Castilla Termal Burgo de Osma, el majestuoso hotel balneario escondido en una antigua universidad de Soria

Castilla Termal Burgo de Osma es el impresionante balneario escondido en la provincia de Soria que confirma que la Ribera del Duero no es solo tierra de viñedos. El agua que brota de sus manantiales lo convierte en un destino termal imprescindible (y reconfortante), con auténticas joyas del patrimonio nacional como la que oculta en su interior a uno de los mejores balnearios de España. Para descubrirlo solo hay que ir hasta Burgo de Osma que, para colmo, es uno de los pueblos más bonitos de España (y un sueño para quienes disfrutan con la historia y el legado cultural). Y es que, lo que antiguamente fue la universidad de Santa Catalina de Alejandría (en el siglo XVI) hoy presume de ser el primer hotel termal de la provincia de Soria (las antiguas aulas acogen ahora las habitaciones del prestigioso alojamiento cuatro estrellas rehabilitado con respeto y rigurosidad). Su ubicación no es casual: bajo las baldosas del claustro renacentista del edificio (reconvertido hoy en restaurante con cubierta acristalada), brotan las aguas mineromedicinales que dan fama al balneario. Un auténtico espectáculo para los sentidos. Además de la infinidad de propiedades beneficiosas para la salud de sus aguas, y del tamaño del balneario (más de 1.500 metros cuadrados divididos en dos plantas), darse un baño termal en sus aguas es como un viaje al pasado: las termas del subsuelo recrean uno de los templos más conocidos de la provincia de Soria, la ermita de San Baudelio, una joya de la arquitectura prerrománica convertida aquí en una especie de oasis subterráneo con acústica cavernaria y estética mozárabe, a caballo entre el arte cristiano y musulmán tan propio de la provincia en época medieval. Y es ahí donde comienza el circuito de aguas, con hamman, piscina termal y sala de relax para finalizar. Aunque lo más acertado es poner el broche en una de las mesas de su restaurante, consagrado a la concina regional y el producto local. Es parte del sello de Castilla Termal, la cadena hotelera conocida por la rehabilitación y puesta en valor de edificios históricos en desuso (o incluso abandono), para darles de nuevo la oportunidad de recuperar el esplendor del pasado y volver a brillar como nuevos. Como han hecho en el último, y posiblemente más comentado, proyecto: la Fábrica de Paños de Brihuega, primer hotel cinco estrellas de la Provenza española. 

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