Stefano Balis (griego, ex Bardot, Rilke, Informal) y Jordi Fenoll (ilicitano, ex Dos Pebrots) capitanean Margarit, un restaurante de base griega que juega con la amplitud culinaria del Mediterráneo. El resultado de este juego son propuestas tan acertadas como el 'akra'; corvina macerada en hojas de higuera. La mitad helénica es la de apariencia amarilla, hecha con limón, y la otra es la valenciana, roja por la ñora. Los platos de la carta de raíz tradicional helénica se ejecutan con capas personales, giros imaginativos y mucha técnica. Un ejemplo; la 'tarama' -una prima lejana de la brandada de bacalao que los chicos elaboran con huevos de bacalao en salmuera, miga de pan y zumo de limón, y acompañan con daditos de remolacha y polvo de pan de algarroba. Tampoco faltan las pita y proponen nuevas semanalmente. Detrás de su interesante carta de vinos, con mucha presencia de naturales griegos, está la distribuidora Satyrs Wine.
La diáspora helénica en Barcelona, en cuanto al hecho gastronómico, ya ha logrado pasar de lo que hasta hace poco era puramente testimonial y algo folclórico. Hemos pasado de tener prácticamente sólo una cadena báquica de restaurantes a poder ir a un buen número de establecimientos que evitan caer en el tópico de la postal gastronómica. ¡Adiós, musaca pastosa de cliché! Hola, cocina creativa, vinos naturales, café de especialidad y brunch griegos!
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