'Cherepaka' de Andréane Leclerc
Este espectáculo reinterpreta la contorsión, una técnica circense que Andréane Leclerc empezó a practicar con 9 años. El artista, que busca en la contorsión un nuevo lenguaje del cuerpo, se inspira en las obras del pintor Francis Bacon para crear un cuadro escénico que representa la muerte de una tortuga y la dualidad de la eternidad: lo que perdura (el caparazón) y lo que muere (la carne).