Con una tradición de cinco generaciones, el Celler de Gelida se fundó como una modesta bodega en 1895. Fue a finales de los 80 cuando Toni Falgueras inició una reconversión radical del negocio que ha culminado en lo que es hoy: quizá la bodega más completa –unas 3.500 referencias– y también el que presta más atención al producto de la tierra. Encontraréis una selección increíble de vinos de todas las DO catalanas, pero también de todos aquellos licores telúricos que se tomaría vuestra tía para ‘alegrarse’: ratafía, aromas de Rupit, aromas de Montserrat, brandi del Penedès...
No es necesario comprar el vino en el Pryca (entre otras cosas, porque hace 14 años que ya no existe esta cadena). Si tenéis problemas para encontrar un vino que vaya bien para la ocasión, y estáis hartos de terminar cogiendo siempre aquel Ribera del Duero taaaaaan aburrido de la todavía más aburrida estantería del súper, esta lista de enotecas, bodegas y tiendas de vino será de vuestro interés.