Passeig de Gràcia, Barcelona
Passeig de Gràcia, Barcelona

Dónde alojarse en Barcelona

Una guía con hoteles de Barcelona por barrios así como recomendaciones de los mejores restaurantes, bares y lugares imprescindibles para visitar de cada zona

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Una de las partes más importantes a la hora de organizar un viaje es decidir qué tipo de alojamiento se prefiere y en qué zona de la ciudad, en función del presupuesto y del tipo de viaje que se quiera hacer. Cada barrio de Barcelona es único, con su ambiente particular, sus locales de moda, una propuesta gastronómica variada y un montón de ofertas culturales. En esta guía encontrarés un montón de recomendaciones de hoteles, restaurantes, bares y lugares para visitar de cada barrio, para que vuestra estancia en Barcelona sea ideal.

Colindante con el Eixample, está el barrio de Gràcia. Igual que pasó con Sants y Sarrià, era una ciudad independiente que fue absorbida cuando la ciudad se extendió, pero sigue conservando su propia identidad, casi de pueblecito, y es uno de los distritos más populares y vibrantes de la ciudad. No se puede hablar de Gràcia sin pensar en su Fiesta Mayor. El 15 de agosto la ciudad se vuelca en esta celebración, sobre todo en el concurso de decoración de las calles, que transforman el barrio en todo tipo de mundos. Arquitectónicamente, en Gràcia encontraréis la torre del reloj en Plaça de la Vila, la modernista Casa Fuster, la Casa Vicens de Gaudí y, un poco más allá, el Park Güell.

COMER

Arrosseria Xàtiva Gràcia

El nombre del restaurante no engaña. El arroz al horno, junto con el arroz caldoso y la paella, tienen un lugar de honor en este local. Preparan los platos siguiendo las recetas tradicionales, es decir, añadiendo restos de otros guisos, por eso es habitual que el arroz esté acompañado por morcilla, garbanzos y otros tipos de carne. En L'Arrosseria Xàtiva siguen una receta original del 'Llibre del Coch' (1520), y hay dos versiones disponibles: una de verano con patatas y tomate y un invierno con oreja de cerdo ibérico, ambas con arroz artesanal de las marismas de Pego-Oliva en Valencia.

BEBER

La Vermuteria del Tano

París tiene terrazas cubiertas y farolas de película. Nosotros tenemos bodegas que arrastran a centenares de fieles, como el Tano. Una puerta llena de adhesivos, mesas de mármol, el caliqueño y la chica con el periódico del domingo bajo el brazo que se deleita con tragos de vermut y bocados de anchoas, banderillas y berberechos. ¡Como nos gusta la tradición del vermut!

QUÉ HACER

Park Güell

El Parc Güell es uno de los espacios verdes más emblemáticos de Barcelona y desde 1984 es Patrimonio de la Humanidad, ya que es considerado como una de las creaciones más importantes de Antoni Gaudí, además de ser único y de haber supuesto una gran influencia en muchos movimientos y en otros artistas de la época.

Gaudí quería emular las ciudades jardín inglesas y se obsesionó en conseguir una perfecta integración de sus obras en la naturaleza. El punto central del parque es una inmensa plaza rodeada por un banco serpenteante recubierto con la técnica del 'trencadís' y parcialmente sostenida por la Sala de les Cent Columnes, aunque tiene 86. El dragón, en la escalera principal, es el emblema del parque.

DÓNDE ALOJARSE

Hotel Casa Fuster G.L. Monumento

Este hotel de lujo de cinco estrellas es un monumento en sí mismo, ubicado en un emblemático edificio modernista que fue construido en 1908 por el arquitecto Lluis Domènech i Montaner, i que fue designado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Así que si se os va de presupuesto, no dejéis de visitarlo. Entrad y tomad algo en el Café Vienés. Las 105 habitaciones de Casa Fuster están decoradas con ricos tejidos y madera que complementan el estilo modernista y les dan un toque contemporáneo. Con el paseo de Gràcia a pocos metros, tenéis a vuestro alcance las mejores tiendas de la ciudad, además de algunos de los edificios más representativos de Modernismo catalán como La Pedrera y Casa Batlló. Subid a la terraza de la azotea del hotel, con una piscina y excelentes vistas; probad las recetas mediterráneas del restaurante Galaxó y disfrutad de un concierto en directo en el Jazz Club.

