El padre como primera mano, la madre formando parte del tronco y el hijo como 'enxaneta'. Un 'castell' 100% familiar. Entre las más de cien personas que cargan y descargan un 'castell' podemos encontrar sagas familiares más grandes que la de la 'Tribu de los Brady'. Si hace tiempo que buscáis una actividad para hacer con vuestro hijo, estáis de suerte. Solo tenéis que acercaros a una de las seis 'colles castelleres' de la ciudad.
Formar parte de una 'colla' implica asistir a los ensayos -uno o dos días por semana- y a las actuaciones. Si un martes os acercáis un poco antes de las siete de la tarde al número 86 de la calle Comtes de Bell-lloc, veréis a los Borinots de Sants en plena actividad. Los primeros en llegar son los más pequeños de la 'colla'. Una cuadrilla formada por niños y jóvenes de entre 3 y 15 años. Muchos vienen acompañados por unos padres que, o bien ya forman parte del grupo o no tardarán mucho en unirse. "La mayoría de padres, al principio, traen a los hijos y se quedan sentados mirando, pero poco a poco se integran y muchos acaban siendo grandes 'castellers'. Nosotros tenemos más de 40 niños y les encanta venir porque ven que pueden hacer muchas cosas desde el principio y también conocen a otros críos y forman un grupo muy bonito en el que todos tienen su papel", explica Roger Estivill, coordinador de la escuela de 'castells' de los Borinots.
'Castellers' o no, los padres ayudan a los más pequeños a ponerse la faja y miran atentos los juegos que organizan los responsables de los niños. Antes de que arranque la temporada oficial en marzo, las tres primeras sesiones sirven para que los niños cojan confianza y se conozcan entre ellos. "Son tres ensayos tipo juego, como si se tratara de una yincana castellera. Cuando empieza la temporada, dividimos las sesiones por zonas: en una se hacen castells pequeños, en otra se trabaja en las espalderas y en la tercera hacemos flexibilidad y estiramientos", detalla Alba, una de las responsables del grupo infantil.
Al lado de los más pequeños, a las siete en punto, ya se ponen en marcha el resto de alumnos que forman parte de la escuela de 'castells'. Es una hora en que los más inexpertos cogen rodaje y los que ya llevan más tiempo aprovechan para probar otras posiciones y mejorar la técnica. Trabajan en grupos y la sesión termina con un 'castell' que cargan y descargan una mezcla de nuevos y viejos 'castellers'.
Escuela y 'canalla' conviven en un mismo espacio y es habitual escuchar frases como "coloca el pie aquí hijo...", "¡venga que ya lo tienes...!", ver a padres 'castellers' ayudando a sus hijos a subir o hermanos mayores haciendo de piña en el 'castell' de los pequeños. Y cuando a las ocho empieza el ensayo general, padres e hijos noveles miran boquiabiertos cómo los compañeros más expertos practican 'castells' de gamma extra.
"A los niños, cuando ven por primera vez un 'castell' de los grandes, les da un poco de respeto, pero empezamos con cosas pequeñas y todo es muy progresivo. Preferimos que sea el niño el que nos pida hacer más cosas que no al revés porque lo peor que nos podría pasar es que se asustase al principio", explica Alba.
Los ensayos son familiares y también... ¡gratuitos! Y es que nadie cobra y nadie paga, solo se pide compromiso para llegar a recibir la preciada camisa. Además de los Borinots, en la ciudad, pequeños y mayores también se ayudan a unos y otros a ponerse la faja en los locales de ensayo de los Castellers de Barcelona, de los del Poble-Sec, de los de Gràcia, de los de Sagrada Família y de la Jove de la ciudad. Las seis 'colles' cargan y descargan con muchas familias entre sus miembros, se citan para la Mercè y sueñan con hacer una buena actuación en el concurso de 'castells'.