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Mejores restaurantes coreanos: la cocina asiática que tienes que probar

Kimchi, bibimbap, platos a la barbacoa... son algunas de las delicias orientales que nos trae esta suculenta y barata gastronomía asiática

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La cocina madrileña hoy es la suma de la cocina castiza, tradicional y regional con todas las culinarias regionales e internacionales que se practican, dándose a conocer en la ciudad. En ese mapa gastronómico global al que se tiene acceso en la capital, el continente asiático gana cada día posiciones, tanto en representación y variedad como en adeptos entre los comensales. Entre las cocinas asiáticas con una buena representación en la ciudad, nos centramos ahora en la cocina coreana, famosa por sus fermentados y encurtidos, pero rica en variedad y técnicas de elaboración. Con esta selección de restaurantes hacemos las maletas y, sin salir, de la M30, viajamos a través de diferentes ofertas gastronómicas coreanas: tradicionales, especializadas, fusión… ¡para todos los gustos!

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  • Comer

Periódicamente, y últimamente cada menos tiempo, se suman nuevos, atractivos y populares restaurantes al panorama de opciones para comer en los alrededores de Plaza de España, donde abrieron el Zara más grande del mundo y ahora una megatienda de Mango. Su privilegiada ubicación hace que el icónico mercado de los Mostenses, a la espalda de Gran Vía, haya vivido meses de obras (para su peatonalización perimetral). A su amplia oferta culinaria, donde son mayoría los locales latinoamericanos (pero hay un baratísimo rincón de dim sum con menú del día más que apetecible), acaba de incorporarse un pequeño pero bonito local de cocina coreana. Recetas de fondo tradicional, plenas de sabor y presentadas en sencillos platos metálicos son las señas de identidad de Pury, donde el esmero y cariño de sus responsables en cada elaboración es evidente.

2. Na num

Desde Buenos Aires aterriza en la capital (Libertad, 8) este coreano a su manera, una mirada contemporánea y mestiza a aquella gastronomía. "Nuestra cocina tiene una base de cocina coreana pero mezclamos un poco de todo. Es una cocina que no está delimitada por una frontera cultural y estamos abiertos a seguir incorporando esos sabores y texturas que caracterizan otras culturas", nos contó su propietaria Marina Lis Ra. Eso sí, aquí se venera el gochujang por más que aparezca de actor secundario en algunos platos y no faltan algunas bebidas alcohólicas tradicionales como el soju y el makgeolli. Y, por supuesto, siempre hay kimchi. De hecho, uno de sus platos fetiche son las setas ostras ahumadas con kimchi asado y fermentado seis semanas con puré de coliflor, pangrattato, Grana padano y cilantro.

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  • Asiática

Cercano a Nuevos Ministerios, Casa Pei + es el primer dumpling café de la capital, concepto pionero que une empanadillas de estilo asiático y otros platillos con el mejor café de especialidad. El establecimiento conjuga el saber hacer de una madre y una hija que emprendieron juntas creando este singular establecimiento. Chinas de ascendencia coreana, emplean referencias culinarias de ambos países, que se dan la mano y conviven en una carta corta en la que destacan las masas, artesanas, y el kimbap. Similar a primera vista al sushi, el kimbap es un bocado que consiste en un rollo de arroz cubierto con alga y relleno de diferentes ingredientes. Con precios contenidos y un interiorismo cuidado, el local resulta agradable a cualquier hora del día. Puede pedirse a domicilio o encargarse para recoger y llevar.

4. Sarang Bang

Esquinado en la calle Amnistía, en el barrio de los Austrias, el Sarang Bang es esa opción marcada en ocasiones por la propia clientela coreana. Amplia oferta, generosas cantidades y platos caseros, cada vez más orientados a lo vegetariano, aunque no se corten tampoco con el sotteok, los pinchos de arroz y salchichas bañados en salsa picante. Presentan de entrada banchan: surtido de platillos de tofu, kimchi o verduras encurtidas. Cuentan con un buen número de sopas recomendables y luego centran su especialidad en el bibimbap. Pero no está de más acabar con una ración de songpyeons (pastelitos de arroz) o con el postre veraniego patbingsoo, muy street food en plan leche granizada con fruta y… frijoles.

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  • Coreana

En la calle de la Reina, muy cerca de la Gran Vía madrileña, encontramos el restaurante Maru, una de las referencias capitalinas de cocina tradicional coreana y el sitio ideal en el que encontrar reunidas las elaboraciones más representativas del país. Para picar al centro, para comer por platos o para compartir, en su carta conviven el kimchi con diferentes tortillas o caldos y sopas, dumplings coreanos, kimbap, sabrosos platos de carne, tallarines o arroces y, además de las opciones que llegan de la cocina… ¡también tiene barbacoa en mesa! Maru propone diferentes cortes y tipos de carne, que puedes combinar y cocinar a tu gusto al más puro estilo de la barbacoa coreana.

6. Miso

Reconocido por su autenticidad, este lugar donde se respira el mejunje hecho en casa encandila a los vecinos de Arganzuela. Es un comedor que podría ser cualquiera si no fuera por la temática de los posters y máscaras que medio decoran las paredes, con algún biombo y una barra de lo más hermosa. Lo importante es que hacen gala del nombre que pusieron al negocio ya que Miso significa sonrisa en coreano y Kim y los suyos no pueden ser más simpáticos. Pero es que además sirven un ramen coreano para presumir de integración en Puerta de Toledo. También kimbap, tortilla de kimchi, jjamppong (sopa de marisco picante), takgangjeong (pollo frito con más picante), bibimbap y sus hits: japchae (fideos de boniato salteados con ternera y verdura) y jajangmyeon (noodles con salsa negra de chunjang). Todo acompañado por vino de arroz makgeolli. Bueno, y tienen su tiramisú “coreano”. Porque, claro, está hecho por una coreana.

