Tarde día 1: el museo del farmacéutico coleccionista
Guardémonos una hora, sin embargo, para visitar el Museu Arxiu Tomàs Balvey. Último de una estirpe de boticarios, Balvey (1790-1852) fue un auténtico fan del coleccionismo, y gracias a esta "manía" hoy la ciudad dispone de un variado y valioso museo, situado en la que fue la residencia del Dr. Daurella, junto al Ayuntamiento. En la tercera planta de la casa hay de todo: monedas, prendas de vestir, herramientas, armas, animales disecados, algunas esculturas... En la segunda planta encontramos la que seguramente es la joya de la corona, el mobiliario original de la farmacia Balvey, datado de 1812, con más de 200 botes de aquella época. Se considera que la farmacia de Cardedeu es, como la de Llívia, de las más antiguas del continente. El primer piso está reservado al archivo, mientras que en la planta de entrada -donde también está la oficina de turismo- hay exposiciones temporales y también da acceso a un alargado jardín, lleno de plantas medicinales.
Ah, y antes de iros de Cardedeu, ¡no os olvidéis de comprar los tradicionales borregos!