Si solo podéis hacer una cosa... Daos un descanso en un bar o un restaurante de algunas de las espaciosas y acogedoras plazas de Gràcia: la plaza del Sol, de la Virreina, de la Vila...

El Raval es multiculturalidad en estado puro. Lo comprobaréis al instante. Los comercios hindúes y paquistaníes conviven con tiendas de toda la vida y con restaurantes, bares y otros locales más modernos y con mucha afluencia. Tras unos años convulsos y de inseguridad, el renacimiento del barrio empezó en 1995, cuando se construyó el museo MACBA de Richard Meier, epicentro del barrio y meca para los skaters de todo el mundo, y continuó en 2008 con el futurista hotel Barceló en la Rambla del Raval. Desde allí, además, podréis visitar otros barrios cercanos como Sant Antoni y el Gòtic, también con muchísima vida, en un paseo muy agradable llegaréis a la playa.

COMER

Suculent

Entre la variada oferta gastro de la Rambla del Raval –de sabores, precios y calidad– destaca esta casa de comidas con aspecto de discreto bar de tapas ubicado en una antigua bodega del Raval y de la cual se conserva casi todo, para no perder el encanto. Os servirán platos tradicionales de la cocina catalana y española pero renovados, preparados con nuevas técnicas que los acercan a nuestros días. Aunque el menú cambia según temporada, estos son algunos ejemplos deliciosos: costillar ibérico, arroz de pato y anguila, pulpo a la brasa con garbanzos y croquetas de rabo de vaca vieja con trompetas de la muerte. Justo al lado está La Taverna del Suculent, una extensión del restaurante donde os servirán unas tapas de diez.

BEBER

Club Caribbean

La modernidad se ha adueñado de la ciudad, y el sector de la coctelería no ha salido indemne. Ahora si no fabricas tu propia ginebra o sirves brebajes estrambóticos en recipientes imposibles y decoraciones molestas, no eres nadie. Por eso reconforta tanto entrar en este simulacro de barco que ha creado Juanjo González, uno de los bárman con más carisma de la ciudad. Curtido tras la barra del Boadas y el Gotarda, os servirá un mojito cargado de matices y un sinfín de cócteles de los que te reconcilian con la noche y el alcohol.

QUÉ HACER

Liceu

Estar en el Raval y no ir al Liceu es como estar en Roma y no pasar por la Fontana di Trevi. Ni los incendios ni las crisis económicas han podido acabar con este imponente edificio: fue el teatro de ópera más grande de Europa durante sus primeros 100 años. Durante un siglo, aquí se reunía la alta sociedad de la ciudad, y era un termómetro de las etapas de esplendor, de desarrollo y de decadencia de la ciudad.
Después del incendio de 1994, la sala del auditorio se reedificó reproduciendo fielmente el aspecto que tenía la sala el 1909, pero con algunas mejoras. Que su aspecto elitista no os asuste, mirad su programación porque podéis encontrar propuestas interesantes a precios todavía más golosos.

DÓNDE ALOJARSE

Barceló Raval

Paseando por la rambla del Raval, lo reconoceréis de inmediato y puede que os recuerde un poco a la Torre Agbar. Tiene una terraza en el último piso con una panorámica de 360 grados donde podréis picar algo y tomar una copa y un lugar privilegiado desde donde ver el atardecer. Por toda la terraza encontraréis prismáticos para que juguéis a encontrar los sitios más emblemáticos de la ciudad. A un lado, el mar, con las Torres Mapfre; un poquito más a la derecha, la Torre Agbar, llena de colores; seguimos con la Sagrada Família e, imponente, más allá, la Torre de Calatrava.

