Ha llegado un punto en el que leemos que la Marató de Barcelona sigue superando récords de participación como si nada y parece que correr los 42 kilómetros y 195 metros sea poca cosa. Si alguna vez habéis sido 'finishers', sabréis que no es así, pero el hecho es que cuando se ha participado en unas cuantas carreras quedan dos opciones: o ser un coleccionista de maratones tipo Arcadi Alibés -¡ya lleva 119!- o saltar a distancias más largas. También aquí han notado el 'boom' del 'running'. Hasta hace cuatro días, Domingo Catalán todavía era una rara avis, pero el fenómeno Kilian Jornet ha puesto a los 'ultras' en la palestra.
Hay tantos retos como corredores, y seguramente proponer uno es la mejor motivación para afrontar una aventura de estas proporciones. Preguntádselo, por ejemplo, a Bea Garcia, que se entrena en Barcelona para carreras tan míticas como la Transvulcania, el Mundial de skyrunning de Chamonix o el Ultratrail del Montblanc. Y creedlo, estas carreras son para ella el entrenamiento para la 4 Deserts, una de las competiciones más duras del planeta: 7 días, 250 kilómetros y en régimen de autosuficiencia. Si habla Bea, que completará el reto en noviembre corriendo en la Antártida, haréis bien en escucharla.
Despacio y con buena letra
La UltraTrail Barcelona será, para muchos, la carrera del debut en los 100 kilómetros. Si lo habéis hecho bien, ya habréis participado antes en más de una maratón. "Se trata de encontrar la distancia ideal para cada uno; una ultra no es para todos", avisa Bea. "Hay que conocer la montaña y, sobre todo, respetarla: en una carrera tan larga, puedes salir con un sol radiante y ver que la temperatura baja 15 o 20 grados". Preguntad, preguntad. No es difícil escuchar historias que ponen los pelos de punta.
Un buen test para saber si esto os va es la Matagalls-Montserrat, el clásico organizado por el Club Excursionista de Gràcia. Son 83 kilómetros con un ambiente festivo y participantes de todas las edades -hay 3.000 inscripciones disponibles. Bea lo clava: "Es la Carrera del Corte Inglés de la montaña".
Los kilómetros no hacen al corredor
"Cuando ves a alguien en la salida que sólo habla del material que se ha comprado y de los kilómetros que ha entrenado...". Ya lo completamos nosotros: nanai. Aunque todo se haga corriendo, una carrera de domingo por la mañana no tiene nada que ver con una ultra, y el entrenamiento también deberá ser distinto. Como en una buena ensalada, poned un poco de todo, desde la bicicleta al alpinismo. Pensad que el cuerpo se tendrá que adaptar también al esfuerzo en la naturaleza. En el gimnasio -sí, también-, pasad por la sala de máquinas -qué remedio- y fortaleced los cuádriceps. Esto evitará que las articulaciones sufran demasiado en los descensos. Casi todos los corredores de ultras han sufrido en algún momento dolores en el cartílago.
No os paséis de listos
"La típica novatada es ir a saco desde el kilómetro cero; estos no llegan ni a la mitad de la carrera". Los perros viejos saben que hay que ir a ritmo, ir haciendo e ir encontrando sensaciones. Muchos corredores de ultratrails necesitan hacer un montón de kilómetros antes de sentirse calentados y a punto para rendir al 100%; por eso se dedican a este tipo de carreras. Cuando se trata de correr más de medio día seguido, cuando te puedes encontrar solo en medio de un temporal y que se te haga de noche, mejor salir a pasárselo bien.
"Hay que tener esto muy claro: correr una ultra es muy agradecido, pero vas a sufrir". Quien avisa no es traidor. "El 60% de la carrera es mental", para Bea. "Las situaciones no son idílicas: te duele el cuerpo, pasas frío y calor, te salen ampollas en los pies y puedes llegar a correr 100 kilómetros absolutamente solo".
Por lo tanto, precaución. Si antes nos quejábamos del dolor en el cartílago, el otro clásico es el dolor de espalda por haber corrido cargando la mochila con el material exigido por las carreras. Y no es obligatorio porque sí: la brújula, la manta térmica y el botiquín pueden ser vuestros mejores aliados. "No perderás una carrera por llevarlo encima, la puedes perder si no lo haces". Y, ya que estamos, cargad un poco de comida sólida más allá de los geles energéticos. El estómago lo agradecerá.
Pasar la ITV
¿Mochila a punto? Ahora falta escoger qué zapatillas llevaréis para la ultra. Hablad con el podólogo, y haceos análisis de la huella para saber si sois pronadores, supinadores o neutros. El listado de tiendas especializadas es cada vez más amplio tanto en Barcelona como en las cercanías, así que tenéis dónde escoger.
Ahora sólo falta la visita al fisio. Sagrada. Imprescindible. Un buen masaje de descarga, para quitar nudos, evitará lesiones por sobrecarga y os dejará como nuevos para la carrera. ¡Venga! Ya lo tenemos todo. Hacia la montaña, y sin excusas. Collserola también es tierra de ultras, y en noivembre podréis demostrar que vosotros también pertenecéis a esta raza.