Milos
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Restaurantes griegos auténticos en Madrid para viajar sin moverte de la mesa

Platos tradicionales y domésticos que te transportan a uno de esos veranos en el Mediterráneo oriental

Gorka Elorrieta
Colaborador: Andrés Galisteo
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No son los más habituales. No son italianos, ni chinos, ni franceses, son griegos, y a pesar de ser una de las cocinas más sonadas y valoradas del mundo, la tradición helena no abunda en Madrid. A caballo entre el Mediterráneo y Oriente, Grecia guarda recetas tan sabrosas y populares como el gyro o el souvlaki (el döner y el kebab turcos) o la musaka... pero hay mucho más. Su tratamiento de los pescados, de las verduras y su forma de guisar con fondo nos conecta como países hermanos, unidos por el mar, por lo que encontrarás mucho plato reconocible en los restaurantes seleccionados en esta lista. Sí, hay vida más allá del tzatziki y en la capital puedes hacerte una ligera idea de ello. 

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Milos

Tras aventurarse con Mythos y Delphos (está haciendo falta un griego que se salga del típico griego), el matrimonio formado por Panagiotis Charalambidis e Isabel del Castillo abrieron Milos, en Francisco Silvela, que hoy está en manos de los propietarios de Kritikos. Es una opción similar en cuanto a la carta pero cuentan con divertidas sesiones de música tradicional en vivo, y eso lo hace diferente junto a una serie de cócteles de aperitivo con licores tradicionales del país, muy interesante para arrancar una velada con acento heleno.

  • Griega
  • Lavapiés
  • precio 2 de 4

En Lavapiés, en Malasaña y en Valencia. Son pocos los griegos de Madrid, sí, pero los pocos que hay demuestran su aceptación abriendo locales sin parar. Egeo propone un viaje nada más cruzar sus puertas, tras las que uno se sumerge en la atmósfera blanquiazul del país con un toque moderno y cool, sin folclore innecesario. Los suvlakis (pinchos) en hasta cuatro formatos son la estrella de una carta en la que, lo mejor, es decantarse por un económico menú degustación (22,90 euros) y probar también sus spanakopitas y tiropitas (pasteles salados) o raciones como el chorizo campero griego de Thessalia con puerros a la parrilla. 

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  • Comer

No hay muchos representantes de la cocina griega en la capital. Así que apuntad este localito cerca del Matadero que lleva poco más de un año abierto, trabaja con productos ecológicos de pequeños agricultores y compra en los comercios cercanos. Además Jari, responsable y alma mater de Casajari (Jaime el Conquistador, 21), se trae especias de Grecia siempre que puede y eso ya marca una diferencia. Pero es un representante sui generis porque se acomoda a Madrid, al barrio -hay vermut de grifo y alguna que otra cerveza artesana- y porque tiene una sección, "Lo nos apetezca", que le sirve de excusa para crear platos mediterráneos, no solo griegos.

Dionisos

Es el Casa Pepe de los griegos en España. Lo es desde 1993, cuando Ioannis Golias abrió el primero en Barcelona con la tradición por bandera. "Producto fresco y de proximidad, calidad y autenticidad" son sus claves para elaborar esta cocina milenaria que tiene el beneplácito de buena parte de catalanes y madrileños, pues cuenta ya con seis sucursales, dos de ellas en la villa y corte. Así, en Chamberí y en Huertas podrás dar buena cuenta de su moussaka, ensalada griega o gyros, sí, pero también de sus famosos pastitsio y soutsoukakia (deliciosas albóndigas griegas).

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Periplo

Entre café y taberna, el griego más “de barrio” de esta selección se llama Periplo y está en la calle Modesto Lafuente. Es pequeño, no es fácil encontrar mesa, pero sus especialidades caseras fuera de carta, anunciadas en una pizarra, merecen la pena. Yannis y Lukas, además, proponen etiquetas de cervezas y vinos griegos para acompañar. ¿Algunas entradas más sorprendentes? Sus purés de berenjena o de huevas de bacalao o su dacos, rosca de pan de Creta con tomate, feta y alcaparras. 

  • Griega

Es el primer restaurante que abrieron, en 2018, los consultores financieros Imre Zychy y Murat Yilmaz, que lo dejaron todo para lanzarse a esta aventura. En el corazón de Chueca, aseguran que es ese griego al que van los griegos, algo que han conseguido con una extensa carta de casi 50 platos, a pesar del reducido tamaño del local, entre los que se encuentran alternativas para todos los gustos y un buen repaso de todo el recetario del país. Una decena de tapas como las dolmadakia (hojas de parra rellenas de arroz), raciones a compartir como las empanadillas o las croquetas griegas, un buen capítulo de ensaladas, del mar y, por supuesto, de carnes componen una de las ofertas más amplias de Madrid.

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