Si sólo podéis hacer una cosa… recorred de punta a punta la calle de Joaquín Costa y descubrid todo lo que os ofrece, desde un coctel delicioso en el Negroni a un regalo especial de Fusta'm y Fantastik o un perfume único en Les Topettes.

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El Gòtic
El Gòtic

Es un buen punto de partida para conocer Barcelona. Empezad bajando La Rambla, bella y bulliciosa, y perdeos por las callejuelas medievales y las plazas del casco antiguo. Para admirar la arquitectura de la ciudad, llegad hasta la plaza de Sant Jaume y visita los dos edificios de gobierno, el palacio renacentista de la Generalitat y la fachada neoclásica del Ajuntament. A la vuelta de la esquina encontraréis la arquitectura gótica de la plaza del Rei, la Catedral y la magnífica plaza Reial. De día, el Gòtic lo ocupan trabajadores de la zona y turistas que pasean por la zona o van de compras. Por la noche es un poco más tranquilo que el Born, su barrio vecino, però siguen atrayendo a mucha gente a sus bares y restaurantes.

COMER

Can Culleretes

El restaurante más veterano de Barcelona, y uno de los más antiguos de España –abrió en 1786– todavía se mantiene al pie del cañón. El secreto de la longevidad de este restaurante es sencillo: cocina honesta y abundante, y vino decente servido al precio más bajo posible. Bajo enormes pinturas al óleo y un millar de fotos en blanco y negro firmadas, los comensales degustan un estofado de jabalí, pato asado con ciruelas pasas, codillo de ternera con champiñones, costillas de cerdo guisadas con cava y marisco fresquísimo.

BEBER

Bar del Sidecar

En 1982 se instaló el Sidecar y desde entonces es uno de los templos más queridos del rock barcelonés. Hace un tiempo que el bar de arriba de la sala tiene entidad propia: con Pablo, Wookie y Juan de encargados, el bar del Sidecar también programa conciertos, exposiciones, sesiones de DJs y hacen buenos cócteles. Esta esquina de la plaza Reial es un bastión barcelonés.

QUÉ HACER

Catedral de Barcelona

La construcción de la catedral gótica de Barcelona empezó en 1298 pero debido a las guerras civiles y a las plagas, la construcción se prolongó tanto que parece que la Sagrada Família vaya rápido. Por dentro, la catedral gótica es un lugar que impresiona; las numerosas pinturas, esculturas y el coro central esculpido (construido en 1390) destacan en la oscuridad. La catedral está dedicada a la patrona de la ciudad, Santa Eulàlia, una niña de 13 años martirizada por los romanos en el año 303 d.de C. y cuyos restos yacen en la cripta, en una tumba con detalles de las escenas de tortura de la mártir.

Desde el tejado tendréis unas vistas privilegiadas del casco antiguo. El claustro es famoso por las 13 ocas blancas (una por cada año de la vida de Eulàlia) y los grabados medio borrados del suelo detallan qué gremio pagó cada una de las partes de la capilla: las tijeras representan a las modistas, los zapatos a los zapateros, etc.

DÓNDE ALOJARSE

Petit Palace Boqueria Garden

Como podéis intuir por el nombre, aquí os alojaréis en un pequeño palacio muy cercano al famoso mercado de la Boquería, en La Rambla, y no tiene un jardín cualquiera, el suyo tiene un siglo de antigüedad y rodea un patio al aire libre, donde podéis desayunar o simplemente pasar un tiempo de descanso. Situado en una calle tranquila junto a La Rambla, está cerca del metro, del Liceu, de la plaza Reial y de un montón de bares y restaurantes. Las habitaciones son amplias y minimalistas y tienen opciones individuales, para parejas, grupos o familias, ¡e incluso si viajáis con mascotas! Si tenéis niños, les encantarán las literas de las habitaciones familiares. En contraste con la modernidad de las habitaciones, están las paredes de piedra, los arcos y las escaleras que le dan al hotel un aire único.

