Massimo Pignata ha hecho un pequeño milagro: posicionar una pequeña heladería-bar del Eixample en el número uno de España, según TripAdvisor. Ya tenía nuestra confianza desde que abrió en 2010. “La gente ha entendido que no utilizamos ningún aroma ni conservante, mi objetivo es que los cristales sean finos para conseguir una crema helada”, dice. Pignata es cercano al ‘slow food’, y cada día renueva 21 sabores diferentes, procurando seguir los productos de temporada. Es partidario de los sabores puros –brutal el de pistacho y avellana–, pero este tío es suficientemente bueno para permitirse genialidades frívolas y ganas: ¡helado de coca de San Juan!
Olvidaos del aire y de pasar sed, aquí tenéis una selección de los placeres helados más auténticos de Barcelona. Originales, de procedencias y facturaciones diversas, todos tienen algo en común: ¡están deliciosos!