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Dónde comer y beber en Madrid Río: restaurantes, bares, heladerías...

De Princípe Pío a Matadero. Un recorrido paralelo al río Manzanares para sentarse a comer o beber después del paseo

Gorka Elorrieta
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Madrid Río, igual que la renovada Plaza de España, se ha convertido en un destino cada vez más paseado... Da igual la temporada del año, familias con carrito, parejas con perros, ciclistas de ruta... van arriba y abajo de las puertas de entrada a la Casa de Campo o el parque de la Bombilla hasta los límites con el parque Lineal del Manzanares.

Si queréis ir más allá de los chiringuitos instalados en el camino para tomar algo o comer unas patatas de bolsa, aquí os dejamos un listado de restaurantes, bares y puestos de mercado para sentarse a comer rico, de rincones donde beberte una cerveza artesana o un café de especialidad... 

Tenemos desde locales y planes baratos a las cocinas más gourmet o esos lugares ya con mucha solera. Vais a encontrar una parrilla argentina, un hotpot chino o una taquería mexicana, entre otros establecimientos. Hay mucho para elegir en las calles de Arganzuela más cercanas al río Manzanares pero también nos vamos al otro lado, en la orilla de Latina, Usera y Carabanchel. Ideas para combinar no solo con una quedada con amigos por la zona de Legazpi sino para sumar a una obra de teatro en las Naves del Matadero, a un recorrido por el invernadero del Palacio de Cristal, a cualquiera de los eventos que se organicen en la llamada Explanada de Madrid Río o a un día de protesta por la tala de árboles por las obras de la ampliación del metro.

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Siempre hay algún fuera de carta en una propuesta ya bastante dinámica. Uno de los grandes tapados de la zona de Legazpi. Una ubicación que se aleja del bullicio. Eso suma porque se gana comodidad, tranquilidad y quizás les reste protagonismo. Cocina con sabor, confortable, sencilla. Mercado y tradición puesta al día. El menú cambia cada semana y no solo en el comedor (en las mesas altas junto a la barra o en las mesas de la terraza), también ofrecen la opción de delivery y take away. Y cuentan con una pizarra de vinos por copa escueta pero interesante, que se sale de lo habitual.  

Cruda

José, líder chamánico en Bendito (puesto en el mercado de San Fernando en Lavapiés) abrió el bar Cruda en Arganzuela y así pudo expandir su idea de sumillería energética al borde de lo espiritual. Ahora crece Cruda 2.0 en el mismo lugar pero en un espacio que ha mutado a través de la obra de Javi Iniesta (Studio Animal). Más conceptual, performativo y hasta místico. La zona de restaurante (se come realmente bien) y la mesa doble de siete metros funcionan al estilo convencional hasta que en momentos puntuales se adaptan a las experiencias cósmicas de ultramaridaje con las que conectar tierra y cosmos. El plan incluye comisariados que ocupen el por ahora indefinido no-lugar. La planta de abajo reserva además un planteamiento todavía más underground para la última botella. Como los vinos de mínima intervención y con personalidad y terroir que aquí se beben, Cruda están siempre viva. 

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Picar by Gozar

Del creador de Gozar, que no es otro que el sumiller y empresario Pablo Morales, llega ahora al Mercado de Tirso de Molina (a pesar del nombre está en la zona de Puerta del Ángel) la versión de picoteo informal de la neotaberna castiza próxima a Madrid Río. Lo primero que te conquistará nada más entrar en el mercado es el mercado en sí, ya que da gusto comprobar que todavía resisten muchos de los puestos tradicionales… ¡Y esperemos que por mucho tiempo! Todos ellos conviven con este novedoso proyecto en el que se puede intuir que una de las pasiones de su propietario es la cerveza (porque es artesana y está especialmente bien tirada). Si te dejas caer por Picar by Gozar, vas a tener la oportunidad de conocer una original versión de la clásica ensaladilla, en este caso especiada y acompañada de mejillones en escabeche y alga nori. Además, te proponemos su muhammara mexicana o el trikini de chicharrones, pimientos verdes fritos y queso edam fundido. Como ves, se trata de platos con toques viajeros que huyen de lo convencional y, sobre todo, de lo que se suele ofrecer en un bar de mercado. ¡Aquí se viene a picar y a gozar!