Si solo podéis hacer una cosa... Pasead por El Call. A solo un minuto o dos caminando de la Catedral estaréis en el barrio judío. Mucho menos obvia que la Catedral, la sinagoga escondida es un buen punto de partida. Desde allí podéis seguir por las callejuelas estrechas y admirar las tiendas especializadas en artículos religiosos judíos.

Lo que la mayoría de los barcelones y turistas conocen como Born es realmente un barrio con el largo nombre de Sant Pere, Santa Caterina i La Ribera. También se la conoce como La Ribera, de cuando no había muelles y la costa llegaba mucho más al interior de la ciudad y la zona estaba dentro de unas murallas del siglo XIII. Es la zona más 'pija' del centro y aquí los museos, los palacetes restaurados del siglo XIII y las iglesias se alternan con cafeterías, galerías y boutiques. También en el Born encontramos el mercado de Santa Caterina, una alternativa interesante a la atestada Boqueria.

COMER

El Mirador del Palau

El catering de autor Singularis gestiona el restaurante El Mirador del Palau, espacio gastronómico del Palau de la Música. El restaurante de esta joya del Modernismo ofrece carta y menús –degustación o exprés, este último pensado especialmente para comer entre los descansos de los conciertos– elaborados con producto de proximidad y temporada. Podéis pedir tapas para compartir, platos más contundentes como los canelones rossini con foie a la plancha, arroces y carnes.

BEBER

Paradiso/ Pastrami Bar

A priori, el Pastrami Bar es más o menos lo que parece, un lugar de bocadillos donde preparan uno de los mejores pastramis de Barcelona. Pero cuando se abre la puerta de madera de nevera, entraréis en El Paradiso, un bar clandestino que no es solo un bar de cócteles. Se trata de una elegante 'cueva' forrada de madera donde manda Giacomo Gianotti, mejor coctelero de España en 2014. Pero no os preocupéis, su objetivo es crear cócteles exclusivos a precios asequibles. Encontraréis barbaridades como un whisky redestilado –separan la parte añeja del whisky, con sabor a madera, y hacen con ella un sorbete con té. ¡Te la bebes y a medida que se funde con la parte alcohólica aumenta la añada del whisky!

QUÉ HACER

Museu Picasso

El Museu Picasso de Barcelona es el centro de referencia para el conocimiento de los años de formación de Pablo Ruiz Picasso. Abierto al público en 1963, acoge un fondo de más de 3.800 obras que componen la colección permanente y ofrece una dilatada programación de exposiciones temporales. El museo fue creado por propia voluntad­ del artista y de su amigo y secretario Jaume Sabartés, que donó su colección. Hay una sala dedicada a los retratos que hizo Picasso de él –el más conocido es el del Período Azul- y los garabatos de Sabartés. La mejor parte es la serie completa de 58 lienzos basados en 'Las Meninas' de Velázquez, donada por el propio Picasso después de la muerte de Sabartés. La exposición acaba con linoleografías, grabados y una maravillosa colección de cerámicas donada por la viuda de Picasso.

DÓNDE ALOJARSE

Barcelona Hotel Colonial

Este hotel de cuatro estrellas está en el límite entre el Born y el Barri Gòtic, así que tendréis todo el centro a vuestros pies. Las 81 habitaciones insonorizadas cuentan con bonitos suelos de madera, muebles acogedores y mucha luz natural. El Colonial admite mascotas y está lo suficientemente cerca de las playas de la ciudad y del parque de la Ciutadella como para ir con vuestro perro a dar un agradable paseo. Como está en el extremo inferior de la Via Laietana, nunca tendréis problemas con los medios de transporte, ya que está cerca de dos paradas de metro, los taxis pasan por allí durante el día y la noche, también hay paradas de autobuses cerca y es una vía tan céntrica que podéis ir a pie a muchos de los puntos turísticos de Barcelona.

