Limbo
David Salazar
David Salazar

15 restaurantes donde comer por 15 euros o menos

Restaurantes baratos donde comer por poco dinero. Un paseo por buenas cocinas de todo el mundo sin dejarse un dineral

Gorka Elorrieta
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¿No tenéis mucha pasta? No hace falta que os resignéis a comer comida basura. Os ofrecemos un recorrido por algunos de los restaurantes madrileños donde si pagáis con un billete de 20 euros os darán hasta las vueltas. Eso sí, la clave está en ser epicúreos: disfrutar intensamente sin excesos. El turismo gastronómico con un solo billete exige controlar el gasto en todo momento, con esta selección de restaurantes 'low cost' lo conseguiréis. Y aunque puede que alguno aún no haya abierto sus puertas, sus servicios 'delivery' os llevarán a casa sus mejores platos sin dejaros un dineral. 

RECOMENDADO: Bares con tapas gratis

  • Hamburguesas
  • Chamberí
  • precio 1 de 4

Quizás porque no es una hamburguesería sirven la mejor versión que vais a probar estos meses. Aunque la pluma sea el corte favorito del patrón, de su parrilla pueden salir 200 diarias, carne cortada a cuchillo cada mañana. La de panceta ibérica marinada en receta secreta es de lágrima. Les tienes en el mercado de Chamberí.

  • Comida rápida
  • Malasaña
  • precio 1 de 4

¿A quién quieres más, a mamá o a papá? La misma duda os asaltará en este espacio monográfico, de aire industrial pero cálido, entre su sándwich de pollo (ojo, brioche casero) y las alitas. Rebozado de tiralíneas y carne sabrosa. Salsas caseras, cerve artesana, buena música y trato amable lo convierten en un irrenunciable y ejemplar guilty pleasure.

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  • Mexicana
  • Malasaña
  • precio 1 de 4

Entrar es hacer tabula rasa con todos los tacos de carnitas que habéis comido hasta ahora. Aquí el cerdo, protagonista único, lo cocinan durante varias horas en cazuela siguiendo una receta familiar de larga tradición y se sirve en cuatro versiones (cuerito, maciza, campechano y costilla). Taquería genuina y gustosa. Una michelada y a seguir la fiesta.

  • Mediterránea
  • Azca
  • precio 2 de 4
Honest Greens
Honest Greens

Todo lo sano está de moda. La tendencia ha llegado con fuerza a la capital. Ensaladas, carnes, guarniciones frías, guarniciones calientes y bebidas se despliegan en este versátil y amplísimo espacio, en una muy sugerente propuesta que lleva el sello del chef Benjamin Bensoussan. Un proyecto que aterriza para, de entrada, conquistar a todos los oficinistas de la zona. Su oferta dinámica cumple con todos los requisitos que demandan quienes buscan los bocados más saludables.

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  • Cervecerías artesanas
  • Chamberí
  • precio 2 de 4
La Virgen 154
La Virgen 154

Era cuestión de tiempo. En 2015 empezaron a compartir techo en el mercado de Vallehermoso. Mientras cada sábado los de Kitchen 154 hacían acopio de botellas en el puesto de La Virgen para el animadísimo servicio nocturno, los segundos se iban enamorando cada día más de las costillas coreanas. El germen de esta simbiosis natural fue una cerveza. Una pale ale con cítricos asiáticos que sirven en exclusiva y como la de la casa en este nuevo y muy versátil espacio. El fin de semana cada mesa es un hervidero donde participan familias, parejas y amigos. 

  • A la brasa
  • Centro
  • precio 2 de 4

Una oda al pollo asado (y a las brasas). Con este siempre apetecible plato quieren conquistar a todo el que ande por los aledaños de Malasaña. El horno de Limbo, con un diseño que remite a un camión cisterna, está fabricado en hierro bruto con las tecnologías más punteras, que permiten optimizar sus funciones. 

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  • Griega
  • Lavapiés
  • precio 2 de 4
Egeo
Egeo

Hasta Grecia se ha venido a poner su granito de arena a Lavapiés, nuestro verdadero barrio cosmopolita donde los haya. Fue en 2016 cuando este restaurante especializado en souvlakis (pequeños trozos de carne y verduras que rellenan una masa de pan de pita, a modo bocadillo, con salsas como la famosa tzatziki), abrió sus puertas aquí trayendo con éxito esta especialidad del país mediterráneo. No es un kebab, aunque guarde algunas similitudes, ni un restaurante griego al uso.

