Qué hacer en Madrid por 3 euros (o menos)

Conocida cariñosamente como 'la filmo' y presente en alguna película de Almodóvar, este elegante cine de estilo Art Nouveau fue fundado hace más de 50 años. Su vestíbulo/cafetería con luces de neón es un punto de encuentro muy animado y la pequeña librería está siempre a tope. Un amplio programa mensual gratuito te dará cuenta con detalles de su ecléctica programación que combina películas del Archivo Nacional con grandes cintas del cine internacional, cine de autor, clásico y experimental. Las que no son gratuitas, solo cuestan 3 euros. 

Etrar a esta bodega fundada el 4 de enero de 1892 es todo un viaje en el tiempo. Más de siglo y medio de vida después, su fama no decae, ni la del espacio (un bar de antaño, donde los azulejos de colores y la madera dominan todo el interiorismo), ni la de sus pinchos de tortilla de patatas (poco cuajada por el centro, siempre entre las listas de las mejores de Madrid), ni su tradicional vermú. Puedes probarlo por 1,70 euros. 

Situada en un gran edificio neomudéjar y concebido como un punto de intercambio cultural, la Casa Encendida es hoy es uno de los espacios culturales más vibrantes de la ciudad. Sin dejarte un riñón, porque algunas de las actividades cuestan solo 3 euros, podrás disfrutar de exposiciones de artistas emergentes en todos los géneros, vanguardistas performances, conciertos, teatro, muestras de cine y cortometrajes, y actividades para niños, entre otras muchas repartidas en sus cuatro plantas. Una cafetería, una tienda de comercio justo y una biblioteca completan su ya de por sí amplia oferta. Ah, y si prefieres estudiar, también imparten cursos de informática, idiomas, audiovisuales, artes plásticas...

Si os gustan los tacos, tenéis que venir sí o sí a comer a este pequeño restaurante y bar situado a pocos pasos de la Gran Vía. Como habréis adivinado, su especialidad son los tacos preparados según la receta milenaria ‘al pastor’, es decir, apilando la carne sobre un hierro giratorio frente a un fuego para que se vayan cocinando lentamente. Además de poder probar los sabores más auténticos de México, saldréis de aquí con la cartera casi llena ya que los precios son súper asequibles (tacos a un euro, quesadillas a 2,50 €, alambres a seis, etc.) No faltan tampoco las micheladas, los tequilas y las cervezas mexicanas.

El que conoce bien Madrid, lo sabe: aunque la entrada al Palacio Real cuesta 12 euros, también es posible acceder sin pagar un duro. Concretamente, de lunes a jueves de 18:00 a 20:00 en verano (abril a septiembre) y de 16:00 a 18:00 en invierno (octubre a marzo). Dos horas en las que poder recorrer las estancias de este lugar tan típicamente madrileño. ¡Y dan para mucho!m 

En Madrid, los amantes de la fotografa siempre tienen un buen plan. La capital acoge infinidad de exposiciones fotográficas, la gran mayoría gratuitas, en las que disfrutar de las obras de los grandes artistas de la cámara. Fundación Mapfre, el Centro Cultural Conde Duque, el COAM, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando... Las opciones son casi infinitas. Por ello, nada como darte una vuelta por nuestro artículo dedicado a las mejores exposiciones fotográficas de la ciudad. ¡Aquí lo tienes!

La sede de la Fundación Canal de Isabel II es un bullente espacio cultural donde disfrutar de conciertos a buen precio, tan bueno que unos cuestan solo 3 euros y algunos son incluso gratuitos; además de ver exposiciones, asistir a debates y concursos, y participar en premios de microvídeo, certámenes literarios o talleres para niños y adultos, muchos de ellos sobre la cultura del agua. Otros, de rigurosa actualidad. Edgar Degás, un foro sobre qué pintamos en Europa, las mejores fotografías de la agencia Magnum, Picasso, o Alberto García-Alix son ejemplo de lo que se expone aquí.

En 1973, cuando las hambrguesas aún no se habían popularizado en España, Don Oso apostó por esta propuesta tan típicamente americana. Hoy siguen haciéndolo, y manteniendo unos precios que, aunque no son los de 1973, también parecen congelados en el tiempo: una hamburguesa cuesta 1,90 euros. Cuidado que enganchan. 

