Los mejores chiringuitos de Barcelona

Con el estilo al que nos tienen acostumbrados los del grupo Tragaluz, el escenario marítimo inigualable y una cocina sencilla a base de pescado fresco a la parrilla, arroces y ensaladas, este chiringuito de lujo, situado a los pies del mastodóntico hotel W, parece querer hacer un homenaje a los auténticos establecimientos preolímpicos, ante el que uno se plantea si tiempos pasados ​​fueron mejores o si las cosas simplemente deben cambiar. Música y gente cool.

El recorrido empieza en la plaza del Mar, en la Barceloneta, allí encontraréis el Chiringuito del Mar, que recomendamos por su variados almuerzos (las cafeteras no paran desde las nueve de la mañana), aunque lo que más triunfa de su carta son las quesadillas, además de los clásicos bocadillos y tapas. Sus nachos son un éxito, y también hacen hummus, alcachofas o tapas de chorizo picante.

Carles Abellán y Jordi Escribà han unido fuerzas en este chiringuito que quiere elevar el nivel de la oferta gastronómica en la arena barcelonesa: encontraréis bocadillos normales y de autor, ensaladas, tapas y helados. Todo de calidad a un precio que no es de ninguna manera más elevado que en el resto de los chiringuitos. Un ejemplo: buenas patatas bravas a 3,50 €. Los helados son de la heladería de los hermanos Roca, Rocambolesc.

El segundo chiringuito que no encontramos en la playa de la Nova Icària desde las torres es el Dockers, abierto en 2001, y con una estética y un trato al público muy agradable que, sin duda, se agradece. Los precios de su carta son similares a los de los otros locales (por ejemplo, el precio medio de una ensalada son 8 euros) y tienen pizzas, nachos, hamburguesas, gambas o marisco, pero también incluyen pasta, arroces, gazpacho y postres más allá de calipos o magnums. Como hecho diferencial, también hacen promociones bastante interesantes. No dudéis en probar su frape, de café o café con leche muy frío cubierto de una suave espuma.

¿Quién dice que una familia pastelera no puede hacer buenas paellas? En el chiringuito de los Escribà podréis comer todo tipo de arroces, a parte de maricos de temporada y entrantes de primera, entre los que destacan los 'airbags' de jamón ibérico. Es recomendable dejar un hueco en el estómago porque la comida debe acabar obligatoriamente con alguno de los pasteles y dulces de las pastelerías del clan. Este verano también se instalan por primera vez en la arena, en un chiringuito hermano de la Guingueta de la Barceloneta en colaboración con Carles Abellán.

Los moais de la isla de Pasqua nos saluden desde el chiringuito Vai Moana que, según la lengua de esta isla polinesia, ‘mar azul’. La filosofía moai está presente en la decoración del chiringuito y en extenso apartado de coctelería, con caipirinha, Cosmopolitan, Mai Tai y sangría, porque no debemos olvidar que hablamos de chiringuitos y, aunque se hayan renovado, hay clásicos que siempre deben estar presentes. El Vai Moana es de los pocos lugares que tiene en su carta un menú específico para niños con macarrones, claro, y minihamburguesas, porque la playa del Bogatell tiene un público más familiar. Esta temporada, la carta se ha renovado y ofrece un surtido Espinaler con berberechos, mejillones, patatas y olivas, tablas de quesos, patatas bravas, cóctel de gambas y especialidades de carne o pescado hechas a la plancha o al horno, porque en el Vai Moana no hay fritos.

Aunque en su día fue el establecimiento lésbico de la playa, desde hace tiempo este chiringuito lo gestiona el grupo Relevant BCN, responsables de la revista online del mismo nombre. Al igual que la publicación dedicada al arte urbano, el local quiere ser una plataforma para todo tipo de propuestas con algún trasfondo cultura. Su público es mucho más diverso y cambia según la actividad que se organiza.

Después de unos años en el Bogatell, el Chiringuito se ha hecho fuerte en la Nova Mar Bella. Son los más madrugadores, abren desde la siete de la mañana hasta las dos de la madrugada, y apuestan por una cocina natural. A parte de los platos de chiringuito (platos combinados, brochetas, bocadillos fríos y calientes, tapas y hamburguesas), ofrecen almuerzos variados por un precio aproximado de 7 euros. Está el combinado francés; el más natural, con leche de soja, y el inglés, que incluye café, zumo natural, bacon y tostadas. Los extranjeros, el público principal de estos establecimientos, piden también la ensalada de frutas como almuerzo. Los productos son ecológicos, y dan clases de yoga y relajación. El surtido de bebidas es destacable, además de los cócteles que sirven durante todo el día, también hacen batidos, zumos naturales y licuados de zanahoria y melón, entre otros, y presumen de hacer los mejores mojitos de la zona.

Situado en la playa de Llevant, muy cerca del Fòrum, el Chiringuito Bambú ofrece la mayoría de los clásicos del verano: vermuts con boquerones y olivas, pero también ensaladas, marisco y pinchos de gambas, contundentes hamburguesas o un buen pan con tomate y jamón. Por las noches, la coctelería funciona a todo gas, y al mediodía alquilan hamacas y sombrillas. También podréis alquilar el chiringuito para vuestra celebraciones, con catering y música al gusto, ideales si tenéis que hacer una fiesta al aire libre.

Este es el chiringuito gay de más éxito, también el más antiguo. El establecimiento está cerca del montecito que protege el área naturista, una pequeña montaña que se ha quedado sin los característicos arbustos que servía como entretenimiento para más de uno. En el 'Chiringay' es habitual que organicen todo tipo de fiestas durante los meses de calor.