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¿Quién puede resistirse a una croqueta? Esta receta, que se come en un instante, pero requiere un buen rato de elaboración, es sin duda la reina de los bares de tapas y un arquetipo en el inconsciente culinario de la humanidad. Hay croquetas de Cataluña hasta Japón (las deliciosas 'korokke'), pasando por Italia (los contundentes 'arancini') o el 'kibbe' libanés. Ahora bien, pese a su meteórica revalorización en los últimos tiempos –en 2023, el consumo de croquetas creció casi un diez por ciento y se consumen unos 3.700 millones cada año–, no es tan fácil encontrar croquetas verdaderamente buenas.
Con el objetivo de celebrar este crujiente objeto de deseo, el Time Out Market Barcelona alargará el Día de la Croqueta, el 16 de enero, a tres: del 16 al 18 de enero, siete grandes chefs de Barcelona ofrecerán su interpretación de la croqueta a dos euros la pieza. Y ojo, porque participan algunas de las cocinas que mejor la tocan, en nuestra ciudad: Darvaza, RiasKru, Casa Guinart, Can Ros, Bar Nuri, Lena Maria Grané & Ricky Smith y Fran López.
Lo mejor de todo es que por 14 euros podréis probarlas todas: un viaje alucinante al corazón de la bechamel y el producto top. No hace falta reservar, solo presentarse y disfrutar de la ruta. ¿Qué nos espera?
Darvaza ofrecerá sus emblemáticas croquetas de entrecot madurado con pimiento del 'piquillo' caramelizado, toda una exhibición.
RiasKRU tira la casa por la ventana con una elaboración de producto marino de alto nivel: croquetas de gamba y centollo.
Casa Guinart pone en juego su croqueta de jamón ibérico, potente y cremosa.
Can Ros nos recuerda, con su croqueta de calamar –con un toque picante–, que además de preparar arroces exquisitos, dominan como pocos la fritura marina.
Bar Nuri aporta su croqueta de asado, que ha establecido un paradigma en los bares de tapas de Barcelona.
Lena Maria Grané y Ricky Smith han preparado una croqueta de ternera con bechamel, adornada con una bechamel de mostaza (¡y también otra de calamar y gamba con tinta de calamar!).
Fran López participa con su croqueta de pollo asado, un plato que, en toda una vida de cocina, nunca ha salido de su carta debido a la demanda popular.
Mi consejo es que las vayáis reuniendo una a una –el servicio es muy rápido– y las alineéis, estableciendo vuestra gradación de sabores favorita, acompañadas de una cerveza bien fresca. Satisfacción garantizada.
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