Dos hombres, hartos de que la vida les trate mal y sobre todo el sexo contrario, deciden exponer sus sentimientos más íntimos en voz alta sin rodeos ni pudor. Una visión del desamor desde una óptica puramente machista en la que estos perdedores van enhebrando pensamientos mordaces en contra de todo, incluidos ellos mismos y su propia masculinidad. Un espectáculo que oscila entre el teatro, el vodevil, el recital musical y la comicidad más absurda y surrealista, acompañada de una filosofía nocturna sólo apta para unos pocos elegidos.
Tiene 34 años y una treintena de obras en la espalda, pero la mayoría del público conoce David Verdaguer por los papeles de película que ha hecho en los últimos años, de '10.000 km' a 'Estiu 1993' -y ya les anunciamos que volverán a oír hablar cuando se estrene 'Tierra firme', el nuevo film de Carlos Marques-Marcet-. En el teatro, ha hecho de todo y ahora le toca ser el amante de Mar Ulldemolins en 'Un cop l'any', la comedia de Bernard Slade que dirige Ángel Llàcer en el Poliorama. Un papel, el de un contable de Barcelona, que nos permitirá ver la versatilidad del actor, porque, entre otras cosas, cuando comienza la pieza tiene 22 años y, al terminar, unos 55. "No soy ni alto ni bajo , ni guapo ni feo, puedo hacer muchas cosas y puedo no hacer nada ", dispara.
"Podría haber hecho ocho pelis en un año. He podido elegir, pero tampoco creas que he elegido tanto. Y es cierto que no he estado en ningún súper producción: ¡me faltan abdominales! ", dice el actor. En teatro, sí que protagonizó 'Mucho ruido y pocas nueces', el Shakespeare más taquillero visto en el TNC en los últimos tiempos. Y no nos olvidemos de las obras que hizo como miembro de La Kompanyia del Libre, de 'Victoria de Enrique V' a 'El caballero de Olmedo'.
La historia de 'Un cop l'any' le recuerda su inseguridad vital y este espíritu camaleónico que arrastra. "Es una historia de amor en una relación de amantes, lo que parece imposible, pero cuando están juntos pueden ser ellos mismos", nos dice. Verdaguer destaca como los personajes se conocen a través de sus parejas. Josep y Pilar, de hecho, quedan siempre en el mismo paradero de La Rioja para follar y tienen un juego para romper el hielo: se cuentan algo bueno y algo malo de su cónyuge. Si le preguntamos a él, que es lo mejor y lo peor que tiene, nos dice que es poco organizado y estrábico, pero que a la vez es muy cariñoso.
Todo empieza en 1975 y termina en 2000. Los personajes pasarán por todo tipo de historias y los podremos ver de jóvenes y de mayores. Lo más difícil, para Verdaguer, ha sido ser un hombre de 55 años. "Hago esa cosa que hace Ian McKellen con las manos y bajola energía, intento pasar por todas las vocales", señala.
Por ahora, Verdaguer ha podido interpretar papeles mucho más interesantes en el cine. No se da por vencido, sin embargo. Será la cuarta vez que está bajo las órdenes de Llàcer y no esconde que le gustaría trabajar, por ejemplo, con Jordi Prat i Coll, director de quien admira su poética. O Julio Manrique, que le dio una mano a 'L'onzena plaga', en el Lliure hace dos años. ¿Tienes miedo de hacerte viejo?, le preguntamos. Dice que no, pero no le gusta la idea, aunque, como actor, teme cada vez más subir al escenario. "Tengo más conciencia de lo que hago, eso de ir adquiriendo más peso real en escena", admite. Aquí, en 'Un cop l'any', incluso le veremos llorar. Tiene más vidas que un gato.