tienen una cocina romana impecable, por otro, una barra de coctelería de altísimo nivel, con entidad propia y que también puede acompañar los platos. Todos los cócteles son de creación propia y a precios de amigo, y rinden homenaje al classic rock. Desde la suavidad cítrica –Rich Girl, Aperol con limoncello e hinojo– a un poderoso Levon, golpe gourmet de ginebra con jarabe de canela y vino tinto.
Discover Time Out original video