Si solo podéis hacer una cosa... Si dentro de tanta urbe empezáis a sentir la necesidad de un poco de verde, pero sin salir de Barcelona, id al Parque de la Ciutadella. Más de 17 hectáreas de espacios verdes, museos, el Zoo, un lago con botes de remos que podéis alquilar, y una cascada majestuosa diseñada por Josep Fontseré y su aprendiz, un joven Antoni Gaudí. Subid las escalinatas que rodean la cascada para tener una vista panorámica del parque.

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Poblenou
Poblenou

Es otro de los barrios más de moda de los últimos años, para vivir y para trabajar, ya que gran número de músicos, pintores, bailarines y editoriales lo han escogido como sede de sus actividades. Tiene un pasado fabril –a finales del siglo XIX llegó a ser la zona de más concentración industrial de Cataluña– que apreciaréis en su arquitectura, como por ejemplo en Palo Alto, una antigua nave preciosa reconvertida en estudio de artistas y donde cada mes se celebra uno de los mercados de diseño y artesanía con más tirón de la ciudad. Dentro del distrito de Sant Martí también está el 22@, el barrio tecnológico, la rambla del Poblenou es la columna vertebral del barrio, llena de vida y de comercios tradicionales. Y juega con otro punto a su favor, ¡la cercanía con el mar!

COMER

Els Pescadors

Está en la plaza Prim, la más emblemática de Poblenou, y donde se conservan las antiguas casas de los pescadores, cuando éste era un barrio marinero. En sus fogones preparan platos de cocina catalana tradicional, recetas marineras y de mercado y también encontraréis destellos de modernidad. Si no sabéis por dónde empezar, tirad de un caballo ganador. Cualquiera de sus arroces –de costilla de cerdo ibérica, de bogavante, de bacalao...– os hará volver. Pero también os chuparéis los dedos con los buñuelos de bacalao, los de ortiga, el 'suquet' de pescado o el cabrito con miel y tomillo. Si os queréis un menú de mediodía con el sello de calidad de Els Pescadors, visitad el Bar Local, su 'hermano pequeño', y donde se trabaja la materia prima con importante respeto.

BEBER

Van Van Var

Los creadores del Van Van Market –mercado gastronómada donde se reúnen algunos de los mejores food trucks de la ciudad– ahora han decidido 'aparcarse' y han abierto el Van Van Var con una ideal que nos entusiasma: una barra que cambia cada semana. Casa siete días se instala un 'food-truck' diferente de sus colaboradores habituales. Imaginad, cada semana tenéis un motivo para volver, descubrir lo que os ofrecen y esperar a la propuesta siguiente. ¡Ah, y tiene una terraza magnífica!

QUÉ HACER

Parc Central del Poblenou

Más de cinco hectáreas de vegetación, con áreas temáticas y la vanguardia del diseño, obra del arquitecto francés Jean Nouvel. Un espacio muy valorados por los vecinos, y resto de barceloneses, para pasear –a pie o en bici–, pasar tiempo en familia o simplemente desconectar del barullo de la civilización.

DÓNDE ALOJARSE

Hotel SB Icaria

Tiene una ubicación privilegiada, está a 300 m de la playa de la Nova Icària y en un paseíto de unos 10 minutos llegaréis al Parc de la Ciutadella. Además de la piscina exterior con solarium e hidromasaje y una terraza ajardinada, sus habitaciones son cómodas y elegantes y bien equipadas. Lo ideal, sobre todo cuando se visita una ciudad por primera vez, es visitar restaurantes y bares, para volver a casa conociendo la oferta gastronómica de la ciudad, pero si preferís no salir del hotel, allí encontraréis un restaurante donde ofrecen cocina mediterránea de mercado.

