Un inquietante laberinto lleno de enigmas que ha fascinado a escritores y poetas. Tom Tykwer lo escogió como uno de los escenarios de la película 'El Perfume'. Es el sitio idílico para ponerse nostálgico o romántico, bajo un ciprés en permanente estado de vigilia, y leer una de esas novelas en las que tocarse con la punta de los dedos es una declaración de amor. Fue creado a finales del siglo XVIII por el marqués de Llupià i Alfarràs y, desde 1970, pertenece al Ayuntamiento.
El ritmo de la ciudad puede resultar agotador: ruido, gente, polución, prisas... Pero si os quedáis en la ciudad, os presentamos una selección de 15 rincones donde podréis ir con vuestro libro a leer tranquilamente. Desde librerías-cafeterías a parques, pasando por playas o bares. Barcelona tiene sus oasis particulares donde hacer un paréntesis.