Rio D.O.C.
© Ivan GiménezRio D.O.C.
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Los mejores restaurantes brasileños de Barcelona

La cocina del gigante americano con todos sus colores y sabores

Ricard Martín
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La cocina brasileña se ha hecho un hueco destacable en la ciudad gracias a la contundencia y autenticidad de sus sabores (y a que todavía conserva un cierto exotismo en nuestro imaginario). A diferencia de otras gastronomías americanas como la mexicana o la peruana, Brasil todavía funciona como un gran territorio virgen en los paladares del gran público. Tapiocas, quibes, moqueca y un despliegue de recetas y sabores inéditos que en Barcelona los podéis comer en un puñado de buenos restaurantes

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  • Brasileña
  • La Barceloneta
  • precio 1 de 4

Las chicas de La Carioca se han especializado en tapiocas, y son del todo fiables y caseras: empezaron a cocinar masa de yuca por el mundo con un food truck. Os recomiendo la Brasil: un potente bocado de ternera deshilachada con plátano macho y tomate en rodajas. Haced descubiertas gastronómicas como el queso coalho y las caipirinhas gourmet, que no tienen nada que ver con las de la lima machacada. Encontraréis una versión sana y exportable del restaurante brasileño. 

Su segunda ubicación ha llevado el concepto de local de los callejones de la Barceloneta al Palau de Mar: su estilo saludable se amplía en un local que permite hacer brunch, tapas, cócteles y sobre todo música en vivo: los fines de semana, pero también entre semana, os podéis encontrar de bruces con actuaciones de pura música brasileña; samba, jazz y bossa, tropicalismo de primer nivel, con artistas como Gabriela Pasche, musa de los Carnavales de Brasil de 2015.

  • Brasileña
  • La Barceloneta
  • precio 1 de 4

Esto no es un bistrot francés, no. Pero, sí, se sirve café, alcohol y comida abundante a precios populares. Tiene cero 'je ne sais qué' francés; la cadena del inodoro es un tapón de corcho. De chanson al hilo musical 'rien de rien', que es para el rock de los 70, y el televisor, para el fútbol. Aunque por la pizarra de la entrada podría parecer una hamburguesería, el Bistro 42 es en realidad un bar de barrio abierto hace diez años que satisface su fiel parroquia con pitanza lusa y comida brasileña.

Podéis comer tapas autóctonas, unas bravas o unos pimientos de Padrón, pero os animamos a probar sus excelentes 'salgados' fritos; la Kebe (una albóndiga de origen libanés hecha de bulgur y rellena de ternera, cabra y menta); la 'coxinha' (una especie de croqueta de pollo desfilado en forma de muslo); los 'rizos de Leitão' (crestas de cerdo) y la empanada de pollo, maíz y aceitunas. Si sois carnívoros, hay entraña y 'picanha' (la parte posterior de la ternera, la más apreciada en Brasil). Si es de pescado, el clásico 'bacalao à Brás'.

Si teneís prisa, 'choripán', un bocadillo de chorizo ​​asado. Y si tenéis resaca, no lo dudeís: 'alheira', un embutido de cerdo, pan, pimentón y ajo acompañado de huevo y patatas fritas. Cervezas nacionales, Super Bock y Sagres.

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  • Brasileña
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 2 de 4

¿Qué es un 'rodizio'? Pues sencillamente es la versión brasileña de un restaurante buffet libre. Y ya sabéis que Brasil no es precisamente el país más vegano del mundo. A precio cerrado tanto para comer como para cenar, en este restaurante amplísimo y de aires industriales, primero os espera un buffet libre con ensaladas y platos típicos de Brasil, como la 'feijoada'.

Y de segundo, empieza el espectáculo. En un 'rodizio' hacen a la parrilla una quincena larga de carnes que se asan, ensartadas en enormes espetos giratorios, a la vista del cliente. Y el camarero lleva la carne a la mesa, al punto deseado, y la corta con espada delante del cliente. ¿Los cortes? Picanha, longaniza gaucha, maninha, entranha, y otras delicias carnívoras que parecen diminutivos pero llenan mucho. La cosa funciona así: os equiparán con un disco verde/rojo, como un semáforo. Verde: no pare de llevar carne. Rojo: ya es suficiente, por favor. También disponen de menú vegano y vegetariano, pero si es tu caso, deberías preguntarte qué narices haces aquí.

  • Brasileña
  • El Gòtic

Un sitio obligatorio si lo que queréis es un contacto directo con la tradición más popular del país de la samba. Sobresalen en la preparación de los entrantes de esta cocina –una jugosa coxinha, croqueta de pollo–, o en el quibe, adaptación del plato libanés, a medio camino entre la croqueta y la albóndiga. Recalcitrantes fans del 'capipota', la feijoada –guiso de cerdo con judías pintas y arroz blanco– os conquistará. El menú de mediodía con parrillada, picanha o feijoada, a precio contenido, vale mucho la pena. Pequeño Brasil dentro del Barri Gòtic.

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  • Brasileña
  • La Vila Olímpica del Poblenou
  • precio 2 de 4

"La idea era abrir una embajada de Brasil", explica Bruno Guimaraes, propietario con su esposa Patricia de Río D.O.C. Del espacio anterior –una gigantesca copistería– de la que heredó espacio y luminosidad. Y tienen el honor de ser los introductores de la tapioca en Barcelona: un híbrido formal entre crepe y bocadillo de harina de yuca. Ligera, crujiente por fuera y tierna por dentro. Patricia es la encargada de un amplio repertorio de tapiocas, pastelería y tapas. Y con el tiempo, Río D.O.C. transmutó en Manioca Gluten Free, con todo el repertorio de tapas y crepes brasileñas sin gluten disponible (recordemos que la yuca no tiene gluten, y, por tanto, es ideal para ser central en el repertorio de un restaurante gluten free). Libre de gluten, pero no de carne, ojo: en el repertorio de Manioca reinan también platos contundentes, como su versión de la parmigiana de pollo o el filezinho, tiras de entrecot de ternera con salsa de soja, cebolla caramelizada y patatas fritas.

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