Si sólo podéis hacer una cosa… pasead por la rambla del Poblenou como un vecino más y haced una parada en el Tío Che, para probar una de las mejores horchatas de Barcelona –en verano– y llenar el estómago con unos buenos churros con chocolate y sus turrones artesanales.

El plan de urbanismo que ideó Ildefons Cerdà fue tan grande que el Eixample se dividió en dos, derecha e izquierda, y a su vez, esta parte también está segmentada en la Nueva y la Antigua Izquierda del Eixample, aunque funcionan de forma unitaria. Es menos bulliciosa que la parte derecha –con los edificios modernistas– pero no menos interesante: aquí encontraréis el Parc de Joan Miró, el Mercat del Ninot, de estilo Novecentista, los Jardines de la Universidad de Barcelona –que acogen conciertos y mercados durante el año– y la prisión La Modelo, que ha dejado de ser un centro penitenciario y se puede visitar hasta final de año, cuando empezaran las obras para convertirla en un espacio verde para la ciudad. Incluimos aquí Sant Antoni, convertido desde hace un tiempo en el barrio hipster, con un bar o un restaurante a cada paso.

COMER

Nectari

No es un restaurante al que ir cada día, aunque tienen menú de mediodía por 35 euros, pero de vez en cuando uno se merece el capricho y el gusto de comer en un Estrella Michelin. Jordi Esteve está al frente de la cocina del Nectari, que ha conseguido el reconocimiento por su cocina tradicional pero imaginativa y donde manda el producto local y de temporada. En el menú degustación os servirán, por ejemplo, un gazpacho de bogavante con encurtidos, huevas de caviar y de Jerez y un tartar de trucha, falso tomate y mousse refrescante del huerto. ¿No se os cae la baba?

BEBER

Bar Calders

Tiene la terraza más buscada de Sant Antoni y cuando vayáis sabréis por qué. Está resguardada en una plaza que la hace agradable cualquier día del año, sus propietarios y los camareros son un amor y su carta, no extremadamente larga, está llena de tapas y platillos ideales para compartir. Para hacer el vermut, alargarlo a la comida, tomarse una copa antes de cenar, cenar y rematar con un cóctel. Se convertirá en vuestro lugar favorito de la zona. ¡Garantizado!

QUÉ HACER

Mercat de Sant Antoni

Sus obras de reforma y mejora están siendo tan interminables como las de la Sagrada Família, pero parece que el momento de su obertura se acerca. Está estimada para el segundo trimestres del 2018, pero no importa, aunque todavía no esté lleno de puestos de comida y de los tenderos que lo llenarán de vida, vale la pena rodearlo y admirar su arquitectura y cada detalle de su cerámica y forjado e imaginar en lo que se convertirá. Aprovechad para ir un domingo y así matáis dos pájaros de un tiro. A escasos metros encontraréis el mercado semana de libros y discos de segunda mano. Para volver a casa cargados de rarezas y objetos únicos.

DÓNDE ALOJARSE

Toc Hostel Barcelona

Desechad la idea que muchos tienen de un hostel como un alojamiento descuidado y solo para jóvenes que viajan low cost. Hace tiempo que los hostels se están modernizando, como el Toc Hostel, en pleno centro de la ciudad, y con dos tipos de ofertas. Por un lado, el hostel, con habitaciones compartidas de ocho –con literas, diseño nórdico, baño y espacio de almacenaje– o para cuatro, ideales para grupos pequeños o familias. Y por otro lado, el hotel, con habitaciones privadas para dos personas.


Si sólo podéis hacer una cosa… En Sant Antoni hay una bodega donde se juntan jóvenes modernos y abuelos del barrio. Comparten mesas de mármol, cervezas en la barra, rodeados de botas de vino a granel, y todo bajo la afable mirada de Rafel, el dueño, que cuida de todos sus clientes con extremada dedicación. Probad sus tortillas de palmo, el jamón que corta el mismo Rafel, las croquetas variadas y el embutido de su pueblo.

