El Garraf es una comarca muy concurrida en verano por sus playas y por la oferta de ocio que hay en poblaciones como Sitges. Pero cuando el tiempo refresca también es una tierra con muchos atractivos; y es que lugares como el Parque del Garraf, el Parque de Olèrdola o el Parque del Foix nos muestran una policromía de colores fascinante, y es la mejor época para visitarlos. En la escapada que proponemos nos adentraremos en ellos, pero también pasearemos por las calles de Olivella y de Sant Pere de Ribes.
Día 2: Olivella y Sant Pere de Ribes
Hoy dedicaremos la jornada a recorrer las principales calles de dos poblaciones del Garraf. Para la primera, no es necesario que nos movamos mucho de donde estábamos la tarde anterior, ya que Olivella se encuentra en el corazón del Parque del Garraf. Quizás el nombre del municipio os suena porque en este término hay un centro religioso muy diferente de los que habitualmente encontramos en nuestra casa: en el Palau Novella, de estilo romanticista, vive una comunidad budista que se asentó ya hace bastante tiempo aquí para hacer meditación y vida monástica. Se realizan visitas guiadas en el templo, en las que conoceréis el interior del edificio y también algunos aspectos de la religión budista a través de las explicaciones de los mismos monjes.
Aparte del Palau Novella, en Olivella debéis pasear sin prisas por su casco antiguo, conocer la plaza Mayor, la iglesia parroquial de San Pedro y San Félix, y el entramado de calles antiguas. E ir hasta el primer asentamiento del pueblo, sobre el Puig Molí, donde encontraremos un molino del siglo XVIII levantado sobre los restos del antiguo castillo, así como las ruinas de la iglesia, templo originario del siglo XIII y la única muestra de arquitectura románica del Garraf.
Por la tarde nos encaminamos a una "tierra de indianos": Sant Pere de Ribes. En el siglo XIX se fueron a perseguir el sueño americano unos 400 ribetanos, y los que volvieron a casa protagonizaron una gran transformación urbanística y cultural en la ciudad, con edificios de aire romántico. Si nos seguís, os los enseñamos. Podemos empezar en un extremo de la calle Mayor, en la masía de Can Puig, del año 1853 y que acoge, entre otras oficinas, la de información turística. En la misma calle Mayor encontramos casas indianas, a destacar los números 9, 10, 11, 13 y 18. Llegamos a la plaza de la Fuente, donde un elegante surtidor modernista del año 1906 es el centro de atención. En la plaza de la Villa, la casa consistorial se levantó en el siglo XVIII, y alzando la cabeza veremos el reloj de la torre, financiado por ribetanos residentes en Cuba.
Tomamos la calle del Pi, el otro vial que acumula un puñado de casas de indianos, obras con grandes ventanas y balcones símbolo de riqueza. Lo podemos comprobar en los números 16, 20 y 25. Girando por la calle del Dr. Cuadras, pronto llegaremos al barrio del Palou, donde encontramos una casa de indianos conocida tradicionalmente con el nombre de Can Cuadras y que hoy es un hotel. Giramos ahora en la plaza de Olivella, y después vamos por la calle de Narcís Oller, de Eixemenis, tomamos la de Maristany, y ya no la dejamos hasta encontrar la iglesia Nueva, construcción con un siglo de vida inspirada en la barcelonesa Santa María del Mar y las campanas de la que -situadas en dos torres gemelas- fueron financiadas por Francesc Marcer, indiano residente en Guantánamo. Pasando por uno de los lados de la iglesia vamos a parar precisamente a la plaza Marcer, de aspecto antillano, punto neurálgico de Sant Pere de Ribes, y un buen lugar donde poner el punto y final al recorrido y al día.
Día 3: los Parques de Olèrdola y del Foix
Enfilamos ya las últimas horas en el Garraf, y, como el primer día, las pasaremos rodeados de Naturaleza. Pero no sólo: el Parque de Olèrdola, el primer espacio donde vamos hoy, además de sus atractivos naturales es conocido por el conjunto monumental e histórico que tiene, fruto del paso de íberos, romanos y medievales, coronado por el iglesia de San Miguel, del siglo XII. El entorno, que se extiende por los municipios de Olèrdola y de Canyelles, es árido, de roca y arbustos, con algunos pinos blancos, prados secos, viñas y cultivos de secano.
Dejando atrás esta atalaya de naturaleza e historia, vamos hacia el Parque del Foix, parcialmente del Garraf pero que también se extiende hacia el Alt y el Baix Penedès. El Foix destaca por la diversidad de ambientes ecológicos y por su singularidad de ecosistema húmedo entre tierras de secano. Y eso la fauna y la flora lo agradecen, y coinciden aquí ecosistemas de ribera, de pantano, de arroyos y de bosques. En el Parque también encontraréis dos elementos arquitectónicos importantes y de origen medieval, los castillos de Castellet y de Penyafort.
Tanto en el Parque de Olèrdola como el del Foix, y como ya pasaba en el del Garraf, podéis dejaros llevar por vuestras piernas y seguir algún itinerario señalizado, o, si lo preferís, solicitar una excursión guiada, pedir una visita teatralizada en la que os acompañará algún personaje histórico, o preguntar por las actividades familiares que se llevan a cabo: juegos de descubrimiento del entorno, talleres, paseos de baja dificultad... en definitiva, ¡muchas opciones para disfrutar plenamente de la Naturaleza y del Garraf!
Justo al lado de la estación de trenes de Vilanova encontraréis el Museu del Ferrocarril, con una de las colecciones técnicas ferroviarias más importantes a nivel internacional. Más de sesenta vehículos de todas las épocas, tecnologías y países integran su colección, en la que destacan 28 locomotoras de vapor que datan de finales del siglo XIX, incluyendo la más antigua de España y la última que estuvo en funcionamiento. También se exhiben coches de viajeros, máquinas diesel o eléctricas y otros vehículos curiosos.
Una antigua casa de indianos, el Palau Novella, se ha convertido en el primer monasterio budista de Cataluña, que está situado en medio del Parque Natural del Garraf. Podréis conocer mediante una visita guiada en la que os familiarizaréis con el arte budista y aprenderéis cuáles son los objetos sagrados de esta religión. El monasterio se encuentra en un entorno natural privilegiado que seguro que también le gusten visitar. Asimismo, se organizan talleres de meditación abiertos a todos.
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