Podríamos hablaros de las harinas ecológicas, la masa madre, la hidratación, el prefermento, la fermentación de 72 horas, el horno, el tiempo de cocción, el alveolado, el estilo, la estacionalidad y la proximidad de los ingredientes, la adscripción a Slow Food, los 'pizzaiolos' y otros mil parámetros para definir las pizzas de La Balmesina. Pero, en realidad, sólo hace falta que os digamos una cosa; es una habitual de los rankings nacionales, continentales y mundiales de las mejores pizzerías.
Massimo Morbi, Alessandro Zangrossi y Mattia Ciresola, los fundadores y dueños, decidieron ignorar los preceptos y el peso de la ortodoxia napolitana para apostar por la alta panificación de la masa. El resultado es una pizza más ligera, flexible, crujiente y de fácil digestión. El producto estacional está en el corazón de su trabajo, así que siempre encontraréis clásicos como la Margarita, junto a creaciones de cada temporada.