La Cala Sant Francesc, también conocida como Cala Bona, está situada en las afueras del centro de Blanes y es una pequeña playa muy acogedora de la Costa Brava, apta para todos los miembros de la familia. Esta cala semiurbana, rodeada de bosque de pinos y viviendas, hace unos 200 metros de longitud y unos 35 de anchura. Por sus dimensiones y facilidades de acceso es ideal para ir con familias. La arena es fina, pero, suele entusiasmar los niños porque está llena de grupos rocosos de diferentes medidas y las posibilidades de juego son infinitas. A la izquierda de la playa se extiende una zona larga de rocas ideal para practicar snorkel con poca profundidad.
Hemos hablado de las mejores playas y calas de la Costa Brava, pero para saber qué hacer y dónde ir a remojarse en verano, concretamente si vamos con niños, hemos elaborado este lista de playas donde las aguas son poco hondas, que la mayoría cuentan con servicios como duchas y lavabos y, evidentemente, son de fácil acceso. Olvidaos de caminar durante dos horas ni bajar por un acantilado. En estas playas (algunas más masificadas que otras) solo deberéis tener en cuenta una cosa: ¡llevar protector solar y evitar el sol de mediodía!
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