1. Empire State Building
Intenta imaginar el skyline de Nueva York sin la elevadísima aguja del Empire State Building. Imposible, ¿verdad? Aunque tardó sólo 11 meses en construirse, este emblema de 443 metros de altura se convirtió en el edificio más alto de la ciudad en 1931, cuando fue terminado. Durante tu visita, pon especial atención al lobby, de diseño art déco y restaurado en 2009. También puedes impresionar a tus amigos mientras hacen cola para subir al mirador con esta información: en 1945, 14 inquilinos murieron cuando un avión chocó contra el piso 79 debido a una niebla densa; la terraza en el piso 103 alguna vez fue pensada para usarse como estación de aterrizaje de dirigibles; las luces de las tres partes superiores del edificio pueden iluminarse con hasta nueve colores a la vez.—Tim Lowery