El Demonio vive en Gràcia
Estamos delante la Casa del Diablo. En el corazón de la Gracia gitana –la parte más solitaria del barrio–, reina esta majestuosa mansión modernista. El observador atento verá que cada puerta y ventana están custodiadas por una discreta pero malévola cabeza de demonio de piedra. Por no hablar de las misteriosas figuras demoníacas pintadas en la pared: si las miras fijamente, se te pondrán por corbata. ¡Seis en total! No es un capricho. El empresario Agustí Atzeries, en 1892 se estaba reformando su casa y a media obra se arruinó por culpa de una maldición gitana. Tan entusiasmado estaba, que dijo que se vendería el alma al demonio para poder terminarla. ¡Y le tocó la lotería! No se lo pensó dos veces a la hora de rendir homenaje al Adversario por medio de la casa.
Hacia el 2012, un cartel anunciaba que se harían viviendas, pero nunca se supo nada. No sabemos si está poseída o no, pero después de una temporadita okupada, ahora tiene todo el aspecto de alojar apartamentos turísticos. No sabemos si triunfará el Mal o no, pero los jefes de demonio no se marcharán: el edificio, de Pons i Trabal, es patrimonio catalogado. ¡A mí no me pillan aquí, al anochecer!