  • Comer

No hay muchos representantes de la cocina griega en la capital. Así que apuntad este localito cerca del Matadero que lleva poco más de un año abierto, trabaja con productos ecológicos de pequeños agricultores y compra en los comercios cercanos. Además Jari, responsable y alma mater de Casajari (Jaime el Conquistador, 21), se trae especias de Grecia siempre que puede y eso ya marca una diferencia. Pero es un representante sui generis porque se acomoda a Madrid, al barrio -hay vermut de grifo y alguna que otra cerveza artesana- y porque tiene una sección, "Lo nos apetezca", que le sirve de excusa para crear platos mediterráneos, no solo griegos.

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Taberna Delfín

Café para muy cafeteros en la ribera de Usera. La pista (Eugenio Caxes, 12) que va a conquistar a los aficionados a la casquería (sus callos están entre los mejor valorados de la cudad) y a los que busquen marisco de garantías, sean una ración de coquinas o un trío de cigalas,  en esta orilla del río Manzanares. Y la gracia del asunto, el giro que lo ha convertido en una dirección aún más peculiar, es que al frente del negocio y de las recetas castizas está Ming Heng Chen (llamadle Iván). De Hong Kong a un bar de los de toda la vida, con media docena de mesas, sus jamones colgando y su expositor refrigerado, con una pizarrita para el menú o las sugerencias del día. 

Juancho´s BBQ

En su crecimiento, lento pero sin pausa (han dado incluso el salto fuera de Madrid -Valladolid-), los responsables de una de las mejores hamburgueserías del país han aterrizado en Arganzuela, a un paso de la glorieta de Legazpi (Embajadores, 177) y no lo han hecho de cualquier manera. Han venido con el local más grande que tienen hasta la fecha. Neones y ambiente familiar para su famosa parrilla al carbón donde elaboran toda su versátil oferta (de la Federer a la Bacon Juancheese burger o La Fit), las ediciones limitadas que irán llegando a la carta y toda esa serie de acompañantes para completar la visita: croquetas, tequeños, guacamole casero... 

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  • Comer

Escondido entre los edificios de esta arbolada zona residencial (con pistas de tenis y patinaje) cercana a Pirámides, codeándose con la recomendable pastelería italiana Una dolce idea, lo que antes era un bar de barrio de viejo cuño se ha transformado en un pequeño pero luminoso espacio (grandes ventanales dan esta zona peatonal donde además han instalado varias mesas de terraza), sencillo en sus formas pero con una cocina gustosa y un ambiente agradable y muy kidsfriendly. El Melilla es ahora Peninsular (Melilla, 55), que en homenaje a su anterior inquilino tiene/tendrá en carta el flan de Antonio. En la barra lucen siempre gildas y flores frescas. 

La Grifería

De los mismos creadores de La Caníbal, uno de nuestros bares de referencia en Madrid, tenemos desde hace más de un año esta tabernita (Antonio de Leyva, 2) que comparte líneas argumentales con aquel templo. En otro formato y ajustándose al barrio que no es Lavapies. Picoteo bien seleccionado, servicio amable, para un generoso despliegue de cervezas artesanas y vinos libres, naturales. 12 grifos ni más ni menos y una nevera con otras tantas etiquetas y botellas para bajarse en buena compañía.

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  • A la brasa
  • Crítica de Time Out

Javier Brichetto está al frente de este templo para carnívoros en una zona que no te esperas. Y, sin embargo, aún situado lejos del centro gastro de la ciudad, se ha convertido en un referente cuando quieres comerte un ojo de bife o un costillar con las mejores garantías. Pero, eh, también manejan un buen puñado de opciones vegetarianas que pasan por la parrilla o se ahuman para darles una nueva vida. Terraza para los meses de buen clima, una mesa comunal de madera frente a la gran parrilla vista y un servicio de restaurante de nivel completan esa experiencia feliz que has arrancado hincándole el diente a sus croquetas de asado o su empanadita criolla, dos bocados que ya lanzan las buenas expectativas con las que has llegado. 

  • Cafeterías
  • Arganzuela
  • precio 1 de 4
  • Crítica de Time Out

Aún elaborando 200 diarios, que suben a 300 los findes, casi todos sus dónuts vuelan antes de cerrar. La vitrina exhibe seis sabores distintos que cambian semanalmente. “Son tres grupos. Con frutas de temporada, los que llamamos experimentales y los inspirados en postres de toda la vida”. Os engancharéis a la calidad y las creaciones de Sandra y Joel al primer mordisco.

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