  • Malasaña
  • precio 1 de 4
Pez Tortilla
Pez Tortilla

Dos iconos tradicionales de todas nuestras barras y esta ola que no cesa de las cervezas artesanales. ¿Qué puede salir mal? La ecuación es tan fácil que no sabemos cómo nadie ha apostado antes por esta hiperespecialización, esta siempre apetitosa inmersión de bechamel y huevo. Hay expertos en lo uno y lo otro que triunfan y llevamos décadas comiendo las versiones de madres y abuelas, las nuestras, las de amigos y vecinos... pero es hora de acercarse a Pez Tortilla. 

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  • Asiática
  • Chamberí
  • precio 1 de 4
Tuk Tuk
Tuk Tuk

La historia de su propietario da para varias páginas. Ricardo Alexander tiene su propia banda de punk, ha tocado con Green Day y ha participado como especialista en decenas de películas de acción. Ahora se ha pasado a la gastronomía y ha ideado un local protagonizado por la siempre atractiva cocina tailandesa. Ambiente animado, callejero, y servicio ágil para unas simpáticas raciones de noodles, curries o brochetas. Entre sus platos destacados, el mítico pad thai.

  • Bar de bocadillos
  • Chueca
La Casa Tomada
La Casa Tomada
Cuando se trata de llevar el bocata un paso más allá del pepito de ternera o el de calamares, el primero que se apunta es el venezolano José Antonio del Pozo, que prepara unas versiones tan sabrosas como generosas, esa clase de bocadillos que no sabes por dónde atacar para no pringarte la barba hipster, de los que necesitan unas cuantas servilletas porque la salsa está deliciosa pero se desborda. ¿Salivando? Tienen casi una veintena de opciones para elegir.
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  • Centro
  • precio 1 de 4
Bolero Meatballs
Bolero Meatballs

Dos jóvenes, Nina Lafhchenova y May Nocon, están al frente de este localito –ya buscan otro más grande- cuyas colas empiezan a ser conocidas entre los ‘foodies’ y traseúntes del centro. Un ‘fast food’ a base albóndigas, en pan brioche, preparadas con afecto, sabor y, si te atreves con su fireball, una dosis de picante que no olvidarás jamás. Y, sí, claro, también han pensado en los veganos.

  • Pizza
  • Malasaña
  • precio 2 de 4
Aiò
Aiò

La cocina de Cerdeña también tiene su hueco en Madrid. Aiò es un acogedor restaurante italiano de Malasaña famoso por sus ‘pizzetas’, mini pizzas individuales que se doblan por la mitad para comer. La más demandada es la de pesto casero. Pero este local de aire vintage que incluye un aparcamiento para bicis en su planta inferior esconde más delicias en su carta. Merecen mucho la pena su lasaña, los ‘saccottini di zio Davide’, pasta rellena de queso pecorino de Cerdeña y pera con pesto de rúcula, y rematar la comida con un tiramisú. Aquí no se perdona el aperitivo italiano acompañado por un buen spritz.

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  • Japonesa
  • Lavapiés
  • precio 2 de 4

Lo de Yoka Kamada es uno de los negocios más prósperos, ejemplares y queridos de la zona. Empezó haciendo makis y niguiris en apenas dos metros cuadrados y ha acabado comandando una taberna nipona en el corazón del mercado de Antón Martín, un rincón donde todos los cocineros son japoneses. Eficiencia, sonrisas, buena materia prima, propuestas del día, objetos importados, sake, mochi de té verde, precios ajustados, amabilidad… son algunos de los pilares de este atractivo puesto.

  • Mediterránea
  • Conde Duque
  • precio 2 de 4
Crumb
Crumb

Una vez que descubres esta sandwichería no puedes dejar de recomendarla y de acercarte a ver si tienen sitio (que no es fácil porque no hay muchas mesas y no eres el único fan; conviene reservar los fines de semana) los días que andas de compras por el barrio (en alza). Entre su docena de opciones no es fácil hacerse con un favorito y cuando deciden darle un meneo a la carta tienes la necesidad de probar alguna de las novedades.

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  • Lavapiés
  • precio 2 de 4
Buns&Bones
Buns&Bones

Lo que fuera una pescadería en el área exterior del mercado de Antón Martín se ha transformado en un espacio donde la carne a la brasa y el cacareado bun (una especie de sándwich asiático de pan de trigo al vapor), tan de moda estos días, atraen una clientela constante. Es muy fluido el reguero de gente que se aposta en la barra corrida para comer unos baos (o buns), tomarse una cerveza y seguir. No admiten reservas pero hay quien prefiere esperar y coger sitio en su mesa grande.

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