Esto no es un bistrot francés, no. Pero, sí, se sirve café, alcohol y comida abundante a precios populares. Tiene cero 'je ne sais qué' francés; la cadena del inodoro es un tapón de corcho. De chanson al hilo musical 'rien de rien', que es para el rock de los 70, y el televisor, para el fútbol. Aunque por la pizarra de la entrada podría parecer una hamburguesería, el Bistro 42 es en realidad un bar de barrio abierto hace diez años que satisface su fiel parroquia con pitanza lusa y comida brasileña.
Podéis comer tapas autóctonas, unas bravas o unos pimientos de Padrón, pero os animamos a probar sus excelentes 'salgados' fritos; la Kebe (una albóndiga de origen libanés hecha de bulgur y rellena de ternera, cabra y menta); la 'coxinha' (una especie de croqueta de pollo desfilado en forma de muslo); los 'rizos de Leitão' (crestas de cerdo) y la empanada de pollo, maíz y aceitunas. Si sois carnívoros, hay entraña y 'picanha' (la parte posterior de la ternera, la más apreciada en Brasil). Si es de pescado, el clásico 'bacalao à Brás'.
Si teneís prisa, 'choripán', un bocadillo de chorizo asado. Y si tenéis resaca, no lo dudeís: 'alheira', un embutido de cerdo, pan, pimentón y ajo acompañado de huevo y patatas fritas. Cervezas nacionales, Super Bock y Sagres.