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Dreta del Eixample
Dreta del Eixample

Aunque pertenezcan al mismo distrito, los dos Eixamples, derecha e izquierda, no tienen mucho que ver entre ellos. Tanto por el número de equipamientos y oferta de ocio y cultura, como por el nivel adquisitivo de sus vecinos. ¡Por algo que se le llama a la Derecha del Eixample el 'Cuadrado de oro'! Además de porque está situado en la zona oriental de la cuadrícula de Cerdà, también se le llama la Derecha del Eixample porque estaba a ese lado del ferrocarril que bajaba de Sarrià a Barcelona por la calle Balmés. Es aquí donde encontraréis el paseo de Gràcia –ideal si queréis ir de compras–, el paseo de Sant Joan –lleno de bares y de agradable paseo–, la céntrica plaza de Catalunya y gran parte de los edificios que forman parte de la Ruta del Modernismo.

COMER

Manairó

Ir al Manairó es vivir una experiencia mucho más enriquecedora que simplemente comer muy bien. Aquí se hace magia. Jordi Herrera es el comandante de este restaurante de cocina creativa. Un chef artista que además de cocinar también inventa utensilios de cocina para desarrollar las recetas increíbles de su carta y de su menú degustación de 14 platos. Otra buena noticia, también tiene menú de mediodía por 45 euros, una forma más asequible de acercarse a esta cocina diferente.

BEBER

Boca Chica

No es un lugar barato, pero tomarse un cóctel premium en uno de los locales más de moda de la ciudad, tiene su precio. Os acogerá una decoración lujosa, mobiliario de autor y una terraza, detalles que, además de por el alcohol de primerísima calidad, ha seducido a una clientela selecta y famosa. Incluso el baño es de otra dimensión.

QUÉ HACER

La manzana de la discordia

Si escogéis hospedaros en la Derecha del Eixample, tendréis como vecinos a los grandes edificios de Barcelona, los que la han dado la fama de la que hoy disfruta. Además de La Pedrera, os animamos a visitar los 5 edificios del paseo de Gràcia que forman la llamada Manzana de la discordia, y que se refería a la rivalidad que existía entre los arquitectos. Son la Casa Lleó Morera, de Domènech i Montaner; la Casa Mulleras, de Enric Sagnier; la casa Bonet, de Marcel·lià Coquillat, la Casa Amatller, de Puig i Cadafalch; i la Casa Batlló, de Antoni Gaudí.

DÓNDE ALOJARSE

Hotel Jazz

Esta es una muy buena elección para conocer Barcelona, ya que está en pleno centro, muy cerca de la plaza de Catalunya, del paseo de Gràcia, de La Rambla y del Portal de l'Àngel. Tiene una piscina en la azotea y con una terraza con vistas a la ciudad que de noche se transforma en un Lounge y Chill Out. Las habitaciones estan dotadas de todas las modernidades y detalles que podías necesitar. Preguntad por las estancias exteriores y daros un baño de luz natural cada día.

Si sólo podéis hacer una cosa… Dicen que una forma de sumergirse del todo en una ciudad es yendo a un mercado, para mezclarse con sus habitantes, y comprar lo mismo que ellos. Una buena opción es el Mercado de la Concepció, un bonito edificio de hierro con tres naves y con el mercado de Flores Navarro, que está abierto todo el año las 24 horas del día.

Sagrada Família

El barrio de la Sagrada Familia toma el nombre, como podéis imaginar, de la famosa basílica construida por Gaudí. Pertenece al distrito del Eixample y su particular distribución urbanística en forma de cuadrícula, así que será bastante fácil recorrerlo a pie o en transporte público. Es un barrio principalmente residencial, pero lleno de turistas que se concentran alrededor del precioso edificio, la atracción más visitada de Cataluña y España. Delante de la basílica encontraréis un parque desde donde hacer fotos con perspectiva, descansar o comer algo, y si visitáis la ciudad a finales de año, aquí se instala uno de los típicos mercadillos de Navidad. Aunque las cadenas de comida rápida se expanden alrededor de la zona, también encontraréis restaurantes y bares más auténticos y de calidad. Ya que estáis en la zona, pasead también por la avenida de Gaudí, que recorre en diagonal multitud de tiendas, bares, cafeterías, restaurantes y terrazas, hasta el antiguo Hospital de Sant Pau, otra joya modernista restaurada que podéis visitar.