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  • Coreana

El restaurante Seoul se encuentra en el barrio de La Latina, en ronda de Segovia. Aquí la cocina tradicional queda representada a la perfección, en una carta en la que se incluyen elaboraciones como el kimchi casero, el kimbap, el bibimbap o el bulgogi (ternera marianda y normalmente cocina a la parrilla). Variedad de opciones de carne y pescado, y también sopas y caldos, noodles cocinados en sopa, en salsa negra, con caldo picante… No puedes irte sin probar uno de sus bocados de postre, elaborados a mano. Además de tenerlo en mente para comer o cenar cualquier día, es el sitio ideal si necesitas organizar un evento o comida de grupo. Y si quieres probarlo sin salir de casa… ¡envía comida a domicilio!

8. Dimibang

Local sencillo pero cómodo y agradable de estar que lleva unos quince años ya en la zona de Argüelles. Se acuerda del libro de cocina coreana escrito en el siglo XVII por la noble Jang, el primero de esa clase firmado por una mujer en Asia Oriental. Puede hablar bien de esta historia la jefa Kyung Hi Anyu, la señora An, en España desde 1980 y siempre al quite. También de una carta algo inabarcable, con algunas especialidades japonesas como los makis. El ritual de la casa es la barbacoa para que el cliente cocine su propio bocado en la mesa. Se completa perfectamente con unas empanadillas mandu, con el popular chapche (o japchae), con sopas como la de Sun De Kuk, o con el dolsot bibimbab servido en un cuenco de piedra caliente.

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9. Midang

Ubicado en las proximidades del Mercado de las Maravillas, Mi Dang es el pequeño restaurante de un matrimonio coreano que llegó a España a finales de los años ochenta. La apertura de este negocio, años más tarde, supone la realización de un sueño, el de ofrecer auténtica comida de la provincia de Jeolla al público madrileño. De ambiente relajado y trato cercano, su nombre se traduce literalmente como “el hogar de las delicias”. Entre sus bocados más destacados, platos como el dolsot bibimbab (arroz con verduras, huevo, ternera y sopa de miso), el jeiukbokum (plancha de panceta de cerdo con verduras marinada con salsa de guindilla) o el chulpan bulgogui (verduras y fideos cocinados en caldo sobre la mesa), que es ideal para compartir. Dispone de reparto a domicilio, menú del día (10, 50€ o 9,50€ sin postre) y opción de comida para llevar.

10. Ssomek

En pleno meollo histórico, esquina Calderón de la Barca, apareció hace pocos años la Corea en Madrid más conectada con la juventud. Más un café-bar que un restaurante, Ssomek es lugar de encuentro de chavales para picar algo rápido y beber soju (también mezclado con tónica o en cóctel por 4 euros). Lo hacen divertido Jesse y amigos, organizando además karaokes y fiestas asociadas al club Epoka. El bar es pequeño y no esconde su vocación de estética kpop, incluyendo peluches de los personajes animados de BT21. Todo ideal para tiktokers. A modo de gracia, el hot dog coreano, en realidad una brocheta de pollo frito relleno de queso. Pero hay más: tortilla de kimchi, kimmari (alga frita rellena de fideos de batata para acompañar el aperitivo callejero del tteokbokki) y demás platos populares como el jajangmyeon de noodles y algún ramyeon. 

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  • Coreana

Mama Uma es la casa de comidas que se ha puesto el objetivo de asentar la gastronomía de Corea en el imaginario colectivo de los españoles, acercando algunos de sus platos más tradicionales, en los que están especializados, durante el día y transformando su oferta de comida por la noche, cuando esta toma un toque más gamberro. Se encuentra en el interior del Mercado Barceló, aunque también acepta pedidos a domicilio. Entre sus imprescindibles se encuentran tres platos tradicionales, en los que son expertos: bibimbap (de aguja de ternera o setas shiitake que se combinan con verduras y huevo sobre arroz), tres versiones de pollo frito al estilo coreano (emplean pollo de corral que se marina entre 12 y 24 horas y lleva doble fritura) y los mandu dumplings, empanadillas coreanas hechas a mano y con diferentes rellenos. Además de su oferta gastronómica, en su menú también se incluyen clases privadas e introductorias a esta gastronomía.

  • Asiática

Aunque Yakiniku Rikyu, que se encuentra pegado a la Castellana, en pleno Almagro, se clasificaría como restaurante japonés, lo cierto es que su oferta responde también a la fusión. Y es que la técnica principal que le da nombre es originaria de Corea y característica de su cocina. Yakiniku, literalmente “quemar carne” o “parrilla que se hace uno mismo”, es una forma de elaborar carne que viajó hasta Japón de la mano de los migrantes coreanos, especialmente en la década de los cincuenta y que ahora podemos disfrutar en Madrid. En este establecimiento, que combina en su carta elaboraciones tradicionales japonesas y coreanas, encontramos como producto estrella la carne de Wagyu, ideal para preparar, precisamente, en esa fórmula de parrilla que se dispone en el centro de la mesa y en la que es cada comensal quien cocina la carne a su gusto.

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