Día 1: el casco antiguo
Primero de todo recomendaros dejar el coche en casa y llegaros a Sant Cugat en transporte público. De trenes pasan en cada momento -ya sabéis, aquello del "metro del Vallès"-, y lo que visitaremos estos días queda todo a distancias que se pueden recorrer tranquilamente a pie. Comenzaremos por conocer el casco antiguo, y aquí os hacemos otra recomendación: para ver los edificios y lugares más interesantes, y saber sobre su historia, nada mejor que ir guiados. Podéis informaros o reservar visitas guiadas en la Oficina de Turismo de la plaza de Octaviano, o llamando al teléfono 93 675 99 5293 675 99 52. En seguida notaréis que Sant Cugat es una ciudad esponjada, "respirable", que conserva en ciertos aspectos el aire de pueblo, y que caminar por su centro es una gozada. Encontraréis masías de siglos pasados, y también no pocos edificios modernistas y novecentistas, de cuando muchos barceloneses establecieron aquí su segunda residencia. Las calles comerciales también tienen su encanto. Última recomendación (de momento): dejad la visita al conocido monasterio para más adelante, y así poderla hacer con la claridad de la mañana y con la calma necesaria.