Hoteles balneario únicos para una escapada termal por España

El mejor balneario de Europa está en España y ha cumplido la friolera de 150 años en pie, edad que convierte a esta villa termal en una de las más antiguas de España (y pionera del termalismo gallego). Y como sucede con los balnearios históricos (esos a los que acudía la alta burguesía europea de finales del siglo XIX), todo nació en una antigua Casa de Baños, levantada en 1880. Luego vino el Gran Hotel, abierto en 1900 y cuya fama le hizo estar a la altura de los grandes balenarios de Baden-Baden (Alemania) y Bath (Inglaterra). Así es el Balneario de Mondariz, todo un icono del wellness más actual, distinguido con el Premio Wellness Experience 2023 en la primera edición europea de estos galardones. 

Castilla Termal Burgo de Osma es el impresionante balneario escondido en la provincia de Soria confirma que la Ribera del Duero no es solo tierra de viñedos. El agua que brota de sus manantiales lo convierte en un destino termal imprescindible (y reconfortante), con auténticas joyas del patrimonio nacional como la que oculta en su interior a uno de los mejores balnearios de España. Para descubrirlo solo hay que ir hasta Burgo de Osma que, para colmo, es uno de los pueblos más bonitos de España (y un sueño para quienes disfrutan con la historia y el legado cultural). 

No todos los balnearios de España pueden presumir de tener termas romanas de más de dos mil años de antigüedad, restos árabes, bañeras de mármol del siglo XIX, ni de estar levantados a orilla de una de las mejores playas de interior de España. El Balneario de Alange sí, una estación termal escondida en un lugar único de Extremadura, a solo media hora de Mérida, su capital, y que tiene en el agua su única razón de ser. 

La tradición del antiguo y majestuoso balneario de Las Arenas revive en este cinco estrellas de la cadena de hoteles Santos. Además de ser el único hotel spa cinco estrellas Gran Lujo de Valencia, puede presumir de ser el heredero de aquel balneario histórico, un icono de la Belle époque que llegó a contar incluso con un pabellón flotante levantado en 1922. Ya no queda nada de aquella terraza que parecía flotar sobre el mar en la playa de las Arenas (se lo llevó un temporal y jamás se volvió a restaurar), pero el legado del balneario y sus aguas termales continúa dentro de este edificio que es historia del termalismo valenciano.

Un manantial histórico de aguas termales mineromedicinales que emergen desde las profundidades de la tierra a 40 grados de temperatura. Ese es el tesoro que oculta Las Caldas Villa Termal by Blau Hoteles, un balneario que nació en 1776 como antigua Casa de Baños (es uno de los balnearios más antiguos de España) y que hoy es uno de los centros wellness más increíbles y afamados del país. Iréis por las propiedates curativas de sus aguas, que afloran desde una bellísima gruta natural, pero os enamoraréis de la belleza del entorno (es el manantial termal más importante de Asturias) y el diseño de todo el complejo, con piscina exterior, spa, clínica, tratamientos de belleza, gimnasio y múltiples actividades deportivas (hasta con entrenador personal). 

Si Bahía del Duque es uno de los mejores destinos spa del mundo, es gracias a su increíble talaso al aire libre, un circuito de talasoterapia único de España con más de 6.000 metros cuadrados y abastecido con agua que llega directamente del océano Atlántico Es precisamente su origen marino lo que hace que las propiedades curativas de sus aguas termales vayan más allá de una relajación superficial: ayuda a restaurar el equilibrio de cuerpo y mente gracias a la concentración de minerales, cuyos beneficios son también buenos para la piel y el organismo. 

Castilla Termal, la cadena de origen vallisoletano que rehabilita y recupera edificios históricos rescatándolos de los escombros, ha devuelto a la vida un lugar histórico que, de no ser por ellos, hubiera desaparecido (casi) bajo los escombros: la Real Fábrica de Paños de Brihuega. Y lo ha convertido en un paraíso de 78 habitaciones (con vistas al jardín versallesco más bonito de la Provenza española) en el que el concepto de ‘lujo silencioso’ se hace realidad desde el mismo momento en el que atraviesas la nave central del complejo, hoy convertida en flamante y silenciosa recepción (la expectativa no puede ser más impresionante). 

A más de 1.600 metros de altura se encuentra este balneario cuyas aguas termales fueron descubiertas por los romanos en tiempos del Emperador Tiberio. Un histórico manantial (que todavía hoy lleva su nombre) y del que brotan aguas mineromedicinales cuyo magnetismo ha llegado hasta nuestros días, convirtiendo al Balneario de Panticosa en uno de los centros wellness y de bienestar más conocidos del país. Y de los más singulares.