El Roig Robí, uno de los primeros emblemas de la renovación gastronómica de la ciudad, ya ha superado los treinta años de vida. Bajo la atenta y cálida mirada de Mercè Navarro, alma mater de este barco insignia que fue un atractivo más de los Juegos Olímpicos, el Roig Robí sigue ofreciendo una de las más buenas y serias cocinas de Barcelona. Este clásico de alta cocina hace un pil pil que no tiene nada que envidiarle al mejor vasco.
Cualquier época del año es buena para comer bacalao, pero en Cuaresma, además, tenemos la coartada tradicional. Os recomendamos cinco restaurantes para probar platos típicos sin hacer penitencia.