El Sants obrero
El Poblenou se ha llevado la fama de antiguo barrio fabril de Barcelona, pero a principios del siglo XX Sants contaba con algunas de las fábricas más importantes del país. Cuando todavía era una vila independiente y agrícola de Barcelona, se instalaron en Santa Maria de Sants las primeras grandes industrias textiles de la zona, que determinarían la estructura y fisonomía del barrio. La tradición obrera de Sants no solo se nota en los nombres de las calles (plaza de la Farga, de la Vidriera...), las antiguas fábricas recuperadas para otros usos y las viviendas, si no en una vida asociativa de las más activas de Barcelona.
Desde la estación de Ferrocarriles Catalanes de Magòria- La Campana, seguimos Gran Via hacia arriba por la calle de Mossèn Amadeu Oller para iniciar el paseo. Rodeamos Can Batlló, la fábrica que abrió Joan Batlló en 1878 y originó a su alrededor el barrio de La Bordeta. La factoría llegó a dar empleo a unas 2.000 personas, la mayoría mujeres. Cuando a mediados del siglo XX el textil entró en crisis, la fábrica cayó en manos del gran pirata franquista Julio Muñoz Ramonet. Desde entonces y desde hace poco funcionó como una especie de colonia industrial con todo tipo de talleres y empresas independientes entre las cuales sobreviven los edificios de la capilla, el economato o la torre de aguas.
Can Batlló es una de aquellas asignaturas pendientes que arrastró un consistorio tras otro. Un inmenso recinto fabril como ya no quedan en la ciudad que ocupa nueve hectáreas de terreno. Por eso siempre ha sido motivo de disputas entre la inmobiliaria Gaudir, propiedad de las herederas de Muñoz, que tiene la titularidad, y los vecinos, que reclaman el uso para el barrio. La plataforma Salvem Can Batlló consiguió abrir la Biblioteca Popular Josep Pons, con acceso por la esquina entre Amadeu Oller y Constitució. Una excusa perfecta para que todo el mundo pueda entrar sin problemas al recinto y un primer paso para abrir Can Batlló a Sants.
Para disponer de más información sobre estas y otras luchas vecinales, solo hay que seguir por la calle Olzinelles hasta el Centre Social de Sants (número 30). Justo delante se puede ver otro edificio que protagoniza muchas reivindicaciones. La Lleialtat Santsenca (Olzinelles, 31) era una cooperativa obrera alojada en una construcción de aires regios firmada por Josep Alemany. A pesar de estar catalogado, el edificio está en evidente estado de decadencia y espera que se le insufle una nueva vida.
Giramos por Altafulla y aprovechamos para conocer la calle Dalmau que, a pesar de ser tan pequeña, esconde algunas de las joyas del barrio, como la torre Henriette Cros y la Casa de les Bruixes.
Por la calle Ibèria nos detenemos en la plaza del mismo nombre, recuperada como uno de los puntos de encuentro que más mantiene el aroma de barrio de toda la vida, con la bodega, la fuente, y el edificio más antiguo de Sants, la Casa del Rellotge. Por la calle Cros llegamos al antiguo Foment Republicà de Sants donde se fundó Esquerra Republicana de Catalunya. El edificio, también conocido como Ateneu Batllori, dispone de una vistosa fachada que parece la de un teatro, obra del arquitecto Enric Figueras.
Cruzamos la calle de Sants para adentrarnos en el Triángulo de Sants, que creció para alojar a los trabajadores de la fábrica La España Industrial. Por la calle de Riego llegamos a la plaza d’Osca, corazón del Triángulo y lugar donde se situaba el antiguo mercado del barrio. Todavía son fácilmente identificables en los alrededores las numerosas viviendas obreras construidas en el último tercio del siglo XIX, sobre todo en la calle Premià. Esta es también una de las zonas de Barcelona que más ha conservado la tradición asociativa.
Entramos en el recinto del actual Parque de la España Industrial por la antigua portalada que todavía se conserva en la calle de Muntadas, nombre de la familia propietaria de la que fue la primera sociedad limitada algodonera de España. Desde aquí se pueden admirar los pocos vestigios que quedan de la potente factoría, que en el barrio también se conocía como Vapor Nou: la guardería (actual Escola Bressol Pau), la Casa del Mig y el bosque de plátanos. Un poco más allá, el antiguo casino del barrio convertido en el Centro Cívico de Hostafrancs (Rector Triadó, 53).
Por el paseo de Sant Antoni caminamos en sentido opuesto a la estación, la mayor infraestructura del barrio, que se levantó en el año 1854 como punto de partida de la línea Barcelona- Molins de Rei y Martorell.
Muy cerca, en la calle de Sants, 79, otra infraestructura de transportes que ha cambiado de función. Las cocheras de los tranvías son ahora uno de los centros cívicos más emblemáticos del barrio. Nos dirigimos por Joan Güell hacia la antigua fábrica propiedad del empresario que da nombre a la calla. El Vapor Vell fue fundado por Joan Güell en 1840, por lo tanto era la industria textil más veterana de Sants. Las rebeliones obreras hicieron que el hijo de Joan, Eusebi Güell, trasladara la producción a Santa Coloma de Cervelló, a la que sería la Colonia Güell. El complejo pasó por múltiples vicisitudes hasta que el Ayuntamiento lo adquirió para convertirlo en colegio y en la principal biblioteca del barrio.
Seguimos por Joan Güell hasta los Jardines de Can Mantega, situados en la antigua masía de este nombre y que hasta la apertura del Parque de la España Industrial fue el único espacio verde en un barrio lleno de pisos. Aquí se encuentra la fuente más conocida de Sants, la del 'Ninyo', que se trasladó allí cuando la plaza donde estaba desapareció bajo el asfalto de la ronda del Mig. Giramos por la calle de Rosés para descubrir la Casa Gran. Ahora puede pasar desapercibido, pero este edificio de ocho plantas, cuatro porterías y 128 pisos, fue uno de los primeros bloques de viviendas obreras de la ciudad. Obra de Modest Feu, el arquitecto que llenó de casas modernistas la calle de Sants, disponía de un sistema de abastecimiento de agua y alcantarillado autónomo y su estructura facilitaba la relación entre los vecinos. De hecho, sus habitantes mantienen la tradición asociativa hasta el punto que disponen de una comisión propia para la Festa Mayor del barrio.