Magnificat, por Sylvie-Ann Paré.
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Madrid en Danza: los 10 espectáculos que te recomendamos

El festival Madrid en Danza celebra su 40ª edición con una programación llena de estrenos y piezas míticas

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Entre el 8 de mayo y el 1 de junio la Comunidad de Madrid presenta la edición número 40 del festival Madrid en Danza, que se celebrará en la capital (con los Teatros del Canal como epicentro) y en cuatro municipios de la región. Asistiremos a 7 estrenos absolutos y otros 7 estrenos en España en una edición muy especial que celebra cuatro décadas de entrega a las artes del movimiento y, por ese motivo, se recuperan algunas piezas míticas al tiempo que se reúne una nómina de artistas nacionales e internacionales de gran nivel.

La coreógrafa y bailarina Blanca Li ha sido la encargada de confeccionar una programación innovadora y plural con nada menos que 25 espectáculos, de los que aquí destacamos 10 que no te deberías perder por nada del mundo si la danza es una de tus aficiones o de tus pasiones.

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  • Danza
  • Arapiles

Una rave. Una rave catártica, que es lo que deberían ser todas las raves. En este caso a cuento de generar una pieza para 15 bailarines que busca convertirse en una meditación sobre el amor y la violencia donde un grupo de jóvenes se abandona a la música electrónica y a lo que supuran los cuerpos sin atadura. Esta es una de las dos grandes obras (la otra es Le sacre du printemps de Marie Chouinard) que recupera el festival Madrid en Danza este año como hito de la danza contemporánea, y que se pudo ver en 2018 en Matadero. Al frente está la creadora franco-austriaca Gisèle Vienne, que explica cómo "la intensidad de la música y el sentimiento que une a estas personas en este lugar crean una situación propicia para una especie de montaña rusa emocional, o más específicamente, un gran número de trastornos interrelacionados". No es la primera vez que la coreógrafa y directora de teatro y cine se interesa por el lado oscuro de las personas y por la omnipresencia de la violencia en nuestras vidas, que es una de sus obsesiones creativas, pero aquí es capaz de perforar a cada espectador, que desea unirse a la catarsis colectiva o huir para no enfrentarse a sus propios demonios.

  • Arapiles

Guillermo Weickert es uno de esos imprescindibles de nuestra danza contemporánea, un creador que se pone tanto delante como detrás, que genera obras como director y coreógrafo, que merodea muchos proyectos como mentor, gestor o asesor, que enseña lo que sabe y que participa como intérprete en obras de danza, teatro y hasta circo. Esta Luz sobre las cosas surge de una idea suya, que ha coreografiado y dirigido para la escena y que ha sido concebida casi como una invitación a sumergirse en la oscuridad de la caja escénica como niños que bajan a un sótano tenebroso, sin mapa, sin argumento que seguir, sin guía alguna. ¿Para hacer qué? Pues para dejarse sorprender por ese placer infantil de recorrer a tientas una habitación familiar que, al quitarle la luz, se convierte, gracias a la imaginación, en un territorio extraordinario, alucinante, generador de aventura. En este mundo tan lleno de cosas desagradables, parece apremiante apagar la luz (y el ruido) por un momento y generar el ritual de la creación en el vacío, entre el silencio, para que algo nuevo pueda manifestarse.

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  • Arapiles

Poco después de presentar de nuevo junto su trilogía Ciclo de los milagros en el Teatro de La Abadía, Luz Arcas, al frente de su compañía La Phármaco, presenta el estreno absoluto en Madrid en Danza de Tierras raras, título que alude a una serie de elementos químicos más en disputa que nunca en el concierto geopolítico actual, pero ese es otro tema. O no. Esos elementos químicos, como el itrio, el escandio y los 15 lantánidos, son fundamentales para el futuro de la tecnología. Luz Arcas lleva esta relación tensa del hombre con la tierra a una ceremonia tóxica, donde uno extrae de la otra la fuente de su progreso, sin transición verde que valga. Esta ceremonia de transformación de la materia se revela como transformación de los propios cuerpos, en una obra sobre la corteza terrestre, bajo la que acaban los muertos animales y vegetales que se multiplican en el planeta, donde yacen las ciudades tras los desastres naturales, pero de donde seguimos suministrándonos en nuestra deriva temeraria por emular, una vez más, a Ícaro y a Prometeo, hasta que la Pachamama nos condene por nuestra soberbia y avaricia.

