Posiblemente, la imagen más conocida de Tarragona, la de su anfiteatro cerca del mar. De forma ovalada y con gradas excavadas a la roca, en este espacio tenían lugar las luchas de gladiadores, entre ellos o contra fieras, y también ejecuciones públicas. Extinguido el Imperio Romano, el siglo VI se edificó una basílica visigótica, y más adelante una iglesia medieval. Es un imprescindible a visitar en esta ciudad llena de estragos de la antigua Roma.
En Tarragona encontraréis mar y montaña entre villas medievales. Las ruinas romanas se llevan gran parte del protagonismo de la zona: un anfiteatro, un acueducto y un circo entre los imprescindibles a visitar. El centro histórico de Tarragona, con calles empedradas y edificios conservados, es ideal para pasear y descubrir el encanto, y para descubrir desde tabernas históricas hasta modernos bares de tapas donde ofrecen una gastronomía catalana y marítima de calidad. No te pierdas el paseo marítimo Rafael Casanova y los caminos de ronda que llevan a las playas mediterráneas de este lugar, como por ejemplo la playa de Miracle, que quedan cerca del núcleo urbano.