Tlaxcal (Born)
Scott ChasserotTlaxcal (Born)
Scott Chasserot

17 restaurantes mexicanos de Barcelona para gritar '¡Viva México!'

No nos cansaremos nunca de comer mole, burritos, antojitos y tacos

Ricard Martín
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Al igual que muchas otras cocinas latinoamericancas, la mexicana ya hace tiempo que llegó a Barcelona, y se ha aposentado como Dios manda. Atrás quedan aquellos tiempos en que bajo esta denominación solo podíamos hablar de nauseabundos locales de comida rápida tex-mex. Ahora encontramos la gastronomía de México, barroca y exuberante, patrimonio de la humanidad, en todas sus variantes: desde restaurantes donde comer tacos fenomenales, hasta locales que ejecutan con mano maestra una cocina hecha con paciencia de santo, tradición precolombina y más de 50 ingredientes por plato.

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Time Out Market Barcelona
  • Mexicana
  • El Gòtic

Xuba Tacos, una de las mejores taquerías de Barcelona, ​​es el proyecto del chef Antonio Sáez –ganador de dos estrellas Michelin en Lasarte– junto a su amigo y socio mexicano, Raúl Salcido, para celebrar su amor por la cocina mexicana. La carta de Xuba Tacos magnifica la esencia de este icono universal de la comida callejera, con tacos clásicos como los tacos al pastor o una deliciosa cochinita pibil. También incorporan platos de creación propia, como el taco de solomillo rossini, con solomillo, foie a la plancha y salsa trufada. Utilizan tortillas de maíz azul –de sabor neutro, que realza productos de máxima calidad– con rellenos suntuosos, hechos a fuego lento. ‘Xuba’ significa maíz en lengua indígena zapoteca.

Los mejores restaurantes mexicanos de Barcelona

  • Coctelerías
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 3 de 4

La recuperación de platos telúricos de la tradición mexicana pasados por el tamiz de las técnicas de vanguardia y el producto de proximidad catalán es el leitmotiv de Oaxaca, uno de los mejores mexicanos de Barcelona. Entre los platos estrella, hay que reivindicar el pulpo tatemado y el mole con pollo del Prat. Cabe mencionar las tortillas y el guacamole preparado en la mesa, entre otros. Tienen su propia huerta mexicana. Y cada día llevan al restaurante chiles, jalapeños, nopales y más productos cultivados por ellos mismos cerca de Barcelona.

De esto sabe un montón Joan Bagur, un chef menorquín que, de la alta cocina de Barcelona, ​​fue a México a estudiar su tradición. "Pasé de las Michelin a pelar patatas y aprender de mujeres que no sabían escribir, como Titita Ramírez, pero que lo conocen todo de la tradición", explica. Desde el año 2000 vive entre México y Barcelona, ​​siendo uno de los chefs que mejor entiende y practica la correspondencia entre la cocina del viejo y el nuevo mundo.

  • Mexicana
  • Sant Antoni
  • precio 4 de 4

Hay que aplaudir que Paco Méndez, que con Albert Adrià consiguió la única estrella Michelin mexicana de Cataluña con Hoja Santa, haya reabierto este monumental espacio de la Avenida Mistral. Lo hace como propietario de COME (acrónimo de cocina mexicana). El proyecto ha mutado, pero la esencia es la misma: un encuentro entre la cocina mexicana, el producto mediterráneo y el legado de elBulli.

El espíritu de alta gastronomía está ahí, pero Méndez ha querido flexibilizar la carta: puedes comer tres o cuatro platillos de maravillas 'mexiterráneas' con una botella de vino–tacos de berenjena o una nogada con pimientos del padrón, por ejemplo– por 60 euros, o hacer un recorrido de festival por toda la carta de COME, en la que el comensal puede decidir con qué plato principal acabará la fiesta. Que puede ser, por ejemplo, un taco 'ordenado' –es decir, reconstruido a la manera de elBulli– de ternera wagyu o cangrejo real con pipián, una salsa hecha de chiles y semillas.

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  • Mexicana
  • Sant Antoni
  • precio 2 de 4

El barcelonés Gerard Bellver se fue a vivir a México a los 12 años. En el país azteca, Bellver formó parte desde el inicio del restaurante Biko, un establecimiento que de 2007 a 2017 apareció en la lista de los 50 Best World Restaurants de América Latina, y que fue parte fundamental de la revolución gastronómica de México. Y a finales del 2023 abrió el restaurante Jiribilla en Sant Antoni, en el muy amplio inmueble que hospedó al Chickoa. Jiribilla significa "desasosiego, inquietud", también "doble intención". Bellver evita conscientemente "los tacos, porque en Barcelona ya hay taquerías por todas partes", y apuesta por "enseñar un poco la parte menos conocida aquí de México, que para mí son ocho países distintos, gastronómicamente hablando". El punto de encuentro de México y Cataluña, la cocina a fuego lento, abunda en una carta de creación propia que es para mojar pan (y si quieres taquear los platos, pides las tortillas de la casa y listo).

Hay ejemplos magníficos de cuchara, como unas lentejas de recado marino: guisadas, con gambas y una mezcla de especias picantita y roja, el recado, o una lengua de ternera guisada al mole con pil-pil de pimientos, con la que puedes rellenar tacos a placer. También reversiona clásicos populares: los ejotes con huevo, que pasan de ser un revuelto de judías verdes (un plato casero que hace protestar a los niños) a una delicia con crema de yema de huevo, almendra y judía deshilachada. Y os esperan elaboraciones con maíz muy poco vistas por aquí, como la 'tetela': un triángulo de maíz con alcachofa, que él rellena con fricandó vegetariano y setas. Y por cierto, en la barra te puedes sentar y pedir una versión abreviada de los platos de la carta... ¡Con tacos!

