Tenemos restaurantes convencionales, com el Xemei, un italiano de referencia donde podremos degustar platos típicos venecianos y el que quizá es el mejor tiramisú de la ciudad, porque no es lo mismo decir “hoy hemos cenado en un italiano”, que “hoy hemos cenado en un veneciano”. Todavía hay categorías.
Aunque en primavera el cuerpo nos pide pícnic y que Montjuïc tiene la virtud que en cualquier rincón queda perfectamente un mantel de cuadros rojos y blancos, si lo que queremos es ahorrarnos la logística, la montaña nos ofrece numerosas opciones.