Los orígenes, formación y mudanzas vitales hacen del reflexivo Yong Wu Nagahira una torre de Babel que se filtra en su personal cocina japonesa. Abstenerse puristas. Su chawan mushi comprime las líneas conceptuales más atractivas del restaurante: fusión armónica, rigor técnico y sabores equilibrados. Producto de calidad, ambiente relajado, servicio cercano. Aunque cada semana prepara nigiris fuera de carta, las versiones templadas son obligatorias.
La gastronomía nipona, sea ramen o bocados en crudo, está en cada esquina de la ciudad. No hay un barrio sin un local donde sirvan sushi, sea para llevar o para comer ahí mismo, sea una franquicia o un proyecto personal. Hasta muchos supermercados han incorporado corners donde alguien prepara bandejas y bandejas de sushi (con su wasabi y su botecito de soja). El combo arroz y pescado crudo se ha democratizado hasta la saciedad. Pero la calidad de la materia prima, aquí de manera más evidente que en otro tipo de comida (más elaborada), marca claramente la diferencia.
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