
No ha habido un genocidio de pitufos. Fans de Avatar, podéis estar tranquilos, que no se han cargado a ningún Na’vi para exprimirlo: es la propuesta de Alberto cuando le pido un cóctel veraniego que entre bien por la garganta y también por los ojos. Y aquí tenemos un Blue Hawaii que te lleva a la gloria tiki. El Tahití es la coctelería perfecta para estos temas de exotismo con regusto de los años 50, y el caramelo azulón que veis es un billete de ir hacia el orgasmo etílico más refrigerante. Si desconfiáis de los colorines y la dulzura, estáis equivocados: este pecado con nombre de film de Elvis viene lleno de vodka y ron, vaya, que si os tomáis un par, hablaréis polinesio con fluidez antes de que bajen la persiana.
Tahití
Joaquín Costa, 39
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