El primer dumpling café de Madrid (y probablemente de España) es un negocio familiar, regentado por Pei y su madre, una a la cabeza del servicio y, la otra, de la cocina, respectivamente. Abierto en 2022, responde a la evolución de un primer modelo de negocio que estuvo basado en la entrega a domicilio y que ahora se puede disfrutar en este establecimiento. Madre e hija son chinas de ascendencia coreana, con lo que fusionan el bagaje culinario de ambos países para combinarlo en esta propuesta honesta y asequible que se cimienta en la calidad de lo artesano.
¿Pero qué es exactamente un "dumpling café"? En el caso de Casa Pei+ es, literalmente, la combinación de los dos pilares que definen su oferta: buen café de especialidad y dumplings caseros, elaboraciones que la madre de Pei prepara con destreza. Con cocina abierta de manera ininterrumpida, se puede pasar a tomar la combinación que desee. El esquema lo marca el comensal.
En la planta baja, algo más de media docena de mesas sin mantel para dos y cuatro comensales conviven con sillas de diferente diseño, alternas. Junto al ventanal que da a la calle, una barra con tres taburetes, en la que también se puede comer. En el piso superior se encuentra la única mesa grande que tiene el establecimiento. Paredes blancas, sin recargar, con detalles bien escogidos y, al fondo, la barra y su estructura en madera. Una máquina de café de La Marzocco preside el mostrador, integrada en el trajín de entrada y salida de comandas que van de la cocina a las mesas, en las que los clientes aguardan su dosis de masas rellenas. Al final de un pasillito, unas discretas cortinas blancas dan paso a la cocina.
La carta, de diseño sencillo y limpio, se encuentra alineada con el resto de los elementos que componen el local, dividida en secciones. La primera engloba todos los dumplings al vapor y a la plancha (por los que cobran un suplemento de 0,50 céntimos), que se pueden pedir en seis versiones distintas, todas ellas en raciones de diez unidades. En un momento en el que proliferan este tipo de entrantes asiáticos en casi cualquier tipo de restaurante (ya no solo en los de especialidad), encontrar estos bocados elaborados a mano, con masa artesanal y relleno casero merece una valoración a conciencia. Ni su sabor ni su textura son comparables con sus equivalentes procedentes de la industria alimentaria, hechos en serie y congelados.
Dentro de los platos especiales de Casa Pei+ hay dos raciones bien nutridas: los wonton fritos, en comanda de siete o de catorce piezas y la ensalada de rollitos, con col y dos opciones de salsa a elegir. En el apartado de sopas, es remarcable la de wonton y tallarines, suave y reconfortante. Por último, distintas opciones en pequeñas porciones para acompañar: kimchi clásico o en cubitos y anchoas salteadas, diminutos pescados aliñados con salsa dulce picante, de potente sabor.
Fuera de carta se puede probar el kimbap, bocado coreano que puede recordar en aspecto al sushi, con el que solo tienen en común el arroz y el alga. El que sirven en Casa Pei+ va relleno de arroz, fish cake (literalmente "pastel de pescado", aunque no tenga nada que ver con la receta española del mismo nombre), espinaca, huevo, zanahoria y rábano encurtido y queda prensado y cubierto por el alga nori.
Aviso: no reservan, y puede que tengas que esperar un poco en la calle hasta que alguna de las mesas quede libre. Si es así, aprovecha para observar el ordenado ir y venir de Pei, la eficiencia con la que toma comandas, sirve platos y la cara de disfrute de todos aquellos que vienen a probar la comida "hecha por mamá".