COMER

Gamba de la Costa

Por su nombre podéis deducir cual es su plato estrella. Aunque son especialistas en pescado y marisco, todo fresquísimo directo de la lonja, trabajan bien la cocina de mercado. Se puede decir que tocan todos los palos, así que será fácil encontrar un plato que os apetezca. Desde frescas ensaladas a platos para compartir como las imprescindibles bravas, los canelones de rape y gambas o el 'timbal' de pulpo, patata y butifarra negra. Si os apetece arroz, ofrecen uno caldoso de bogavante, otro de montaña y el arroz negro de gambas. Dejad espacio para el postre, ¡son caseros!

BEBER

Aigua del Carmen

Nuestros ancestros combatían cualquier mal con un poquito de Agua del Carmen. Esta antigua poción le da nombre a una coctelería premium y también aliña uno de los cócteles hecho con zumo de limón, azúcar, licor de manzana, ginebra y algunas gotas de curaçao azul. También existe un catálogo interminable de ginebras para satisfacer la sed de sangre de los soldados de ginebra. Todos los bebedores son bienvenidos, incluso aquellos que se apegan a los clásicos, en este exquisito rincón del mundo, un bar de cócteles que te hace volver y tiene todo lo necesario para convertirse en uno de los lugares más populares de la ciudad.

QUÉ HACER

Sagrada Família

Seguramente entre en vuestros planes visitar la Sagrada Família y si no es así, os recomendamos que os guardéis una mañana para ir la basílica. Antoni Gaudí dedicó más de 40 años de su vida a este proyecto (los últimos 14 exclusivamente) y allí está enterrado. Muchos consideran que la cripta y la fachada del Nacimiento, que se completaron cuando Gaudí estaba en vida, son los elementos más bellos de la iglesia. Esta última, que da a la calle Marina, parece como si un gigante hubiese derramado cera sobre una catedral gótica, pero si os fijáis veréis los detalles de los primeros años de Cristo.

La fachada de la Pasión, en la calle Sardenya, proporciona un contrapunto sombrío a los excesos de la fachada de la Natividad. Tiene columnas inquietantes en forma de hueso y esculturas angulares de Josep Maria Subirachs que muestran las 12 estaciones de la cruz. Las sorprendentes puertas de metal, detrás de la escultura de la flagelación de Jesús, están totalmente cubiertas de citas de la Biblia en varios idiomas. La fachada que da a la calle Mallorca está dedicada a la Resurrección y es una masa de nubes de piedra y trompetas blasonadas con las palabras del Credo de los Apóstoles.

DÓNDE ALOJARSE

Ayre Hotel Rosellón

¿No habéis tenido suficiente con una visita a la basílica? ¿Por qué no os hospedáis en un hotel donde la podréis ver desde la terraza de su azotea? Es una de las ventajas de este hotel de cuatro estrellas. Dispone de habitaciones modernas y confortables con suelos de madera y una elegante decoración en blanco, rojo y negro. Se encuentra a poca distancia del Recinte Modernista de Sant Pau, del barrio de Gràcia y del metro que os llevará a Ciutat Vella en unos minutos. Si buscáis sol y playa, la calle de Marina os lleva directamente.

Si solo podéis hacer una cosa... Id al Recinto Modernista de Sant Pau, antiguo hospital diseñado por Lluís Domènech i Montaner y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Está compuesto por 20 pabellones impresionantes, de abundante decoración. ¡Reservad una visita guiada!

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