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Si buscas tapear o comer por Madrid Río y andas por la siempre muy concurrida zona del llamativo puente de Perrault (sí, ese metálico de forma helicoidal sobre el Manzanares), tienes que sumar un nuevo resto-bar a la ruta para el aperitivo en familia/con amigos. Lo regentan un par de argentinos (y eso se nota en la carta) y es una parada que no falla aunque no lleven ni dos meses abiertos. Probad su pincho de tortilla de patata y ya nos decís si vais a volver o no. En Acacias cada fin de semana se llena el peruano Mis Tradiciones (tal es su éxito que se han hecho con un local contiguo centrado en pollo a la brasa), no hay una mesa libre en las terrazas del Coppola ni en la taquería María Bonita. Pues aquí podéis encontrar sitio hasta que se corra la voz. Y eso será rápido porque hacen las cosas bien.
Escondido entre los edificios de esta arbolada zona residencial (con pistas de tenis y patinaje) cercana a Pirámides, codeándose con la recomendable pastelería italiana Una dolce idea, lo que antes era un bar de barrio de viejo cuño se ha transformado en un pequeño pero luminoso espacio (grandes ventanales dan esta zona peatonal donde además han instalado varias mesas de terraza), sencillo en sus formas pero con una cocina gustosa y un ambiente agradable y muy kidsfriendly. El Melilla es ahora Peninsular (Melilla, 55), que en homenaje a su anterior inquilino tiene/tendrá en carta el flan de Antonio. En la barra lucen siempre gildas y flores frescas.
Qué se come en el nuevo bar en Arganzuela para tapear
Como buenos argentinos no falta el Fernet en el botellero de los destilados, trabajan vinos de etiquetas muy reconocibles (varias DO pero sin sorpresas porque el barrio tampoco las demanda) y una pizarra que vale para sentarse tranquilo a comer o para irse de tapas a la barra. Vamos, tenéis tabla de quesos, ensaladilla rusa y buñuelos de bacalao para compartir.
Pero, si habéis reservado mesita (o vais a primera hora a buscar hueco), podéis explayaros con una carta que ofrece espacio para todos porque tan pronto sale de cocina un tiradito de corvina como unos ravioli de salmón y pesto de pistacho o unos mejillones thai como que se traen toda la argentinidad que cabe en un chorizo criollo, una milanesa o una entraña, icono parrillero al otro lado del Atlántico.
¿Y de postre? Pues mientras cuadran la receta flanera del bueno de Antonio o aparece (que aparecerá) un alfajor, pedid una porción de lemon pie o de tarta de queso si os tientan más, que es probable, que el bizcocho de zanahoria (eso sí, con esta hortaliza hacen una mantecosa crema que apreciarán los niños si vais con ellos).
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