  • Mexicana
  • Sant Antoni

Pareja de chefs mexicanos con formación culinaria a la vista –Martha Carrasco (ex-Ciro de Valencia, Hoja Santa) y Enrique Fernández (ex Quique Dacosta, Abrassame)– con ganas de demostrar que dentro del recetario tradicional del país azteca hay sitio para las aportaciones personales, abren el Quiote. Aquí el guacamole clásico lleva manzana verde; las gambas se flamean con mezcal espadín; la chuleta de cerdo 'macha' se hace a baja temperatura y se acompaña de salsa de chile de árbol, ajo, sésamo y miel; y los tacos de corbina rebozada llevan mayonesa de tamarindo, chile morita, cebolla roja, piña y menta. Las tortillas y los totopos se les hacen ellos. El quiote es el tallo comestible de la flor del maguey: ¡atención a la carta de mezcales y tequilas!

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  • Mexicana
  • Dreta de l'Eixample

Si sumamos mar y México obtenemos como resultado el Maro Azul del Eixample. El plato estrella de este local luminoso, sereno y de aires mediterráneos con reminiscencias caribeñas es el pescado a la talla, especialidad del Pacífico mexicano. Se abre como una mariposa, se cocina a la brasa, una mitad se cubre de salsa talla (de diferentes tipos de chile) y la otra de salsa de perejil (con clavo, comino y cebolla), y se sirve con tortillas, frijoles refritos y verduras encurtidas. Las tostadas, los tacos, los rollitos de changurro y el aguachile tampoco se quedan atrás. Cócteles tradicionales (margarita, pisco sour) y también de creación propia, como el daiquiri de yuzu y guayaba. Quizás al acabar la comida sentís que estáis en la costa yucateca, pero no, estáis a dos pasos de la Sagrada Família.

  • Mexicana
  • Sants

Ignoramos cuáles son las tres mentiras a las que hace referencia el nombre de este local, uno de los de moda de Sants. "Donde la ignorancia es felicidad, es una locura ser sabio", decía el poeta inglés. Lo que sí sabemos a ciencia cierta es que en su carta encontraréis clásicos mexicanos muy bien ejecutados; antojitos (la tlayuda de Oaxaca y tuétano de ternera sobre una base de maíz, frijoles, salsa verde y queso fresco son nuestros favoritos), siete tacos diferentes, y platos costeros y de interior (carne, carne y más carne). Aquí las tortillas son artesanales y se hacen con maíz nixtamalizado. Aparte de unos bocados que os harán enloquecer, también podréis pedir cócteles delirantes, como el Bloody María con tequila reposado o el Porn Sants Daiquiri.

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  • Mexicana
  • El Poblenou

El mexicano Juan Francisco López, de Guadalajara, vive en Poblenou. A finales de los 2000, estaba en Londres con su hermano José Juan y, diecisiete años después, ambos abrieron la coctelería y restaurante Azul Frida en el Raval. Llegaron con el bagaje de las recetas de la madre y la experiencia de haber trabajado en la capital británica. Y tan bien echó raíces que ahora han abierto el Azul Frida Poblenou. La tortilla azul, rica en pigmento de antocianina –el mismo que el arañón– y hecha a mano aporta un sabor más concentrado, con un toque a nuez. Envuelve abundantes raciones de tacos y quesadillas, y la oferta incluye torcidas ahogadas y burritos, con sensibilidad vegetariana. El local, que parece ser una masía con toques surrealistas, es precioso.

  • Gràcia
  • precio 1 de 4

Veganos, vegetarianos y gente no vegana sin prejuicios hacia la comida vegana; ¿te entusiasma la gastronomía mexicana? Pues toma nota; en el Gallo Santo tienes una carta corta con mossos interesantes. De entrantes puedes optar por los omnipresentes nachos con 'queso' de patata o las flautas de boniato. Los burritos van con arroz, pico de gallo, frijoles, maíz, crema de anacardos, lechuga, pimiento y cebolla y los complementos que os apetezca. De tacos te recomendamos los de árbol de pan al pibillo con cebolla morada, salsa verde y frijoles negros o los de tinta de zanahoria. Si te apetece emplatarte, te ofrecen también un par de cuencos con arroz o quinoa.

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  • Mediterránea
  • El Guinardó
  • precio 2 de 4

Un mexicano que evita el purismo y prefiere dejar que las recetas tradicionales se dejen querer por nuestra cocina. El resultado es una carta que primero entra por los ojos y después conquista el estómago con quesadillas, tostadas chilangas, fajitas de secreto ibérico, ceviche de lubina con un toque de curri, mole tlaxcala, hamburguesas... Un desafío si tenéis hambre de lobo y queréis engullir hasta el día del Juicio Final. Regad el festín con el surtido de birras y tequilas mexicanos, bajadlo todo con una margarita y sabréis lo que es la felicidad, al menos durante una hora. Por decreto ley, cada barrio debería tener un buen restaurante mexicano.

  • Mexicana
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 2 de 4

Dirección clave en Mexilona. Paulina Arochi y Marc Duran abrieron el Tlaxcal en 2011, primera referencia de dedicación intensiva al taco. Arochi vino a estudiar a la Escuela Superior de Hostelería, donde conoció a Duran, y tuvieron la idea de enfocar la tradición urbana de su ciudad "bajo una óptica de cocinero profesional". Incorporan algunos clásicos de cantina –sopa de tortilla, enchilada, antojitos– pero la gente se pirra por sus tacos: el pastor –carne de cerdo asada con piña– o suadero –rellenos de ternera con lima y cilantro– por decir dos. "No hacemos cocina de autor, pero inventamos cosas", dice Arochi. El copropietario de una de las mejores taquerías de España es de la Bisbal.

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