Las mejores horchatas valencianas sin salir de Madrid

Para probar la mejor horchata de Madrid hay que acudir a este local de la calle Alcalá. Los propietarios de esta heladería son ahora la segunda generación de la familia Monrós, que vivió en la localidad valenciana de Alboraya y se trasladó a Madrid hace más de 30 años. Con ellos se trajeron la elaboración artesanal de la horchata, la leche merengada y los helados, con sabores que van cambiando y ampliándose cada temporada.

Considerada la horchatería más antigua de la ciudad, 'La fábrica de siempre' (también conocida como 'La fábrica de horchata') lleva desde finales de los 40 en el barrio madrileño de Tetuán, alejados de las zonas más turísticas. Eso no ha impedido que sigan ofreciendo, cada año, de las mejores horchatas de la capital, elaboradas con los cientos de kilos de pequeñas chufas arrugadas traídas en camiones de la comunidad Valenciana. 

Cuando la pareja originaria del pueblo alicantino Crevillente  Francisco Guilabert y Francisca Segura llegaron a Madrid a principios del siglo XX, en la capital había cerca de 300 "aguacuchos", kioskos plantados en las calles y esquinas que ofrecían bebidas frescas a los viandantes. Tras 80 años de tradición horchatera, el Kiosko de la Horchata, de los hermanos Miguel y José en la calle Narváez, de madera y pintado en blanco y azul, es el último. Además de una deliciosa horchata fresca y artesana llena de historia, el Kiosko es de los pocos sitios en Madrid que sigue ofreciendo la muy castiza 'agua de cebada'.

La heladería más antigua de Madrid (sigue manteniéndose entre las mejores de la ciudad) es también el único establecimiento madrileño que cuenta con la certificación del Consejo Regulador D.O. Chufa de Valencia.  Fue fundada en 1950 por Pedro Marchi y su mujer Marcelina Ladero, quienes han transmitido a las generaciones posteriores la tradición italiana para la elaboración artesanal de helados, por un lado, y de la horchata, por otro, gracias a la tradición comenzada por Guillermo Castellot, al frente de la heladería que fue fundada por sus suegros.

Es cierto que apenas quedan locales dedicados en exclusiva a la horchata, más allá de la Alboraya y Fábrica de siempre. Las heladerías han tomado el relevo y Mamá Elba, en la calle Ruda, lo ha hecho con muy honrosa calidad. A sus frescas horchatas las acompañan helados artesanos traídos de los mejores proveedores, con ingredientes y productos naturales, y hasta repostería, también seleccionda de entre reposteros de la ciudad. Perfecto para completar un desayuno o una merienda en cualquier momento del año.  

De Napoli, aunque más conocida por sus helados diferentes y originales, que combinan a la perfección la calidad artesana con ingredientes que jamás esperarías encontrar sobre un cucurucho como queso philadephia y piña, cerveza, roquefort, boletus o aceite de oliva, también se puede destacar su horchata artesana. Cuentan con un obrador propio que, entre marzo y octubre, elabora sobre doscientos litros semanales de horchata con apenas cuatro ingredientes: chufas valencianas, agua, azúcar y una rama de canela.

Puristas de la horchata, no seáis muy duros con nosotros: Añadimos en esta lista la "horchata mexicana", que sin embargo no viene de la chufa, sino que es una bebida de arroz dulce muy popular en el país norteamericano. Se elabora a base de harina de arroz, azúcar, canela, leche en polvo y vainilla, con el ocasional toque de almendras, coco u otras semillas. En Madrid podéis encontrarla en Cutzamala, un "amor a la mexicana" en el Mercado de Antón Martín, o en Takos al Pastor, a pocos pasos de la Gran Vía y, aunque obviamente no ofrecen fartons, puedes acompañar la horchata con unos baratísimos pero buenos tacos.