La más emblemática de las bibliotecas de Madrid fue fundada en 1712 por Felipe V, primer Borbón que ocupó el trono español, para albergar sus colecciones de libros y las confiscadas a los nobles que apoyaban a los Austrias durante la guerra de Sucesión. Por un privilegio real, precedente inmediato del actual depósito legal, los impresores debían depositar en ella un ejemplar de aquellos libros que hubieran sido impresos en España. En 1836, dejó de ser propiedad de la corona, abandonando su condición de Real Biblioteca Pública y pasando a denominarse Biblioteca Nacional. En sus más de tres siglos de historia, la institución ha llegado a almacenar más de 30 millones de documentos, gran parte de los cuales se custodian en su sede de Alcalá de Henares, entre los que se encuentran el Códice de Metz del siglo IX, Las Etimologías de San Isidoro del siglo IX, una Biblia Pauperum del siglo XV y el Catholicon de Johannes Balbus del siglo XV.
Viajar a épocas remotas de la mano de antiguos manuscritos, descubrir arquitecturas y rehabilitaciones eclécticas, revivir escenarios de película o contemplar algunas de las mejores vistas de Madrid. Visitar una biblioteca puede significar mucho más que pasar un simple rato de trabajo, estudio o tomar prestado un libro, es adentrarse en un espacio para el sosiego y la calma que, paradójicamente, nos abre las puertas a tantos mundos como deseemos explorar. Por ello y porque se nos ocurren pocas cosas mejores que hacer en la ciudad, os presentamos las bibliotecas de Madrid con más encanto, diez joyas donde disfrutar de mucho más que del placer de leer un buen libro. Avisa en casa de que vas a tardar en llegar porque una vez entres, no querrás salir.
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