Estreno absoluto del gran renovador de la danza flamenca, que actuará solo un día en Getafe, así que van a volar las entradas y se viene peregrinación hasta la ciudad del sur de Madrid en busca de El Dorado. Galván representa su herencia gitana, emprendiendo una búsqueda artística en las raíces de su madre, que siempre le decía: "Hijo, que te cante el Terremoto". Su madre, que cuando acaba un espectáculo siempre le dice: "Hijo, cuándo vas a bailar por bulerías". Pues aquí va a suceder. Va a suceder en lo que se ha concebido como una pieza flamenca sinfónica de palmas, poniendo en primer término a los palmeros, que en este caso son Los Mellis de Huelva, Antonio y Manuel Montes Saavedra. Los que suelen estar detrás, estarán delante. El que nunca baila por bulerías, lo hará. El Dorado es la esencia, la raíz, y los tres ejecutantes, el bailaor que ha llevado la revolución al flamenco y los palmeros, se entregarán a la desnudez del ritmo, sin más adorno ni instrumentación. A 20 años de recibir el Premio Nacional de Danza, Israel Galván va a volver a sorprender. Y a ver qué le dice ahora su madre cuando acabe el espectáculo…

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  • Arapiles

Junto a Crowd, la rave de Gisèle Vienne, Madrid en Danza recupera Le sacre du printemps en esta edición número 40 del festival, una pieza de la coreógrafa canadiense Marie Chouinard que vivió su estreno en España en 2008 en el Teatro Albéniz. Fue el primer trabajo basado en una partitura musical, en este caso la célebre composición de Igor Stravinsky, que igual que en lo musical supuso un antes y un después, también en lo dancístico quiso explorar un nuevo mundo y llevar a la danza a un nuevo estadio de modernidad. Se trata de una obra de absoluta vanguardia, una consagración tejida con solos que despiertan misterios esenciales, con movimientos armónicos, firmes y convincentes. Lo atractivo también de la presencia este año de la actual directora de danza de la Bienal de Venecia es que viene con un programa doble, ya que además de su Consagración de la primavera, podremos asistir al estreno absoluto de Magnificat, inspirada en la obra de Johann Sebastian Bach, impregnada de divinidad, con una Virgen María jubilosa, apasionada y extasiada.

  • Arapiles

La Compañía Nacional de Danza ha entrado en una nueva época con el nombramiento el año pasado de Muriel Romero como nueva directora, tomando el testigo de nombres tan importantes como María de Ávila, Maya Plisétskaya o Nacho Duato. Y lo primero que vemos en España de esta nueva CND será este espectáculo de extraño nombre, una obra que reflexiona sobre la idea de que vivimos un momento en el que es cada vez más difícil aislarse de la sobreestimulación externa y conectar con uno mismo. De ahí la vuelta a una práctica ancestral conocida como incubatio, una técnica orientada precisamente a un proceso de reasociación y reorganización de la complejidad psicológica del ser humano, con el fin de posibilitar el desarrollo de un nuevo centro de la personalidad. Con coreografía de Muriel Romero y música de Pablo Palacio, la pieza invita a desconectarse de las redes sociales para conectarse a uno mismo y despliega la tecnología interactiva que Romero viene desarrollando los últimos años en su compañía Instituto Stocos, que traduce el movimiento a sonido, imagen y luz a través de sensores que portan los bailarines.

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  • Arapiles

La jerezana Leonor Leal se ha convertido en una de las bailaoras más singulares del panorama flamenco actual, sobre todo a partir de sus colaboraciones con Pedro G. Romero, que dirigió su pieza J.R.T. pintor y flamenco, fundamental para su carrera, o María Muñoz, de la compañía Mal Pelo, que ha colaborado en la dirección de esta nueva obra, De voz, un cuerpo, que vivirá en Madrid en Danza su estreno absoluto. Aquí, Leonor Leal baila las palabras, porque es ella la que se queda sola, en un escenario vacío, con su cuerpo frente al espectador, bailando sus intimidades. Y las baila mientras escuchamos entrevistas a las bailaoras Blanca del Rey, Carmela Greco, Merche Esmeralda, Carmen Montiel o Pepa Coral, mujeres poderosas que transmiten los saberes del cuerpo hasta conformar el eje de la pieza de Leonor Leal, que se deja atravesar por ese legado, por esa memoria, para iluminar su lugar propio como bailaora actual. Así, baile, texto e imagen son tres estratos de lenguaje que están al mismo nivel y tienen la misma importancia. Se bailan las palabras lo mismo que se baila el deseo, el disfrute, la duda, el cansancio o el amor.

