En este saloncito abierto entre Tribunal y Malasaña, presumen de tratar de encontrar el equilibrio entre la imagen que el cliente quiere proyectar y el corte o el color que más se adecúa a sus rasgos faciales y personales. Fran Alemany es el maestro colorista, y Luciano de Paoli es el estilista profesional, y juntos forman este tándem que lleva por bandera el 'slow work'. Porque las prisas no tienen sitio en este tipo de peluquerías.
Ay, las peluquerías, esos lugares en los que los sueños se hacen realidad o te amargan la vida. Lo bueno es que el pelo volverá a crecer y, cuando eso suceda, podrás ponerte en manos de profesionales que escuchan, asesoran y, en la mayoría de las ocasiones, aciertan con el corte y el color. O eso dice su fiel clientela. Hemos seleccionado un listado de peluquerías que son algo más, son salones de estilismo boutique (espacios pequeños de interiorismo muy cuidado y atención por los pequeños detalles) a los que uno va no solo a cortarse el pelo, hacerse unas mechas o un tratamiento de cuidado capilar, sino a dejarse mimar por unas horas. Algo que, después de dos meses de confinamiento, como que apetece. Recordad que hay que ir con mascarilla, guantes y cita previa.
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