De 1914 data esta tradicional pastelería que aún conserva su decoracion original -incluida la figura de alabastro que preside el negocio y a la que debe su nombre-, razón por la cual ha aparecido en numerosas películas de época. Desde finales de 2015, y tras la jubilación de su histórico propietario, el negocio pasó a manos del pastelero Oriol Balaguer, que no ha venido solo: bajo el brazo se ha traído la receta de su célebre cruasán de mantequilla, seleccionado como el mejor de España en el año 2014. Está tan, tan bueno, que solo con mencionarlo uno comienza a salivar. ¿Lo mejor? Que cuesta menos de 2 euros.

¿Sabías que se puede ver una auténtica mina sin salir del centro? Adentrarse en la Mina Museo Marcelo Jorissen, ubicada en el Museo Geominero (Ríos Rosas, 23) es uno de esos planes sorprendentes que todo madrileño debería hacer al menos una vez en la vida. Un excavación que se realizó en el patio de la Facultad de Ingenieros de Minas de Madrid en los años 60, con el fin de que los alumnos pudieran realizar prácticas. La visita cuesta 3 euros. 

Si te gustan las comidas del mundo, Lavapiés es un paraíso: alí encontrarás restaurantes de todas las latitudes del planeta. Y entre los más asequibles y deliciosos, Africa Ndiambour (Mesón de Paredes, 24). Allí podrás degustar un plato diferente cada día por 6 euros, a 3 por cabeza y perfecto para compartir.

El Sainete (Ponzano, 6) se ha ganado un lugar de excepción entre los amantes de la cerveza artesana, pero también entre los sibaritas de las racones. Entre las más asequibles y tradicionales, las Gildas. Un pintxo cuya base son tres ingredientes: aceitunas, anchoas y piparras, y del que puedes pedir dos unidades por 3 euros. Repetirás. 

El goteo desde primera hora de la mañana hasta que cierran es constante y entre su clientela hay oficinistas de traje, gente (bien) del barrio y currelas de toda índole. Es un local realmente grande en el Mercado de la Paz pero en su comedor no cabe un alfiler al mediodía y en la barra, salvo que vayas a última hora, nunca falta su tortilla patata, una de las mejores de la ciudad, para tomar con un café de media mañana, a un precio cerrado de 3 euros. Y no acaba ahí la cosa porque, además, la pizarra de su menú diario (que es de los que SÍ cambia a diario) tiene todo eso que le pides a un restaurante familiar y castizo: lentejas, potaje, callos (segundo gran hit de la casa), sopa de cocido, judías verdes, gallo plancha, escalope milanesa, albóndigas en salsa, filete de hígado… El ambiente, el trato, el buen hacer de la cocinera son ya suficientes motivos para venir. 

El edificio histórico Palacio de Cibeles, antiguo Palacio de Telecomunicaciones y actual sede del Ayuntamiento de Madrid, es conocido en la actualidad por se la sede del espacio multicultural CentroCentro Cibeles. Desde proyecciones de películas hasta exposiciones de diferentes disciplinas artísticas, el recinto acoge todo tipo de actividades distribuidas en las áreas de cultura, ciudadanía y gestión creativa de espacios públicos. Aunque si nos fijamos hoy en él, es por su más que célebre mirador, desde el que contemplar el skyline de Madrid y la Plaza de Cibeles a vista de pájaro por los 2 euros que cuesta la entrada. 

¿Un bocadillo de jamón por menos de 3 euros? ¡Es posible! Al menos, en el Paraíso del Jamón. Un clásico de Madrid con cinco locales en el centro (Arenal, San Bernardo, Bravo Murillo, Reina Victoria y Avda. Plaza de Toros) donde podrás pedir este clásico tan nuestro por sólo 1,70 euros.  

Los kilos de bacalao que semanalmente salen de su cocina solo lo saben ellos. Pero la cifra debe ser contundente. Las tajadas, estupendamente rebozadas, no es que sean su especialidad, es que prácticamente son el plato único de esta tasca que mantiene viva la tradición tabernaria del centro de Madrid por 3 euros cada una. Camareros atentos y rápidos, decoración añeja, parroquianos, cañas ejemplares… Firme advertencia: Evitad acercaros los fines de semana (soleados) y las horas punta porque el lugar se llena hasta arriba y la experiencia se vuelve demasiado incómoda.

Croquetas, ensaladilla o salchichas... Raciones abundantes para cerveza moderadamente baratas. En este bar te tomas un par de cañas y sales cenado, porque las tapas, además de gratuitas, son generosas. El ambiente es juvenil y divertido, pero a veces se llena demasiado. Ideal para cenar cuando te quedan menos de 10 euros en la cartera. O para tapear desde 1,75 euros la caña, con tapa, claro.