Sopas del mundo en Barcelona: viaje al centro del sabor

Cataluña tiene la Escudella, Vietnam el Pho. El plato nació hace sólo un siglo en el norte del país y es el más consumido dentro y fuera de sus fronteras. Aquí lo puedes probar en Món Viet. Su Pho es un caldo de ternera cocido durante más de cinco horas acompañado de fideos de arroz, tiras de carne, brotes de soja, cebollino, cilantro y jugo de lima. Si queréis darle un punch explosivo, añadid un poquito de salsa Sriracha: chile rojo, vinagre y ajo. Una sopa exquisitamente especiada, fresca y fragante.

Antonio, el dueño de este café luso, nos cuenta que las fronteras entre la cocina gallega y la de su región de origen, Peneda-Gerês, en el noroeste de Portugal, son muy difusas. Para pasar el frío, nos ofrece un caldo verde. Bacalao a parte, es uno de los platos estrella del país: patata, col gallega, cebolla, ajo y chorizo ​​ahumado. Os resulta un poco familiar, ¿verdad? Es que está emparentado con el tradicional caldo gallego con grelos. Rematarlo con una copa de Valle da Fonte Douro y un pastel de Belém. Felicidade.

Las texturas tienen un papel fundamental en la gastronomía china. Por ello, la sopa que triunfa entre la clientela asiática de este modesto restaurante es la de fideos y tripa de cerdo; un caldo suave condimentado con polvo de cinco especias, fideos, tripa, acelga china, apio nabo y algas. Si las diez sopas que tienen en la carta no son suficientes, pedid un plato de xiaolongbao; saquitos de pasta rellenos con carne picada de cerdo y caldo hechos al vapor. La pasta es artesana.

Seguro que todos habéis probado la sopa minestrone, pero ¿cuántos de vosotros habéis probado la versión genovesa? Silvia y Diego, los dueños, cubren este caldo vegetal con una cucharada generosa de pesto, que es como se hace en Génova. Como estos muchachos tienen amplitud de miras, a veces en el menú del día cuelan sopas tradicionales de otros países, como la clásica sopa francesa de cebolla o la tailandesa tomo yam.

A los ya míticos Ramen-ya Hiro y Koku Kitchen Ramen les ha salido un competidor fuerte en Sants, el Kobuta, que en japonés significa 'cerdito'. No te dejes engañar por la humildad que desprende su nombre en diminutivo; los ramen que hace Hiroshi son superlativos. Elabora tres tipos de caldos diferentes: de cerdo, pescado seco y vegetariano. Es imposible devorarlos sin perder las buenas maneras en la mesa, pero tranquilos, sorbed sin miramientos. "Feel free to Slurp" es el lema de este restaurante donde ya se empiezan a formar colas los fines de semana.

En Barcelona sólo hay un restaurante malayo y, como era de esperar, no podía faltar en la carta uno de los platos más emblemáticos de su gastronomía, el laksa. Este caldo con curry, fideos, gambas, pollo, tofu y bolitas de pescado es uno de los platos más deliciosos del mundo. No te eches atrás por el picante de los chiles de esta sopa. Hay científicos que creen que la sustancia que contienen, la capsaicina, quema calorías, alivia los dolores y es buena para nuestra salud cardiovascular.

Graciela lo tiene clarísimo: los dos ingredientes más importantes para hacer la sopa más icónica de la gastronomía mexicana, el pozole, son la paciencia y el amor. Ella lo hace al estilo del estado de Nayarit, de donde es oriunda. Deja el maíz cacahuazintle en remojo todo un día, después lo cuece durante horas con cerdo, pollo y una salsa de pimiento de romesco y finalmente lo sirve acompañado de un plato con totopos, cebolla, lechuga, pepino, rábanos y limón. Ojo porque este acto amoroso de 9 euros sólo pasa los fines de semana. Desgraciadamente, la paciencia tiene un límite.

Kaisa y Kamil, silesianos, abrieron en 2017 un pequeño restaurante polaco en Les Corts. Ahí sirven los platos más representativos de su país, como el Zurek; una sopa densa hecha con masa madre, cebolla, ajo, patata, huevo duro, salchicha y bacon ahumado que se sirve dentro de un pan redondo. Kamil nos recomienda maridar con cerveza negra Kozlak. Si este plato no hace que entréis en calor es que no estáis vivos. Y si no consigue reconfortaros es que no tenéis sentimientos. Kaisa cocina con el corazón y con las lecciones culinarias de su madre, muy bien aprendidas.

El tercer mejor encebollado del mundo se sirve todos los días de la semana en un restaurante ecuatoriano junto a la Monumental. Sí, lo habéis leído bien. El Ñaño Bellaterra ganó el premio al mejor encebollado de Cataluña y de España en 2017, y en 2018 terminó entre los tres mejores del mundo. Eloy, el chef, nos lo comenta feliz y orgulloso, y no le faltan los motivos. Este sabroso caldo de pescado con atún, yuca, cebolla, limón, ají para seco y cilantro es quizás el plato más famoso de Ecuador, un país especialmente sopero.

Hay dos restaurantes en Barcelona, ​​dos en Bali y uno en Madrid que se llaman Sopa y donde los caldos y las cremas vegetarianas y veganas de temporada son las auténticas protagonistas. En su menú del mediodía siempre encontraréis cuatro opciones soperas de primero. Algunas os resultarán muy familiares, como la de calabaza y zanahoria de toda la vida, y otras no tanto, como el dahl indio de lentejas rojas o la crema nipona de verdura con miso.