Es otoño, las hojas caen y los árboles se han quedado sin sus mejores galas. La ciudad se tiñe de castañas, lluvia, charcos conquistados por botas amarillas hasta las rodillas y cafés calientes. Pero los bares y restaurantes están cerrados, al igual que teatros, cines, salas de conciertos... Nos gustaría que la realidad fuera otra, pero todavía quedan cosas que podemos hacer en Barcelona para disfrutar del otoño de una manera diferente. Aprovechamos para redescubrir nuestra ciudad, recorrer los parques y jardines con una mirada nueva, saborear recetas con productos de temporada y planificar la Navidad.
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En todos los mercados municipales –y en algún supermercado– encuentras setas cuando llega el otoño, pero ninguna parada es como la de Bolets Petràs, en la Boqueria. Hace más de 40 años que abrieron la tienda en el mercado más mediático de Barcelona y la exportación les permite tener en stock una veintena larga de tipos de setas en todas sus formas: frescas, deshidratadas, congeladas...
Mercado de La Boqueria. Parada 867.
La sierra de Collserola la forman 8.000 hectáreas de espacio natural preservado y también es un espacio de descubrimiento y de aprendizaje donde se promueve el uso respetuoso y sostenible de este espacio. Salir a pasear es de las cosas que sí podemos hacer y como tenemos este lugar tan especial os animamos a volver a descubrirlo con el chip del otoño. En la web del Parque Natural hay un montón de paseos asequibles para cualquier forma física así como medianos y grandes recorridos. Elegid según los tiempos de duración, los lugares a visitar e incluso por temáticas. Veréis como cambia el Parque con cada estación.
En Ochiai ya nos tienen acostumbrados a sorpresas y nuevas creaciones, por eso es tan imprescindible ir a menudo. Además de panellets, el croissant del mes de noviembre es un Montblanc, relleno de vainilla y con una crema ligera de castañas por encima y coronado con marron glacé. ¡Luchamos para que se quede ya fijo en la carta, como el de cheesecake!
Y hablando de Marron Glacé en el cruasán de Ochiai, no podemos olvidarnos de los que hacen en el Foix de Sarrià, son una delicia y solo se pueden comprar en esta época. Según explican, las castañas se escogen minuciosamente y se pelan con vapor de agua y se confitan, una por una, con néctar mediante un proceso laborioso. El toque glasé es una fina capa crujiente de cobertura glaseada perfumada con vainilla. Escribiendo esto ya se nos cae la baba, ¡madre mía!
Las galerías y museos resisten abiertos –con menos aforo– y ahora mismo tenemos en cartelera un buen número de exposiciones que os esperan con los brazos abiertos (y desinfectados). Pintura clásica, el mejor fotoperiodismo del año, el mito de los vampiros, nuevos espacios expositivos e incluso muestras que recogen las experiencias del confinamiento.
Barcelona está llena de parques y jardines de todo tipo. Algunos se merece una visita de un día entero y otros son más sencillos, pero todos ofrecen una vía de escape que debemos valorar. Con la nueva estación, muchos de ellos cambian totalmente y por eso os invitamos a jugar a encontrar las tonalidades rojas y naranjas del otoño por todos los parques de la ciudad. Algunos siguen frondosos y de un verde alucinante, pero si buscas bien encontrarás especies que ya han cambiado de traje.
...o de boniato, de remolacha... En definitiva, de producto de temporada. El otoño es tiempo de caldos y de cremas, como las que facturan en el Sopa (con este nombre, no podría ser de otra manera), ahora en formato take away. Este restaurante vegetariano con opciones veganas prepara un menú diario por 10,50 euros donde podéis escoger entre cuatro sopas, dos ensaladas y tres platos calientes. Ah, ¡y también hay menú infantil!
Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. Es decir, si no podemos disfrutar de actividades culturales en directo, de manera presencial, pues la cultura llega a nuestra casa. Festivales de todo tipo, charlas y conciertos se adaptan al entorno digital. Casi cada día hay cosas para ver y en las que participar, en nuestro Escenario Time Out Virtual encontrarás una buena selección de actividades culturales para disfrutar sin salir de casa. Nada es comparable con la experiencia en vivo, ¡pero no podemos dejar que la cultura muera!
Seguro que habéis visto más de un edificio o casa engullidos por la hiedra, con hojas y ramas que parece que entren por las ventanas como una manta verde que lo cubre todo. La hiedra verde es potente, pero es de las plantas que más lucen con el cambio de tonalidades con un degradado del rojo al amarillo que parece hecho con pincel. Buscad alguna pared conquistada por la hiedra y posad, quizás consigáis la foto 'top' de este otoño.
Preguntadles a vuestros padres y madres, a vuestras tías e incluso a las abuelas y os dirán que los ingredientes para las comidas de Navidad se deben comprar ya. ¡Nada de comprar el pescado cuatro días antes para que os gastéis toda la paga doble! Pues con los regalos de Navidad y Reyes pasa lo mismo, empezad a buscar y a comprarlos ya y os evitaréis tener que lamentar que ya no quedan tallas, que tal juguete se ha agotado o que, ojalá no pase, las tiendas estén cerradas.
Es ley de vida, queridos, los recipientes donde hace meses que se enfrían la horchata, granizados, leche merengada y otras delicias veraniegas se retiran y vuelven a aparecer el chocolate caliente, los suizos, los polvorones y los turrones. ¡No esperéis hasta el 24 de diciembre para hincharos, llenad ya la despensa! Podéis visitar clásicos infalibles como Planelles Donat y Torrons Vicens o visitar la tienda que Virginias acaba de abrir en la calle Bisbe, 2, en el local centenario de la Antigua Cereria Lluís Codina.
En la Pastelería Hofmann hacen unas virguerías que da pena comérselas, son creaciones para tenerlas en casa y mirarlas, como si fueran piezas de arte. Pero bueno, a veces hay que hacer sacrificios y escogemos la bellota de chocolate, una edición limitada hecha con de praliné crujiente de avellana (100% Hofmann), relleno de cremoso de caramelo a la flor de sal y un toque de vainilla y acabado con una mousse ligera de chocolate con leche y especias, satinado de avellana y chocolate. ¡Boom!
¿Tienes la sensación (o la certeza) de que este verano has ido a la playa tres veces contadas? Pues no limites la temporada de baño al verano: ponte un neopreno y pon rumbo a la costa barcelonesa a practicar deportes acuáticos. Hay mucha menos gente, así que es más fácil mantener la distancia, y las condiciones del mar son más favorables para practicar surf, por ejemplo.
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