No es un espejismo, en Barcelona, a parte de restaurantes estrellados para bolsillos opulentos, también se puede comer barato. Hablamos de bocadillos increíbles, hamburguesas de competición y gastronomías exóticas que os harán viajar. Pero no nos desviemos, porque en esta lista vais a poder encontrar restaurantes para comer por 5 euros o menos y con mucha dignidad. Estas son nuestras sugerencias.
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Lo local es universal. Así lo entendió Michela Cocco, una de los socios de La Sedici, cuando decidió exportar en Barcelona las pizzetas que hacen en la capital de la región italiana de los Abruzos, en el centro del país. Son círculos de 16 centímetros que no tienen nada que ver con las cutreces con las que a menudo asociamos el concepto de 'minipizzas'. Una masa de alta calidad, fermentada durante 24 horas, digerible y esponjosa, que cubierta con producto de primera calidad y proximidad de DO italiana en la medida de lo posible. Tienen 16 recetas, de ahí el nombre, 16 en italiano. Y las llaman minipizzas, pero por tan pocos euros como seis te comes dos y quedas más que satisfecho.
Cómo pronunciar la palabra bocadillo y no pensar en el Fidel, en su carta kilométrica, su maestría para combinar ingredientes con sencillez -salmón con roquefort, emmental con confitura de tomate-, y ese pan tostadito... Un bocadillo en Fidel es una inversión a riesgo cero.
Haréis bien de tener en cuenta El Cocinero de Damasco, un lugar donde los shawarmas tienen sabor auténtico. ¿Y qué tiene que no tengan los demás? Pues carne de cordero y de pavo, muy poco habitual en los shawarmas pero muy saludable porque la cantidad de grasa es muy baja. Sólo hacen de este tipo y llevan especies, tomate, pepinillo, salsa de yogur y picante al gusto del consumidor. Y el precio del especial de la casa está congelado a 4,90 euros desde tempos inmemoriales. Si sois vegetarianos, aún mejor: un falafel con hummus por 4,50 euros.
Sentarse en su terraza, o en la barra mismo, y pasar horas charlando, observando la flora y fauna del territorio y viendo correr la vida ante sus ojos: un habito infravalorado, el de no hacer nada. Un dato importante: los bocadillos del Mendi se hacen con materia prima del mercado de la Boqueria.
La comida tiene el poder de hacernos viajar en el espacio-tiempo. En Àsia amb Gràcia puedes hacerte con unos fideos chinos con pollo y salsa thai (leche de coco y curry rojo) por 5 euros.
Ejemplo de cómo una antigua charcutería puede convertirse en un centro de peregrinación moderna. En Rekons han tenido el buen gusto de mantener buena parte de la estética antigua a pesar de cambiar de negocio. Ahora, pueden desgustarse a cualquier hora empanadas, ensaladas y dulcees argentinos acompañados de una cerveza o un vino. También tienen un local en la calle Sepúlveda, 39
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