Recorremos la ciudad y la zona norte de la Comunidad en busca de cascadas, chorreras y hasta increíbles saltos de agua para visitar en familia
No hay mejor manera de huir del asfalto de la ciudad que hacer una escapada para darse un baño en la naturaleza madrileña. Y si a ese plan, apetecible por sí solo, le añadimos el aliciente de ir en busca de los riachuelos y de las cascadas de Madrid que salpican (nunca mejor dicho) su sierra y sus rincones secretos, el domingo está echado. Aquí van algunas opciones para perderse por la Comunidad y un bonus track de espacios dentro de la ciudad para disfrutar de estos saltos de agua.
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Solo el inicio de esta ruta ya merece la pena: comienza en el medieval Puente del Perdón, frente al Monasterio de El Paular, tras haber dejado atrás el Bosque finlandés. Unos 14 kilómetros después, entre pinos y robles, encontraréis la Casacada del Purgatorio, un salto de agua de más de diez metros de altura que forma el abundante caudal del arroyo del Aguilón. Por su belleza y el entorno que la rodea, es una de las cascadas cerca de Madrid más visitadas.
Con apenas dos kilómetros de longitud, la ruta que os conducirá hasta una de las cascadas en Madrid con más caudal y altura es accesible para casi todo el mundo. Aunque esté prohibido el baño en la Chorrera de Litueros, podréis sentaros a la fresca del arroyo del Caño, que se convertirá en el nacimiento del río Duratón.
Son unas cuatro horas y media de ruta desde San Agustín de Guadalix. 13 kilómetros aproximadamente de caminata que, tras descender unos escalones de piedra, os llevarán al Charco del Hervidero, donde las aguas del río Guadalix que fluyen desde la Sierra de la Morcuera forman esta doble cascada.
El nacimiento del arroyo del Sestil del Maíllo forma este salto de agua rodeado de imponentes abedules al que llegaréis desde el Puerto de Canencia. Son unos cinco kilómetros de senderos y pistas forestales que no entrañan grandes complicaciones, por lo que es perfecto para recorrer en familia. Al final os espera esta Chorrera de Mojonavalle.
En plena sierra de Guadarrama encontramos también está cascada que nace del arroyo de Pinilla, uno de los afluentes del río Lozoya. Su altura es de unos 30 metros y está situada en un claro del bosque formado por pino característico de esta zona. Para visitarla, tenéis que acceder a través de un camino de unos 3,5 kilómetros que parte desde la pedanía de San Mamés.
En plena Sierra de Guadarrama, en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares se encuentra este salto de agua. Para descubrirlo, el punto de partida es la plaza mayor de Hoyo de Manzanares. Ahí comienza una ruta de unos 3 km que se puede hacer en familia, andando o en bici y que lleva hasta esta cascada en Madrid del arroyo de Peña Herrera, en término municipal de Moralzarzal.
A las afueras de Rascafría, en el Valle de Lozoya, se encuentra la famosa presa del Pradillo, un embalse lleno de encanto, rodeado de vegetación y alimentado por las aguas cristalinas del cauce del Lozoya, afluente del río Jarama. Su caída del agua deja una imagen espectacular en cualquier época del año. De esas cascadas cerca de Madrid a las que siempre apetece ir. Para llegar, el punto de partida es el área recreativa de La Isla, que cuenta con zona de parking y varios restaurantes. Desde ahí se inicia la ruta a pie.
Esta zona verde, que cuenta con un espacio subterráneo abovedado a modo de centro de exposiciones, senderos, ría, estanque, una montaña artificial y cascadas en un mismo espacio, llevaba más de veinte años fuera de servicio por un problema de filtraciones. Su nombre, en realidad, era el de Montaña Rusa, aunque pronto se la empezó a conocer como Montaña de los Gatos porque allí eran abandonados estos felinos que no tardaron en crear sus colonias. Situada en la parte noroeste del parque del Retiro, volvió a abrir en el verano de 2023 después de varios meses de obras y, desde entonces, se ha convertido en lugar de visita obligada. El que fuera uno de los caprichos arquitectónicos del rey Fernando VII puede ser ahora aprovechado y disfrutado por madrileños y visitantes. ¿Necesitas las coordenadas? Lo encontrarás en la confluencia de la avenida Menéndez Pelayo con la calle O’Donnell.
Quizá no se le puede llamar cascada como tal, pero sí, salto de agua. Y disfrutar de eso, sin salir del asfalto de la capital ya es un lujo. A esta fuente, que va a dar a un pequeño estanque, la encontrarás en el distrito de Hortaleza, en el interior del parque de Doña Guiomar. No tiene pérdida, entre las pendientes y desniveles del lugar, destaca esta estructura de hormigón por la que el agua se deja caer.
Declarado Jardín artístico en 1941, este espacio ha sido propiedad de nobles y de la realeza, también hogar de monjes y finalmente territorio del Ayuntamiento de Madrid. En su interior, es posible encontrar esta fuente mural en cascada integrada por dos saltos de agua que llegan a medir, en total, 8 metros. El conjunto a base de piedra y frondosa vegetación circundante se convertirá en uno de tus enclaves favoritos del parque. Te gustará subir a su parte alta recorriendo las escaleras que lo bordean, ahora te gustará mucho más quedarte ensimismado escuchando el estruendo del agua al caer.
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