  • Chamartín

De origen lituano, Dovydas Strimaitis vive y trabaja desde hace 10 años entre Francia y Bélgica, donde se ha ido haciendo un nombre en el mundo de la danza contemporánea. Y lo ha hecho gracias a propuestas como la que presenta aquí, una coreografía para cuatro cuerpos y su pelo, en un ejercicio tan virtuoso como visualmente atractivo.De origen lituano, Dovydas Strimaitis vive y trabaja desde hace 10 años entre Francia y Bélgica, donde se ha ido haciendo un nombre en el mundo de la danza contemporánea. Y lo ha hecho gracias a propuestas como la que presenta aquí, una coreografía para cuatro cuerpos y su pelo, en un ejercicio tan virtuoso como visualmente atractivo. El cabello es una de las pocas partes del cuerpo humano que no se puede mover de forma voluntaria y directa, hay que moverlo. Por su parte, la danza es un arte de autocontrol físico. Esa tensión es la que aflora en el intento de coreografiar el cabello: controlar lo incontrolable. El cabello es y no es cuerpo, está dentro y está fuera, es una frontera que separa pero recoge información, así que trabajar sobre este elemento es trabajar sobre el propio ser, la propia identidad, el cuerpo y su autonomía. Los pelos largos y sueltos, las cabelleras al viento, siempre han incorporado poderosos simbolismos en multitud de culturas. Libertad, romanticismo, naturalidad, liberación, opresión… todo este bagaje lo convierte Strimaitis en una herramienta formal apabullante.

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  • Arapiles

La web de Madrid en Danza informa de que este espectáculo tiene una duración indeterminada, que usa música muy alta y que son recomendables los tapones para los oídos. Esto que parece una mera información práctica ya está hablando de la naturaleza de este montaje, atravesado por los elementos que han conformado ese tipo de fiestas que anulan las reglas sociales establecidas, como el carnaval o la rave. La coreógrafa y bailarina danesa Mette Ingvartsen, que fundó su compañía en 2005 tras formarse en el célebre P.A.R.T.S. de Bruselas, presenta a un grupo de nueve intérpretes que entregan sus cuerpos a este ritual nocturno delirante donde se cambian las obligaciones diarias por el baile y la música en libertad, cuerpos impulsados por brotes contagiosos de baile imparable y rebelde. Los bailarines y bailarinas experimentan con la forma de crear arquitecturas alternativas de afecto y resonancia a través del despliegue de sensaciones incontrolables, del desparrame propiamente dicho. Hedonismo y exorcismo a un tiempo, generan un estado de embriaguez colectiva en el que uno querría participar, rompiendo esa otra regla social de permanecer sentado en una butaca viendo un espectáculo.

  • Arapiles

"Quiero explorar la historia musical y ver si puedo dar visibilidad a algunas voces desconocidas. Esta vez quiero tomar la palabra VOZ de manera bastante literal. La partitura de esta pieza estará compuesta íntegramente por obras en las que la voz femenina desempeña un papel protagonista". Son palabras del creador Jan Martens, coreógrafo y bailarín belga que siempre ha sostenido que cualquier cuerpo puede comunicar y tiene algo que decir, y que con cada nueva obra investiga nuevas formas de relación entre los públicos y los intérpretes. Voice noise está inspirada por un libro que la poeta y ensayista canadiense Anne Carson publicó en 1992, The gender of sound, donde habla de cómo la historia ha tratado de silenciar a las mujeres al asociar ideológicamente sus voces con la monstruosidad, el desorden o la muerte. La autora va pasando por diversos momentos de nuestro acervo cultural, desde la Grecia de Aristóteles hasta la actualidad en la que todavía se intenta ensombrecer la voz de mujeres u hombres gays que trabajan en la radio. Es la gravedad lo que infunde respeto. Y esta obra quiere derribar este prejuicio absurdo.

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