Tarde día 1: Montmeló, patrimonio arqueológico
La primera tarde la pasaremos en Montmeló. Este municipio suena más en los medios de comunicación desde que se instaló aquí el Circuito de Cataluña, el próximo año ya hará un cuarto de siglo. Pero más allá de ser un lugar frecuentado por los amantes del motor –mañana por la mañana visitaremos el Circuito– también es una población que puede hacer las delicias a aquellos apasionados por los yacimientos arqueológicos, especialmente de época romana.
Esperamos que sea vuestro caso, ya que esta tarde iremos a la cima de Can Tacó, donde está el yacimiento homónimo, y a Can Massot, en pleno casco urbano de Montmeló. El de Can Tacó es un enclave romano de carácter político-militar único en sus características, datado entre finales del siglo II a.C. e inicios del siglo I a.C. Destaca un muro perimetral con dos grandes cisternas para la recogida de aguas pluviales, así como restos de decoración mural de grandes dimensiones y en buen estado de conservación. El conjunto está declarado Bien Cultural de Interés Nacional por parte de la Generalitat.
En cuanto a la villa romana de Can Massot, esta está delimitada por las calles de mossèn Cinto Verdaguer, Balmes y Dr. Robert. El elemento que más llama la atención es una cámara que conserva el umbral correspondiente a la puerta de acceso, decorado con una excepcional pieza de mármol o caliza de color azul con vetas blancas con los agujeros para los quicios. Las últimas intervenciones que se hicieron en el yacimiento datan de los años 2007 y 2008, y permitieron ampliar en gran medida la superficie conocida de la villa.
En cuanto a la historia de estos dos lugares, todavía es bastante desconocida. Parece ser que hacia el siglo I a.C. ya quedaron abandonados, sin que se sepan las causas.También nosotros tendremos que ir dejando atrás el tiempo de los romanos para buscar lugar donde cenar. En Montmeló mismo tenéis buena oferta de restauración.