Estamos en temporada de alcachofa, no debería ser difícil encontrar las del Baix Llobregat. Limpia las hojas, y cuando tengas los corazones bien limpios, córtarlos bien finos, como si fuera un carpaccio. Albert Mendiola, del restaurante Marimorena, recomienda la variedad morada, el Rolls Royce de la alcachofa.
Cuando las tenga limpias y estiraditas en un plato, añade el sabor ácido que desees: un poquito de limón o de vinagre. Y luego «un chorrito de aceite, sal y pimienta, y con tan solo eso el plato ya es un espectáculo», explica Mendiola.
¿Que la quieres complicar un poco? Pues añade por encima jamón ibérico o tocino, sofrito con cebolleta o chalota. O saltead un puñado de champiñones por encima. O coged aceituna negra picada, la mezcláis con pedazos de queso fresco, o... ¡el sentido común y la alcachofa buena siempre funcionan!