Las 8 rosaledas más bonitas de Madrid

Esta rosaleda de más de 30.000 metros cuadrados de extensión es el rincón perfecto para una cita, para probar tu destreza con la fotografía o simplemente para dar un paseo entre bellas flores, fuentes y arbustos. Fue construida en 1956 por el jardinero principal del Ayuntamiento de Madrid, Ramón Ortiz. En el centro se sitúa un estanque con nenúfares sobre los que reposa la escultura de una ninfa. En las pérgolas distribuidas por todo el parque puedes encontrar más de medio millar de variedades de rosas y cada año se celebra un concurso que premia a las mejores. Se puede visitar gratis todos los días del año.

Todo lo que tenga que ver con el Real Jardín Botánico, fundado en el lejano 1755, es sinónimo de belleza y buen gusto. Y la rosaleda no podía ser menos. Un increíble espacio de 2.800 metros cuadrados, situado en los cuatro cuadros centrales de la terraza inferior del jardín, que reúne más de 140 especies de rosas. Por si todo ello no fuera suficiente aliciente, la prestigiosa marca Chanel será la encargada de patrocinar la restauración del emblemático espacio. 

Seguro que has ido mil veces al parque de El Retiro, pero ¿cuántas has entrado en su rosaleda? Lleva ahí desde 1915, aunque puede que ni siquiera sepas que este gran pulmón verde de la capital tiene la suya propia. Diseñada por Cecilio Rodríguez, en los orígenes se llamaba la 'Rosería', y está en la zona sur del parque, muy cerca de la icónica fuente del Ángel caído, solo que a diferencia del gigantesco y siempre concurrico Retiro, este es un rinconcito muy tranquilo, un jardín paisajístico con más de 4.000 rosales catalogados por variedades y especies, fuentes de piedra, estanques, cenadores... Estás tardando en ir y hacerte una foto para tus redes sociales. Hazlo en primavera, entre los meses de mayo y junio, que es cuando las rosas lucen en todo su esplendor. 

De la rosaleda más grande, a la más pequeña: la que se encuentra en el coqueto Jardín del Príncipe de Anglona, junto a la Plaza de la Paja. De hecho, no es esta una rosaleda al uso, ya que esta flor se combina con otras especies vegetales. Sin embargo, su inconfundible encanto y sus numerosos rosales la hacen merecedora de estar en esta lista. También, por supuesto de una visita en esta época del año tan especial. 

Es uno de los jardines más bonitos de la ciudad. Y, sin embargo, aún son muchos los madrileños que no lo conocen. El Campo del Moro cuenta, como no podía ser de otra manera, con una imponente rosaleda. De forma circular, al igual que la del Retiro, la rosaleda del Campo del Moro está presidida por una fuente en la zona central, junto a la que una serie de bancos invitan a sentarse y disfrutar del lugar. De allí parten cuatro caminos que dividen el jardín en otros tantos parterres. Cualquiera de ellos es ideal para dejarse llevar por el encanto de esta flor. 

Junto a la Basílica de San Francisco el Grande, en el barrio de La Latina, se encuentra este pequeño parque, conocido hasta no hace mucho por sus dalias. Pero ya no es una dalieda, sino una rosaleda. Eclipsado por la majestuosidad de la iglesia adyacente, este mirador es uno de los mejores y más tranquilos lugares de Madrid para contemplar un bonito atardecer. El grupo escultórico de ‘San Isidro’, obra de Santiago Costa, preside el recinto. Un rincón ideal para una cita romántica.

Inaugurado en 2004 sobre la cubierta del Cuarto Depósito de almacenamiento de agua del Canal de Isabel II, junto a Plaza de Castilla, este parque es un secreto a voces para los vecinos del norte de la ciudad. Un remanso de paz que bien merece una vista y un lugar que cuenta, también, con una espectacular rosaleda. 

No todas las rosaledas están en la capital. Alcobendas puede presumir de una bien bonita en su parque Arroyo de la Vega. Con sus más de 2.000 metros cuadrados, la rosaleda recrea los patrones geométricos propios de la jardinería francesa. Cuenta con una interesante colección de rosales agrupados por colores. Además, en su punto central hay un encantador cenador decorado con rosales trepadores.