El paso del río Llobregat ha marcado la historia de la comarca del Berguedà, especialmente la de los últimos dos siglos, ya que gracias al empuje del 'río trabajador' muchos se pudieron ganar la vida en estas tierras. Las colonias industriales que aún se mantienen en pie son un ejemplo vivo. En esta escapada conoceremos algunas, pero también tendremos tiempo de ir a comprar setas o de descubrir villas de trazo medieval, como Gironella. Precisamente empezamos aquí.
Mañana día 2: la Torre del Amo
Muy cerca de Gironella, en el sur, y de hecho formando parte de su mismo término municipal, iremos esta mañana a una primera colonia industrial: Viladomiu Nou. Es especialmente recomendable conocer la Torre del Amo, que seguro que encontraréis puesto que es donde hoy en día está situada la Oficina de Turismo del Parque Fluvial del Llobregat. En la torre residió Tomàs Viladomiu y su familia, impulsor tanto de la colonia de Viladomiu Nou como de la vecina Viladomiu Vell. Aunque no se tiene la certeza absoluta, el edificio se atribuye a Valentí Canudas, y en el interior podremos conocer cómo vivían los dueños de una colonia industrial.
Pero por Viladomiu Nou debemos dar una vuelta completa para encontrar muchos otros elementos comunes a todas las colonias: las viviendas de los obreros (102 en este lugar, y hoy en día todavía residen aquí cerca de 200 personas), la iglesia, la guardería, la escuela, la fábrica, o incluso un teatro-cine.Tarde día 2: la última colonia
Por la tarde todavía queremos adentrarnos un poco más en el mundo de las colonias industriales. Y es que el Berguedà da mucho juego, en este aspecto. En la comarca se construyeron un montón a partir de la segunda mitad del siglo XIX, y algunas todavía mantenían una cierta producción a finales del siglo XX. La fuerza del río Llobregat era aprovechada como fuente de energía, y surgieron como setas estos núcleos de población.
Cal Vidal, la que hemos elegido para ir a ver a continuación, fue la última que se hizo. Ignasi Vidal, descendiente de una familia de Manresa destacada en la manufactura de la seda, compró los que prácticamente eran los últimos terrenos que quedaban disponibles en la comarca a orillas del Llobregat para poner su fábrica y, alrededor de ella, la colonia. Hemos escogido esta colonia porque encontramos un museo muy completo para conocer qué significaba vivir y trabajar en una colonia textil, y además, si realizáis la visita guiada, os llevarán a descubrir todos los rincones de Cal Vidal, desde la fábrica hasta en las tiendas, y también podréis entrar en una de las viviendas.Día 3: tierra de setas
La escapada que os presentamos en este reportaje está pensada para hacerla en otoño o en invierno. Así que en esta época –sobre todo en otoño– no podéis dejar pasar la oportunidad de acercaros al mundo micológico del Berguedà. Como no conocemos vuestras habilidades a la hora de ir a buscar setas, y tampoco queremos que por nuestra culpa os perdáis por los bosques, más vale que apostamos a caballo ganador y os animamos a ir a alguno de los mercados que tienen lugar en estas tierras. Encontraréis setas, níscalos, negrillas, rebozuelos ... Tanto el Mercado de la Seta de Cal Rosal como el de Guardiola de Berguedà abren cada día entre los meses de septiembre y de noviembre. O sea que no tenéis excusa para no llevaros a casa una buena selección de setas para preparar los platos más sabrosos –esperemos que no hagáis aquello tan feo de decir que los habéis encontrado vosotros–, y si os queda tiempo conocer también las poblaciones de Olvan y de Guardiola de Berguedà antes de emprender el camino de regreso.
En Berga, el espíritu de la Patum se respira todo el año. Pero, eso sí, la fiesta sólo la podrá ver en la calle los días que toca, para Corpus. Si no se puede ir por estas fechas, siempre os queda el recurso de entrar en la Casa de la Patum y al menos hacer una cata de esta histórica y reconocida fiesta popular. En la Casa se guardan y exponen los trajes y figuras de las comparsas, mientras que en el Centre d’Interpretació se explica con todo detalle en qué consiste la fiesta. Seguro que os vendrán ganas de ir, o de repetir si ya se ha vivido.
El Berguedà tuvo un papel muy destacado en la historia del catarismo, sobretodo a la hora de recibir los últimos cátaros huyendo de sus perseguidores. Es por ello que en el antiguo palacio de Pinós de Bagà hay una exposición permanente en la que diferentes personajes, como Guillem de Berguedà y los Mataplana, os explicarán quiénes eran los cátaros y sus lazos con el Alt Berguedà, y en especial con Bagà. También conoceréis cómo eran estas tierras alrededor de los siglos XII y XIII.
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